La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha cerrado hoy el asunto de la dimisión de su vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, un día después de su cese por los sucesos del Madrid Arena, y se ha mostrado dispuesta y preparada para seguir al frente del Ayuntamiento, pese a los ataques que sabe que continuará recibiendo.
En rueda de prensa tras la reunión de su Gobierno, la alcaldesa ha asegurado que "nunca" pensó en renunciar al cargo y ha agradecido el trabajo realizado por quien ha sido su número dos durante un año, que ayer dijo que dimitía para rebajar la tensión provocada en el ayuntamiento por la tragedia del Madrid Arena, en la que murieron cinco jóvenes y que ha alterado la gestión diaria del consistorio.
Botella ha expresado su "mayor afecto político y personal" por Miguel Ángel Villanueva, al que se ha referido como "un colaborador leal", del que ha valorado su "máximo esfuerzo y honestidad", y ha declarado que no ha perdido la "confianza" en él.
En todo momento se ha negado a hacer declaración alguna sobre las circunstancias y los motivos de la dimisión del vicealcalde y cuando se le ha preguntado al respecto, hasta en cuatro ocasiones, ha contestado que no iba a "añadir nada a lo que Miguel Ángel Villanueva explicó ayer".
Por el contrario, se ha centrado en explicar los cambios en su Gobierno propiciados por esa dimisión y los ha justificado en la necesidad de conseguir una administración "más reducida" y "más austera". A su juicio, es necesario "ir a modelos de gestión más eficientes" y es "prioritario" conseguir "una administración más reducida" cuando se está gestionando en 2013 el mismo presupuesto que en 2005.
Acompañada por el nuevo portavoz de su Gobierno, Enrique Núñez, que sustituye precisamente a Villanueva, la alcaldesa de Madrid ha dicho que decidió reestructurar su Gobierno cuando su hasta ahora vicepresidente le presentó su dimisión ayer y ha anunciado que no tiene previsto efectuar ahora otros cambios.
Además, ha mostrado su respaldo "absoluto" a su delegado de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad, Antonio de Guindos, del que ha dicho que "es un lujo tenerle en el Ayuntamiento de Madrid", y a la hasta ahora concejala delegada de Seguridad y Emergencias, Fátima Núñez, que ha pasado a ser responsable del distrito de Carabanchel.
BOTELLA, HEREDERA DEL ANTERIOR EQUIPO, BUSCA ADAPTARSE A LA SITUACIÓN
Botella se ha declarado "heredera de las políticas del Partido Popular de los últimos años" pero ha añadido que "cada momento tiene que ajustarse a la situación" y que su "responsabilidad en este momento es ajustar las cuentas".
La actuación de Botella en esta crisis ha sido alabada por el presidente de la Comunidad, Ignacio González, que ha elogiado la manera "tranquila, rápida y natural" con la que la alcaldesa ha afrontado la dimisión de Villanueva y ha hecho posible que el Gobierno municipal "siga funcionando con normalidad".
González ha insistido además en que la decisión de Villanueva es "un ejercicio de responsabilidad" ante uno de los asuntos "más dramáticos" ocurridos en los últimos tiempos en Madrid, como ha hecho también el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna, que ha definido al exvicealcalde como una persona "honesta".
Por el contrario, desde el PSOE, el portavoz municipal, Jaime Lissavetzky, ha dicho que el Gobierno de Ana Botella "no tiene ruta, rumbo ni patrón" y está viviendo una "situación de emergencia política de difícil arreglo" y ha advertido de que la alcaldesa "se ha quedado sin cortafuegos, sola ante el peligro".
El portavoz socialista ha afirmado que "ojalá pudiesen adelantarse" las elecciones locales puesto que la alcaldesa está en el cargo merced a "cierto fraude" y "ha perdido la poca legitimidad que tenía".
Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha calificado de "muy oportuna" la decisión de Miguel Ángel Villanueva de dimitir pero ha señalado que "la responsabilidad política está situada" en Ana Botella.
