La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, ha abierto la puerta a modificar, siempre que haya consenso, leyes orgánicas del Estado para poder recuperar artículos del Estatut de Cataluña que fueron en su día tumbados por el Tribunal Constitucional: "Ahí hay margen para trabajar".
En una entrevista en RNE recogida por Europa Press, Batet ha explicado que hubo artículos del Estatut original que fueron declarados inconstitucionales "no por el contenido, sino porque el Estatuto no era la norma adecuada para regular la materia en sí" y correspondía hacerlo en el marco de "leyes orgánicas como la del Poder Judicial".
"El TC decía que si había que introducir alguna modificación, no tenía que regularse en el Estatut, sino en la ley orgánica que correspondiera. Ahí hay margen para trabajar", ha señalado.
Con todo, reconoce que "afecta a leyes orgánicas" y este tipo de modificaciones hay que hacerlas "desde el punto de vista del consenso y de acuerdos muy amplios". "No son leyes que se puedan ir modificando al albur de una mayoría coyuntural, es bueno que respondan a un sentimiento mayoritario y transversal", ha apostillado.
PODEMOS CELEBRA EL DIÁLOGO. Por su parte, la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, asegura ver "con muy buenos ojos" la disposición al diálogo que el Gobierno de Pedro Sánchez y Batet muestran en relación con Cataluña.
Por eso, y frente a las palabras del ministro de Exteriores, Josep Borrell, alertando de un enfrentamiento civil en Cataluña, que tacha de "un poco alarmistas y exageradas", Montero aboga por avanzar "en la senda del diálogo", y no tanto para recuperar artículos concretos del Estatut, sino para crear "un `marco de confianza". "Ésa es la senda", ha remachado.
Mientras, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado que Sánchez tiene en su mano el acercamiento a prisiones de Cataluña de los líderes políticos que están en la cárcel por su actuación en el procés, y debe impulsarlo cuanto antes para favorecer el diálogo.
LA OPOSICIÓN DE RIVERA. Las críticas más duras a la negociaciónc con el Govern llegan desde PP y Ciudadanos. Precisamente el presidente de la formación naranja, Albert Rivera, ha asegurado este lunes que la líder del partido y de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, "está deseando reunirse con el presidente de la Generalitat", pero no con una persona que es "racista" y que dice "que en España hay exiliados y presos políticos". "Con señores que dicen que mi país es una dictadura no puedo hablar nada", ha apostillado.
