Aznar autorizó escalas de los vuelos de la CIA, pero no llegó a haberlas

La base aérea de Morón
photo_camera La base aérea de Morón

José María Aznar autorizó escalas de aviones militares estadounidenses rumbo a Guantánamo para casos de emergencia, aunque estos vuelos nunca llegaron a aterrizar en España. Lo ha confirmado el ministro de Asuntos Exteriore, Miguel Ángel Moratinos, en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para informar del tránsito de vuelos de la CIA por territorio español.

El ministro ha explicado que hubo cuatro aviones estadounidenses en la base militar de Morón (Sevilla) entre enero y marzo de 2002 para atender a vuelos procedentes de Afganistán con prisioneros talibanes, los cuales nunca llegaron a hacer escala en dicho aeródromo.

Marco de la operación
Según el titular de Exteriores, la decisión adoptada por el Ejecutivo de Aznar se enmarcó en el apoyo que España brindó a la llamada Operación Libertad Duradera, liderada por EEUU tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.

La autorización de las escalas -ha relatado Moratinos- se fundamenta en un nota fechada el 11 de enero de 2002 bajo el título ''Solicitud de Estados Unidos de escalas aéreas en caso de emergencia'', con membrete del entonces secretario general de Política de Defensa, Javier Jiménez Ugarte. En este escrito, Jiménez Ugarte señalaba que correspondería a Exteriores contestar ''afirmativamente'' a la petición de EEUU de usar la base de Morón.

El ex secretario general de Política de Defensa dio cuenta de este acuerdo tras haber conversado con el entonces secretario de Estado de Política Exterior, Miquel Nadal, y con el Gabinete de Política Exterior del presidente del Gobierno. La ''preferencia'' para las escalas -se añadía en la nota- sería la base de Morón, de acuerdo con las indicaciones del presidente de la sección española del Comité Permanente Hispano-Norteamericano.

El escrito concluía que el ministro de Exteriores en aquel momento, Josep Piqué, ''podría comentar este tema'' al entonces titular de Defensa, Federico Trillo, ''en algún próximo contacto''.

Sin registrar
Moratinos ha explicado que su departamento ha tenido conocimiento de esta nota durante la investigación interna sobre la existencia en Exteriores del informe secreto, con la misma fecha que el anterior, publicado en ''El País'' en el que ya se apuntaba la posible autorización de los vuelos militares estadounidenses.
 
Ha asegurado que este documento no está ''en ninguno de los archivos'' de su Ministerio y que no existe constancia de la copia que distribuyó su autor, el ex director general de Política Exterior para América del Norte, Miguel Aguirre de Cárcer, sobre la que sí hay acuse de salida.

En todo caso, los nuevos documentos aparecidos, ha puntualizado el ministro, siguen llevando a la conclusión de que ningún vuelo militar estadounidense violó el Convenio bilateral de Cooperación para la Defensa o la legislación española.

Moratinos ha informado además de que toda la documentación encontrada ha sido remitida al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que estudia el caso para dejar patente la voluntad de ''transparencia y colaboración con la justicia'' del actual Gobierno.

Zapatero ''no recibió referencia''
EL ministro de Asuntos Exteriores ha querido remarcar la idea de que el actual presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, ''no recibió referencia'' de estos documentos por parte del anterior Ejecutivo tras el traspaso de poder en abril de 2004.

Además ha destacado que su Gobierno ''ha adoptado decisiones y ha pedido garantías a EEUU para asegurar que no se producían escalas de vuelos militares para el traslado de prisioneros ni eran utilizados los aeropuertos civiles para los llamados 'vuelos de la CIA''' con destino a la cárcel Guantánamo.

Lavacolla y Peinador
En cuanto a la relación con aeropuertos gallegos, el portavoz del BNG en el Congreso de los Diputados, Francisco Jorquera, puso de relieve las contradicciones detectadas en la información del Gobierno central, contraria a las realizadas por el parlamentario suizo Dick Marty, por el informe de Portugal y por el elaborado por Amnistía Internacional, en el que se habla de un uso reiterado de aeropuertos españoles, entre ellos los gallegos de Lavacolla y Peinador.

Frente a las críticas del BNG, Moratinos negó en todo momento que se hubiese ocultado información y, en relación a las supuestas escalas en aeropuertos gallegos, puntualizó que el aeropuerto de Santiago de Compostela fue confundido con el de Santiago de Chile y especificó que en el de Vigo no hubo nada ilegal.

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