El asesino de la niña Naiara asume la responsabilidad única del crimen

El lucense, tío político de la pequeña, exculpó a su madre y a su hermano

El presunto autor de la muerte de Naiara, una niña de 8 años que falleció tras sufrir una brutal paliza por no saberse la lección, ha vuelto este martes al juzgado de instrucción nº1 de Jaca para escuchar las imputaciones de las distintas acusaciones y declararse como único responsable de lo ocurrido.

Iván P.P., tío político de la niña y natural de Lugo, ha escuchado el relato de hechos de las acusaciones y de las defensas antes de intervenir brevemente para afirmar que ni su madre ni su hermano, imputados en la causa por presuntos malos tratos habituales hacia la niña, habían participado en el crimen.

El relato de la fiscalía y de las acusaciones en representación de la madre y del padre de la menor han sido coincidentes en cuanto a la calificación jurídica de los hechos, pero divergentes las dos últimas en relación al supuesto conocimiento que tenía la progenitora de los "castigos" que sufría su hija.

Según han informado a Efe fuentes judiciales, durante la vista convocada por la instructora para concretar las imputaciones, los representantes de las tres acusaciones han calificado los hechos como un presunto delito de asesinato con agravantes y han solicitado la práctica de nuevas pruebas. En concreto, el letrado del padre de la menor, el abogado Marcos García Montes, ha insistido en reclamar una nueva declaración testifical de la madre para determinar si conocía los presuntos malos tratos habituales y el acoso que padecía Naiara en el domicilio en el que residía provisionalmente y en la escuela.

También ha solicitado las comparecencias como testigos del director del colegio donde estudiaba la menor y de responsables del Ayuntamiento de Sabiñánigo para tratar de determinar si en el colegio se conocía que la niña sufría bullying, y si los servicios sociales locales habían detectado los presuntos malos tratos.

El acusado será juzgado por un jurado popular

Por su parte, el acusador en nombre de la madre, Luis Marín, ha expresado su protesta ante la insistencia en los intentos de su colega en relacionar a su cliente con los malos tratos a pesar de haber sido descartada ya durante la instrucción. Además, ha solicitado la comparecencia como testigos del propietario y de una empleada del hotel de Bielsa donde trabajaba la madre para demostrar que no podía conocer los malos tratos que sufría su hija en el domicilio de la abuela, en el que residió unos pocos días antes de su muerte.

Ha expresado su posicionamiento a favor de que el caso fuera resuelto por un jurado popular, pero ha solicitado desgajar de la causa las imputaciones hechas a la madre y al hermano del procesado tras argumentar que no existía conexión alguna entre los malos tratos sufridos previamente por la menor con el crimen.

La representante fiscal ha solicitado la reproducción de toda la prueba documental practicada durante la instrucción para garantizar el acceso de las partes a todas las diligencias practicadas durante la instrucción, sobre la que pesó un largo secreto sumarial.

El defensor del acusado no ha hecho referencia a la calificación jurídica que tiene previsto realizar, aunque sí que ha solicitado la incorporación al sumario de todos los informes psicológicos y psiquiátricos hechos a su cliente durante su estancia en prisión.

A su vez, el abogado de la madre y del hermano del procesado ha reclamado el sobreseimiento de la causa respecto al segundo tras argumentar que desconocía lo que ocurría en la casa de la abuela, y se ha mostrado favorable a separar el procedimiento del juicio contra el presunto asesino.