Ocho jóvenes acusados de pertenecer a la organización ilegalizada Segi y de integrar un ''talde Y'' de ETA que ejecutaba acciones de violencia callejera en la comarca de Lea-Artibai (Vizcaya) se han negado este martes a declarar en el juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia Nacional.
Los acusados, de entre 20 y 27 años, admitieron en su interrogatorio policial que eran parte de un grupo que apoyaba la acción de la banda terrorista a través de la organización de actos de violencia callejera, pero este martes se han desdicho de aquellas declaraciones, alegando que las realizaron bajo torturas y amenazas.
Así, los ocho jóvenes, que vestían camisetas con la inscripción 'Independentzia', se han negado a contestar al fiscal sobre lo que afirmaron entonces, y, a preguntas de sus abogados defensores, han explicado las presiones a las que dicen haberse visto sometidos por parte de la Policía Nacional tras su detención.
Conclusiones de la Fiscalía
Estebe Gandiaga, Urko Pagoaga, Ainhoa Pagoaga, Iban Etxebarria, Borja Oregui, Zaloa Zenarrutzabeita, Eneko Etxaburu y Eneko Ostolaza, para quienes el fiscal pide penas de ocho años de cárcel, fueron detenidos el 23 de enero de 2008 en las localidades vizcaínas de Ondarroa y Markina.
Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, todos ellos eran ''miembros activos'' de Segi e integraban un grupo que llevaba a cabo actos de 'kale borroka' concretamente en Markina, por lo que les imputa un delito de integración en organización terrorista.
El representante del Ministerio Público atribuye el papel de máximo responsable del ''talde'' a Gandiaga, y afirma que como tal se encargaba de comunicar las acciones que debían realizarse ''mediante notas escritas'' a Etxaburu y Zenarrutzabeita.
Registros
En los registros de los domicilios de los detenidos, así como de distintos locales, trasteros, y la 'herriko tabern'' y el 'gaztetxe' de Markina, la Policía encontró documentación relacionada con organizaciones ilegales, material susceptible de ser utilizado como explosivo y utensilios habituales en las acciones de 'kale borroka'.
Tras ser detenidos, el juez Fernando Grande-Marlaska ordenó el ingreso en prisión de seis de ellos, mientras que dejó en libertad bajo fianza de 6.000 euros a Ainhoa Pagoaga y Eneko Etxaburu, los únicos que han declarado este martes en castellano, a los que además les impuso comparecencias semanales ante las autoridades judiciales y la prohibición de abandonar España.
Por otra parte, la Audiencia Nacional sigue otras causas independientes contra estos procesados por las acciones de violencia callejera que se les imputan, y que no están siendo juzgadas en la presente vista.
