Acusado de matar a su pareja embarazada ataca al fiscal al conocer la sentencia

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Un acusado de matar a su pareja embarazada rociándola de gasolina y quemándola en Calonge (Girona) ha agredido hoy al fiscal después de que el jurado popular que durante esta semana lo ha juzgado en la Audiencia de Girona lo declarara culpable de un delito de asesinato y otros tres de aborto, incendio y daños.

Una vez que el portavoz del jurado ha emitido el veredicto, el procesado, Miquel Sánchez, que iba mostrando durante la lectura su desacuerdo con la decisión, se ha levantado y se ha intentado abalanzar sobre el fiscal, al que ha asestado varios golpes.

El acusado ya se enfrentó a un primer juicio por esta misma muerte en el 2009 y resultó absuelto por un jurado popular, pero tras el recurso de las acusaciones, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) consideró mal motivado el veredicto, lo anuló y ordenó repetirlo.

En esta ocasión, el jurado ha considerado probado, por 8 votos contra 1, que sobre las 22.30 horas del 8 de octubre de 2006, Sánchez roció con gasolina a su pareja, Sandra Vergara, de 30 años y le prendió fuego.

Según el veredicto, cuando lo hizo sabía perfectamente lo que hacía, pues discernía entre el bien y el mal y además también sabía que de esa forma "incrementaría su sufrimiento" más que si la hubiera atacado con un arma blanca o de fuego.

El resto de delitos el jurado los ha considerado probados por "unanimidad".

Con su actuación, el acusado sabía además que acabaría con la vida del feto, así como el que usar gasolina causaría un incendio y pondría en peligro la vida del resto de personas del inmueble y causaría daños en él.

El tribunal popular le ha apreciado un agravante de parentesco y los atenuantes de dilaciones indebidas, por los años transcurridos desde los hechos y el de pena natural, ya que el procesado tiene quemado un 42 % del cuerpo y presenta unas importantes secuelas.

El jurado no se ha mostrado favorable a la posibilidad de que se le suspendiera la ejecución de la condena o se le concediera el indulto.

Una vez el jurado ha emitido el veredicto, el procesado se ha levantado de su silla y se ha dirigido directamente a la mesa en la que se encontraba el fiscal, Víctor Pillado, al que ha propinado al menos un fuerte puñetazo.

Para detener la agresión del acusado, un hombre de gran envergadura, ha sido necesaria la intervención de un agente de los Mossos d'Esquadra, de un familiar del acusado y de un letrado de la defensa.

El juez ha hecho evacuar la sala momentáneamente y, al reiniciarse la sesión, el fiscal ha pedido para el procesado la pena máxima por los delitos que se le imputan: 20 años de prisión.

La defensa, por su parte, teniendo en cuenta los dos atenuantes, ha solicitado que se le impongan 10 años, 9 meses y 1 día de prisión.

El fiscal ha pedido su "ingreso inmediato" en prisión provisional y que el juzgado de instrucción decida su posible inculpación por un delito de "atentado a la autoridad, al fiscal, en el ejercicio de sus funciones".

Por su parte, el abogado defensor ha dicho: "A la vista de los graves hechos ocurridos, me retiraré de la defensa por un conflicto de intereses entre el deber deontológico de defender a mi cliente y el deber de lealtad al tribunal".

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