Abandona el hospital el primer superviviente del accidente de Barajas

El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una imagen de archivo (EFE)
photo_camera El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una imagen de archivo (EFE)

Roberto Álvarez Carretero, el niño de seis años que permanecía ingresado en el hospital Ramón y Cajal a consecuencia del accidente aéreo de Barajas, ha sido dado de alta, según el parte médico facilitado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Roberto es el primer superviviente del accidente aéreo que ha sido dado de alta, con lo que el número de pacientes ingresados ha pasado de dieciocho a diecisiete.

Otro dos heridos, José Alonso, un hombre de 47 años y otro de 68 han abandonado la UCI y han pasado a planta en las últimas horas, al evolucionar favorablemente su estado de salud

Según la Consejería de Sanidad, siguen muy gravew en la UCI del Hospital Ramón y Cajal Gregoria Mendiola Rodríguez, la mujer de 44 años que se encuentra en una situación de coma aparetemente irreversible; y Pedro Hernán Gómez, de 57 años, que ha sufrido un ligero empeoramiento desde las intervenciones a las que fue sometido durante el fin de semana.

El resto de los heridos no ha experimentado cambios desde el último parte médico.

Continúa la identificación
Un total de 98 de las 154 víctimas mortales del accidente aéreo de Barajas han sido ya identificadas, según los últimos datos hechos públicos por el ministerio del Interior. Un portavoz de los familiares, Ismael Rodríguez, ha valorado estos datos como una muestra de que el proceso "ha cogido ritmo".

Horas antes, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, había declarado en la Cadena Ser que la mayoría de las identificaciones pendientes se va a producir en los próximos días. No obstante ha advertido de que en los trabajos de identificación se han encontrado "con más dificultades de las previstas".

Por ello, en algunos supuestos la espera puede prolongarse por el mal estado de los cuerpos o por no contar con un ADN de referencia, como en víctimas extranjeras o el caso de un niño adoptado. En el caso de la monfortina Clara Díaz, también adoptada, las autoridades han solicitado objetos personales a la familia para poder extraer una muestra de ADN.

Rubalcaba admitió que, por estas dificultades, cabe la posibilidad de que alguna víctima no pueda ser identificada, aunque insistió en que las fuerzas de seguridad y el Instituto Nacional de Toxicología están trabajando día y noche para que la espera de los familiares sea la menor posible y ha recalcado que las identificaciones se están realizando con todas las garantías.

Por su parte, los allegados de las víctimas han vuelto a pedir que las identificaciones se realicen con la mayor celeridad posible, aunque recalcando que prefieren la espera a no tener la certeza de que están enterrando a sus muertos.

Tensión con Spanair
Rubalcaba ha admitido también este lunes que el día en que se produjo el accidente aéreo de Barajas, que se ha cobrado 154 vidas, hubo tensión con la compañía Spanair.

"Hubo unos primeros momentos díficiles con Spanair sobre los que yo no quiero volver", declaró el ministro de Interior, que matizó que "a partir de esa primera tarde que fue muy dura, la colaboración ha sido cotidiana y diaria". "Estamos en permanente contacto con ellos. Está pasado, sobre todo, los primeros momentos de tensión", reconoció Rubalcaba.

Estado de los heridos
Mientras, dos de los 18 heridos en el accidente que permanecen ingresados en hospitales de Madrid continúan muy graves, otro está grave, tres estables dentro de la gravedad, dos graves con evolución favorable, nueve evolucionan favorablemente y uno está leve.

Según el parte médico facilitado pasadas las 09.30 de la mañana por la Consejería de Sanidad, sigue muy grave en la UCI del Hospital Ramón y Cajal una mujer colombiana de 44 años, Gregoria Mendiola Rodríguez, que sufre un traumatismo craneoencefálico severo y diversas heridas y contusiones.

La mujer, madre de un niño también herido, entró el domingo en coma irreversible. El director general de hospitales de Madrid, Antonio Burgueño, señaló que "parece irreversible que pueda despertar" de la situación de coma en la que se encuentra, aunque sigue "sedada, intubada y hemodinámicamente estable".

También "muy grave" y en la UVI del mismo hospital se encuentra Pedro Hernán Gómez, de 57 años, que el fin de semana fue intervenido de múltiples fracturas y que desde entonces, tras subirle la fiebre, está sedado y con ventilación mecánica. Los otros 16 heridos que permanecen hospitalizados no han experimentado cambios.

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