Trabajo, cercanía y servicios, la receta de los alcaldes con más apoyo de Lugo

Regidores lucense que en los últimos comicios superaron el 70 por ciento de los votos creen que el contacto con los vecinos, la capacidad de mejorar la calidad de vida y estar al pie del cañón pueden explicar el respaldo abrumador que recibieron
Ribeira de Piquín, Ourol, Guntín, Pedrafita do Cebreiro, Trabada y Friol. ARCHIVO
photo_camera Ribeira de Piquín, Ourol, Guntín, Pedrafita do Cebreiro, Trabada y Friol. ARCHIVO

Roberto Fernández fue el campeón absoluto en votos en las últimas elecciones municipales. El alcalde socialista de Ribeira de Piquín sumó más del 85 por ciento de los sufragios y cree que fue fruto del trabajo constante, tanto suyo como del equipo que le rodea, y de hacer más de lo que se promete.

El trabajo está por encima de la ideología y lo que cuenta es aplicarse en responder a las necesidades de los vecinos, reflexiona. Y en su caso eso ha conllevado hacer muchas traídas de agua, muchos desbroces, mucho arreglo de carreteras, poner alumbrados y dar servicios sociales a una población muy envejecida.

Dice María José Gómez que en Guntín todo el mundo tiene su teléfono y la llama cuando la necesita. Explica que allí, al fin y al cabo, ella es una vecina más y, por tanto, una persona interesada en resolver los problemas del pueblo. La mujer más votada del PP en la provincia habla también de cercanía y de la aceptación que tiene crear servicios. Está haciendo sin quererlo el perfil de lo que es el trabajo de un alcalde y, sin embargo, asegura que no conoce el secreto para llenar las urnas. Pero el hecho es que en las últimas elecciones pasó del 70 por ciento de apoyos.

Gómez, del PP, ha cumplido cuatro años como alcaldesa, pero José Luis Raposo, del PSOE, lleva casi 38 en el cargo y asegura que él tampoco sabe cuál es el truco para, elección tras elección, lograr mayorías absolutas abrumadoras. 

El alcalde de Pedrafita sumó cerca del 80 por ciento de los votos y dice que recetas no tiene, pero que "quizás" tantos apoyos se deben al trabajo, al intento de solucionar los problemas lo antes posible y a estar pendiente de todo y vivir como vivía antes de ser alcalde.

Es la idea que repiten regidores que saben lo que es tener mayorías aplastantes, por las que se sienten reconocidos y agradecidos pero a veces también un punto sorprendidos. José Luis Pajón, alcalde socialista de Ourol, se acercó al 82 por ciento de apoyos y es igualmente de los que cuentan que trabajar, ser humilde y cercano es posiblemente el secreto del éxito.

Y sin dar recetas, también José Ángel Santos, de Friol, cree que el trabajo, la humildad, la política cercana y realista pueden explicar el apoyo de los vecinos, que en el caso del regidor del PP más votado de la provincia también está por encima del 81 por ciento.

Puede que la política en un pueblo sea distinta, que la cercanía y el contacto personal con el alcalde cuenten especialmente y es en municipios no muy poblados donde se dan en Lugo las mayorías absolutas más contundentes.

Pero la gestión cuenta y los alcaldes más votados tienen en común el haber creado servicios.

Friol y Guntín están gobernados por el mismo partido, el PP, pero si hay algo que tienen en común es la cercanía con Lugo y eso marca también la política local.

Cercanía y gestión

Santos cuenta que, desde 2018, Friol ha ganado 188 vecinos y cree que a ese crecimiento han contribuido los esfuerzos por ayudar a la conciliación, creando una guardería o facilitando un servicio de madrugadores en los colegios.

Santos es ganadero. Resalta que sigue viviendo de su ganadería y cree que su afán por modernizar el sector en Friol también lo valoran los vecinos. El plan piloto para permutar terrenos que se implantó de forma experimental fue un éxito y se movilizaron 1.800 terrenos "gratuitos", destaca. De paso, subraya que el suyo es el municipio en el que más gente joven se incorpora a trabajar en el sector agrario.

Es la jefa territorial de Educación, pero María José Gómez también tiene una ganadería y eso la acerca igualmente a los vecinos. Con todo, al hablar de su gestión ella poner el foco también en el trabajo hecho para ayudar a la conciliación, con un mejorado servicio de ayuda a domicilio, una guardería infantil o una casa del mayor que da respiro a las familias. Se están potenciando también mucho las actividades deportivas, cuenta. Dice que hay que hacer muchos números en un municipio como Guntín para dar servicios nuevos, pero cree que funciona y cuenta que se están vendiendo muchas casas. 

Como Santos, Gómez coincide en que, con servicios, hay vecinos que dejan de querer irse a la ciudad, porque al fin y al cabo llegar a Friol o a Guntín puede llevar menos tiempo que salir de trabajar de un polígono de Lugo y aparcar en la ciudad.

Bien distintos son los casos de Ourol o Pedrafita, mucho más alejados de una ciudad. No obstante, Raposo cree que a Pedrafita le ayudó la autovía y señala la evidencia de que él poco puede hacer contra el despoblamiento si no actúan los gobiernos, pero destaca que desde el Ayuntamiento ha trabajado muchísimo en la rehabilitación de viviendas en todos los núcleos, hasta convertir el municipio en todo un referente en la recuperación del patrimonio. Una política que, a la vez, da empleo, dice.

Y dar servicios es la máxima de Pajón en Ourol. Se facilitaron terrenos a la Diputación para hacer una residencia, recuerda, y se apostó por dar a muchos vecinos un servicio tan básico como el del agua. La red se amplió ya a nueve núcleos y ahora se está en fase de dar agua a otros catorce que además en verano tienen problemas, explica a la hora de hacer ver la razón por la que los vecinos quizás compensaron su labor con votos.

Doce regidores sumaron más del 70% de los votos
Los alcaldes de nueve municipios de Lugo superaron el 70 por ciento de los votos en 2019. Fueron los de Begonte, Carballedo, Castroverde, Friol, Guntín, Ourol, Pedrafita,  A Pontenova, Pol, Ribas de Sil, Ribeira de Piquín y Trabada.

Hay muchos regidores de la provincia que rompen barreras y en las últimas municipales fueron 43 los que tuvieron el 50 por ciento o más de los votos registrados. 

Los que llenaron las urnas, con todo, no dan por hecha la victoria y siguen trabajando.

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