La capital refrenda el gobierno Méndez-Arroxo y le da cuatro años más pese a la subida del PP

El PSdeG y el BNG mantienen sus ocho y cinco concejales actuales, aunque ambos partidos suben su número de votos ► Elena Candia lleva a los populares a una nueva victoria pero se queda en 12 actas, tras sumar las dos de Ciudadanos
Los alcaldables lucenses, durante la noche electoral EP
photo_camera Los alcaldables lucenses, durante la noche electoral. FOTÓGRAFOS EP

Los lucenses han decidido otorgar otro ciclo más de confianza al gobierno que ha dirigido la capital en los últimos cuatro años, la coalición PSdeG-BNG. Y han decidido, además, que sea con el mismo reparto de fuerzas: ocho concejales para Lara Méndez, que seguirá como regidora, y cinco para los nacionalistas de su teniente de alcaldesa, Rubén Arroxo.

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Lara Méndez celebra los resultados. SEBAS SENANDE

Estos resultados hacen inútil el notable ascenso conseguido por el PPdeG de Elena Candia, que se ha quedado con doce ediles, a uno de la mayoría absoluta. Esas dos nuevas actas que suman los populares son las que pierde Ciudadanos, que desaparece del consistorio y deja a las tres principales fuerzas de nuevo solas en el salón de plenos, algo que no pasaba desde hace ocho años.

La ciudad ha confirmado, de este modo, que sigue siendo sociológicamente de izquierdas, ya que el voto progresista ha superado al conservador sistemáticamente desde las municipales de 1999. En esta ocasión, no obstante, ha sido por muy poco: los poco más de 23.000 que sumaron socialistas y nacionalistas por los alrededor de 21.000 de los populares. En total, votaron 49.210 lucenses, 2,7 puntos más que en 2019. Este incremento de la participación, sin embargo, apenas supuso 700 votos emitidos más.

La ciudad ha confirmado, de este modo, que sigue siendo sociológicamente de izquierdas, ya que el voto progresista ha superado al conservador sistemáticamente desde las municipales de 1999

Lo que se observa, en estas circunstancias, es una gran concentración de los votos en los tres partidos principales, que han dejado en cifras meramente testimoniales al resto. Empezando por Ciudadanos, el gran derrotado de la noche ya que ha perdido casi tres mil de los 4.000 apoyos que tenía y, con ellos, sus dos concejales.

Candia consulta los resultados. VICTORIA RODRÍGUEZ
Candia consulta los resultados. VICTORIA RODRÍGUEZ

Estos, como ha pasado en la práctica totalidad del país, han ido a parar directamente a las sacas del PP. Han ayudado a Elena Candia, la gran apuesta popular para recuperar la alcaldía, a llegar hasta los 12 concejales y los 21.447 sufragios, el 43,5% de los emitidos. Quedó por detrás, aún así, de lo conseguido por su partido la última vez que llegó a los doce concejales, en 2011, cuando la lista liderada por Jaime Castiñeira recibió 22.853 apoyos, el 44,2% de los votantes de aquellos comicios.

También pueden presumir de datos los otros dos contendientes. Lara Méndez porque no solo rompe los pronósticos que le auguraban una bajada, sino que cuenta con el apoyo de un millar de lucenses más de los que la votaron la última vez, 13.578, un punto porcentual más.

Arroxo, tras conocerse los resultados. SEBAS SENANDE
Arroxo, tras conocerse los resultados. SEBAS SENANDE

Y Rubén Arroxo porque el BNG llega a casi el 20% de los apoyos y 9.861 votos, los mejores números de los frentistas en Lugo en unas municipales. No llegan, no obstante, para tapar por completo la decepción por unos resultados que durante toda la campaña y en todas las encuestas eran notablemente mejores.

El descontento con el gobierno también se dejó notar en zonas en las que ha habido problemas en los últimos meses, como el casco histórico, A Milagrosa y O Castiñeiro

El PPdeG fue el partido más votado en la práctica totalidad de las mesas de la capital. El apoyo fue masivo, por ejemplo, en la zona rural, a la que Elena Candia prestó una especial atención durante la campaña. Solo en Santiago de Saa no fue la candidata más votada, 79 sufragios por los 83 de Lara Méndez.

El descontento con el gobierno también se dejó notar en zonas en las que ha habido problemas en los últimos meses. Las mesas del centro, por ejemplo, recogieron un apoyo mayoritario a la oposición después de la polémica por los planes de peatonalización.
Olga Louzao, hasta ahora edil de Ciudadanos, siguiendo la noche electoral VICTORIA RODRÍGUEZ
Olga Louzao, hasta ahora edil de Ciudadanos, siguiendo la noche electoral VICTORIA RODRÍGUEZ

Lo mismo sucedió en los centros de votación de A Milagrosa, donde las protestas vecinales se centraron en la seguridad y en la rehabilitación integral del barrio, y en O Castiñeiro. El recuento se demoró hasta la medianoche, por los retrasos en la mesa del centro social de Fingoi, a la postre definitiva para la Diputación.

Por lo que respecta a los demás partidos, la mayor decepción es la de Podemos-IU, que apenas suma 710 votos, muy lejos de los alcanzados en otras ocasiones. Vox llega a 1.127, 141 más.

La Diputación seguirá siendo bipartita

El bipartito revalida la Diputación Provincial de Lugo por unos cien votos. El último recuento fue histérico, con una mesa de Lugo, la del centro social de Fingoi, en el ojo del huracán. Al acabar ese recuento, pasadas las doce y media de la noche, la Diputación era para el PP, por un escaso margen, pero todo daría la vuelta en pocos minutos.
Otro centenar de votos, esta vez de Castro de Rei, que fueron contabilizados al BNG y eran del PSOE, daban una exigua ventaja a los socialistas para recuperar el diputado provincial que habían perdido, con lo cual, la entidad provincial seguirá teniendo color socialista. Curiosamente, el error de Castro lo detecto el alcalde, del PP.

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