La euforia se desató en la sede del PSOE en torno a las once de la noche porque, aunque todavía estaba en el aire el gobierno provincial, se confirmaba que Lara Méndez seguirá al frente de la alcaldía de Lugo durante los próximos cuatro años. Lo hará al igual que en este mandato, en coalición con el nacionalista Rubén Arroxo y con el mismo reparto de concejales que en este mandato (ocho para el PSOE y cinco para el BNG), aunque con un ligero aumento del apoyo para ambos, lo que constata que "os lucenses deixaron claro cal queren que sexa o futuro da nosa cidade".
"As enquisas que valen son as das urnas", sentenciaba la regidora al término de su comparecencia, en alusión a los sondeos que en las últimas semanas abrían la posibilidad a una mayoría absoluta de la popular Elena Candia. Perder "un goberno progresista" sería la peor noticia posible, aseguraba la alcaldesa, aunque el temor a un sorpasso de los socios nacionalistas también rondó las filas socialistas en algún momento. No en vano, ese sorpasso ya se produjo en la ciudad en junio de 2020, en las elecciones autonómicas.
Méndez compareció primero ante militantes en una sala a puerta cerrada y después ante los periodistas tras escribirle a Arroxo y a Olga Louzao, de Cs, que se quedó fuera de la corporación. Comenzó agradeciendo la participación de los lucenses en el proceso electoral, superior a hace cuatro años, y a quienes confiaron en el PSOE para que Lugo siga teniendo un gobierno progresista. "Viuse incrementada esa confianza tanto en votos como porcentualmente, e polo tanto iso tamén é moi satisfactorio para nós, é unha forma de recoñecemento do noso proxecto e do traballo realizado nos catro anos", afirmó.
Méndez tuvo palabras de agradecimiento también por el trabajo y la implicación de los militantes no solo en campaña sino en los meses previos. "Sen vós isto sería impensable", afirmó rodeada de varias decenas de ellos, entre los que estaban la mayor parte de los miembros de la candidatura.
Pero el mensaje que la socialista quiso subrayar es que las urnas dijeron que los lucenses "queren que sigamos co noso modelo de cidade, que eu encabece esa segunda transformación, e que nós sigamos liderando ese goberno", dijo para enfatizar que el PSOE sigue manteniendóse por delante del BNG, aunque los nacionalistas crecieron porcentualmente más, un 3,68% frente a un 1,13%.
Méndez tampoco pasó por alto que, con los resultados de anoche, Lugo se convierte en la ciudad gallega que más tiempo lleva gobernada por el PSOE, "24 e imos polos 28, e iso é moi meritorio", consideró. "Os lucenses queren que durante catro anos máis gobernemos unha cidade baseada na sostibilidade, nas oportunidades económicas e na política social e das persoas", concluyó entre aplausos de quienes le acompañaban y gritos de "alcaldesa, alcaldesa".
Los rostros y las expresiones de alivio y de felicidad eran especialmente visibles entre los concejales que formaron parte de su equipo en los últimos años y que seguirán en él, como Miguel Fernández, Paula Alvarellos, Mauricio Repetto y Ana González, una persona muy próxima a la alcaldesa, que además es responsable local del PSOE y de las más felices anoche. Y en un segundo plano la satisfacción era también evidente entre los miembros de su gabinete.
A esa hora el gobierno provincial todavía estaba en el aire y, aunque los socialistas de la capital no las tenían todas consigo, la preocupación por la Diputación no logró empañar la alegría del partido en la ciudad.
La noche se vivió con muchos nervios en la sede del PSOE, aunque no tanto como hace cuatro años, cuando el recuento le daba la vuelta al resultado en algún momento y, por si acaso, Méndez no compareció hasta que el escrutinio rondó el 100%. A partir de hoy toca negociar la formación de un nuevo gobierno en el que la socialista se siente reforzada.
