A Fonsagrada se vuelca con Carlos López

El PSOE se impone en el baluarte que casi pierde en 2019, de no ser por el BNG, a manos de un PP que se desinfla ► Raposo borra del mapa a sus rivales y se hace con todo el pleno de Pedrafita, y Miguel González coge alas en Baralla
Celebración de los socialistas de A Fonsagrada tras la incontestable victoria de Carlos López. EP
photo_camera Celebración de los socialistas de A Fonsagrada tras la incontestable victoria de Carlos López. EP

Hay sustos de los que lleva cuatro años recuperarse. Al PSOE le pasó en A Fonsagrada, pero una legislatura bastó para levantarse y remontar de aquel 5-5 que los empató a concejales con el PP y, lo que más dolió, los dejó a once votos de los populares.

A fonsagrada

Carlos López lideró la reconquista a base de un gobierno que convirtió en sólido tras las turbulencias de los primeros días, en los que tuvieron que echar mano del BNG para gobernar y Argelio Fernández Queipo ceder la alcaldía a su entonces número dos. Una cesión que derivó en estos comicios a su desaparición de las listas socialistas.

No hay mal que dure cien años, pensarían, y el domingo lo constataron con una holgada mayoría que les otorgaron los 1.356 votos recibidos, el 58,12% del total.

En las filas socialistas los cambios de caras fueron para mejor, para reconquistar un baluarte que a punto estuvo de caer, pero entre los votantes populares no sentó bien el trueque. La salida de José Luis Regueiro, el único capaz de hacerle frente al hasta entonces incombustible PSOE fonsagradino, en favor de Bernardo Xabier Niño no convenció y por el camino quedaron casi 400 votos que representan dos ediles. Así, López se enfrenta a un gobierno sin ataduras y con la sensación de haber recuperado lo que, desde hace mucho, se viste de rojo socialista.

Y si hubo un concello que se acabó de teñir de encarnado, ese es el de Pedrafita, que compensa las victorias más tibias de otros históricos bastiones del PSOE en A Montaña, comarca en la que las aguas volvieron a su cauce y no hubo giros de guion. Allí sigue mandando el sota, caballo, rey.

A las puertas de la Meseta, José Luis Raposo eliminó a su rival popular, no le dio oportunidad a un BNG que volvía a intentar su regreso al pleno y se hizo con toda una corporación gracias a conseguir cerca del 80% de las papeletas y los siete ediles que, al menos en esta legislatura, tendrá el municipio. Bajar de los mil habitantes implicó un cambio de rango -de nueve a siete actas- que también afectó a los concellos de As Nogais y Navia de Suarna.

En este último, el socialista José Fernández revalida una mayoría que en cifras es idéntica a la de 2019 -cinco ediles-, pero que en la práctica se acomoda, pues enfrente solo tiene a dos populares, en lugar de los tres integrantes del PP y uno del BNG que tuvo estos últimos cuatro años.

Y si en A Fonsagrada y Navia el partido de la gaviota se desinfla, lo cierto es que juega a equilibrar y coge aire en municipios como Cervantes. Allí, Benigno Gómez Tadín cedió un edil en favor de los populares al perder él 113 sufragios y ganar la oposición diez papeletas. Estas les sirvieron para recortar unas distancias que, con 150 votos de diferencia en medio, siguen siendo pareciéndoles demasiado largas a los del PP.

Tampoco no fueron suficientes los 64 votos que consiguió un BNG, que regresaba a la palestra y que se quedó a las puertas del consistorio cervantego.

En cuanto a feudos populares, Miguel González Piñeiro consiguió, en su incursión como cabeza de lista, mejorar los ya de por sí generosos resultados de su padre y anterior regidor, Manuel González Capón. Este, en 32 años de gobierno, nunca pudo superar la barrera de los ocho ediles, marca que fulminó su hijo en la noche del domingo, una vez que se hizo con el bastón de mando tras el fallecimiento de González Capón hace casi cuatro años.

El mandato del joven convenció a los baralleses, al menos a ocho de cada diez, y su gesta, que se vislumbraba desde el inicio del recuento, incluso fue merecedora de la felicitación de su adversario, el socialista Jaime González del Río. Él será la única representación del PSOE en una corporación teñida de azul, al perder el otro edil que tenía y 169 votos.

Y sin apenas novedades continúan en Baleira, cuyo alcalde, el popular Ángel Enrique Martínez-Puga, lo seguirá siendo otros cuatro años más con una mayoría fácil. Y eso que el haber conquistado al 58% de los votantes sabe a poco en comparación del 67% de 2019, pero le permite amarrar las seis actas que heredó del histórico Francisco Acal y que se mantienen inalterables desde su llegada a la alcaldía, en 2015.

Los socialistas tampoco variaban su presencia en el pleno, pero la irrupción del Bloque, con 90 apoyos y un edil, reconfigura el tablero político baleirés sin inmutar siquiera al equipo de gobierno, como tampoco lo hizo el intento frustrado de Vox por lograr representación. Con solo 20 votos, se quedaron lejos del edil.

Finalmente, el PP de As Nogais vuelve a unos resultados que ya conoce y que le permiten a Jesús Núñez custodiar su mayoría, ahora con cinco de siete concejales en lugar de seis de nueve, si bien cabe reseñar que a él le restaron apoyos y a la debutante Sonia Fernández le dieron diez más de los cosechados en los comicios de 2019.

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