Si las elecciones municipales en Vilalba se produjesen hoy mismo, parece que poco o nada cambiaría con respecto a hace cuatro años. El PSOE seguiría siendo la fuerza más votada, manteniendo sus ocho ediles o, en el peor escenario, perdiendo uno. El PP se quedaría en, por aquel entonces sorprendente, segundo lugar y conservaría sus siete representantes o, como mucho, perdería uno. Vilalba Aberta conseguiría las mismas dos llaves, e incluso tres, y el BNG estaría a las puertas de conseguir representación.
Al menos, así se desprende del sondeo realizado a través de más de un centenar de llamadas telefónicas por la empresa catalana Infortécnica entre abril y mayo para El Progreso. Sin embargo, todo podría variar en los días que restan hasta el 28-M si alguna de las cuatro candidaturas logra convencer a quienes ahora mismo ganarían realmente las elecciones en la encuesta: el 50% que no ha mostrado preferencia por ninguna de las cuatro opciones.
Las personas indecisas suponen el 34,4% de las preguntadas y a ellas se une el 16,1% de aquellas que han mostrado su preferencia por votar en blanco o por una abstención en los comicios de 2019 alcanzaba el 28,71%.
¿Pueden la campaña electoral o las listas inclinar la balanza? El PSOE, al que la encuesta da un apoyo del 43,3%, ha hecho una apuesta de continuidad, con pocos cambios en sus filas. Elba Veleiro es una persona con pegada. El sondeo le otorga un nivel de conocimiento entre los encuestados que alcanza el 92,8% y una valoración de seis sobre diez. Un aprobado alto, con un descenso de seis décimas —tenía un 6,6 en el sondeo de 2019— tras cuatro años de un gobierno con altibajos.
La marcha del número dos, Rodrigo Pavón, se suplió con quien ocupaba el 17, el histórico Eduardo Vidal, que se queda. Ocupa el tercer puesto de una lista en la que la principal novedad, Paula Vigo, se sitúa cuarta. Sale Xosé Teixeiro y Vanesa Siso baja al noveno puesto, el que marca esa mayoría absoluta a la que todo partido aspira, pero que en Vilalba se antoja lejana para todos, según el sondeo.
El PP, al que Infortécnica da un 40,9% de apoyos, por el contrario, ha renovado su propuesta para tratar de revertir los, para ellos, malos resultados del 2019, con incorporaciones efectistas, como la de Álvaro Fraga como número dos, o el regreso de un clásico como José María García-Leira Boado. Liderándolos se sitúa la diputada autonómica y actual portavoz municipal Sandra Vázquez quien, pese a llevar desde 2015 en la corporación y ser conocida por un 82,7%, parece que tiene trabajo que hacer. Aprueba con un 5,5%, pero es la menos valorada de los cuatro candidatos.
Justo por encima de ella, con una nota de 5,8 y conocido por un 72% de los encuestados se sitúa el nuevo candidato del BNG, Tino Alvite, quien, junto a su equipo, deberá realizar un último esfuerzo si quiere alcanzar su meta: que al menos un edil nacionalista vuelva a sentarse en el salón de plenos vilalbés. El porcentaje de votos del BNG sería del 3,2%.
Esa representación parece ternerla asegurada Vilalba Aberta (15,7% de votos), que no solo conservaría sus dos sillones, sino que incluso podría sumar un tercero. La buena imagen de la formación es un eco de la de su portavoz y cabeza visible, Modesto Renda, el candidato mejor valorado, con un 6,4 de puntuación —6,6 en 2019—. Destaca, además, su grado de conocimiento, pasando del 57,8% de hace cuatro años a superar el 88% en la actualidad. En definitiva, aunque el sondeo apunta a la continuidad, los indecisos tienen la llave.
