La incertidumbre sobre el resultado para el gobierno de la Diputación, con un recuento de infarto en la mesa electoral del centro social de Fingoi, en la capital lucense, que por momento le daba al PP una mayoría absoluta que finalmente no obtuvo, marcó la jornada electoral del 28-M en la provincia de Lugo.
Los datos de recuento publicados este lunes por el Ministerio de Interior darían al PP la mayoría absoluta en la Diputación. Pero no tienen en cuenta el error en la asignación de un centenar de votos en el municipio de Castro de Rei, que figuran para el BNG y que le corresponden al PSdeG-PSOE. Cuando la Junta Electoral haga esa reasignación de votos, socialistas y nacionalistas podrían mantener en coalición el gobierno de la corporación provincial, con 13 actas frente a 12 del PP.
Pese a todo, los populares volvieron a demostrar músculo al ganar en 42 de los 67 municipios de la provincia, a pesar de que no en todos logrará la alcaldía debido a los pactos que pueden lograr otras formaciones. Mientras, El PSOE, que podrá retener la presidencia de la Diputación y reeditar el bipartito con el BNG, logró la victoria en 21 concellos, mientras que los nacionalistas ganaron en dos municipios —Muras y A Pobra do Brollón— y la coalición Contamos en otros dos, Sarria y Becerreá.
Suspense
Los nervios entre los tres grandes partidos por conocer los resultados en la Diputación tardaron en disiparse. Pasaba media hora de la medianoche cuando finalizaba el recuento de una de las tres mesas de Fingoi, con un elevado censo y que, al igual que en otras elecciones, suele tener un escrutinio más lento. Los populares confiaban en que el resultado final les podría dar tanto la mayoría absoluta en el Concello de Lugo como en la Diputación y, una vez se conocieron los números, el recuento no le daba a Elena Candia para asegurar la alcaldía, pero sí para que el PP logrará un diputado provincial decisivo.
Sin embargo, la euforia de los populares se tornó en decepción tras conocer que los datos del Concello de Castro de Rei, incluido en el partido judicial de Lugo, contenían un error, ya que 118 votos obtenidos por el PSOE se le contabilizaban al BNG.
El problema fue comunicado por el alcalde popular de ese municipio, Francisco Balado, y, una vez fue subsanado, finalmente fueron ese centenar de votos los que decidieron la Diputación, ya que el PP se quedó a 163 sufragios de la mayoría absoluta.
La alegría cambió entonces de bando y fueron socialistas y nacionalistas lo que celebraron que, además de haber conseguido retener la mayoría en la capital, también lo hacían en la Diputación. Así, en los seis partidos judiciales de la provincia se repetía el reparto de escaños de 2019, con 12 escaños para el PP, diez para el PSOE y tres para el BNG.
En la circunscripción de Lugo, el crecimiento en 5.836 votos en la capital lucense por la candidata Elena Candia con respecto a hace cuatro años no fueron suficientes para cambiar la balanza en la Diputación, donde se mantuvo el reparto de 6 (PP), 4 (PSOE), 2 (BNG).
Mientras, en otro partido judicial donde estuvo el PP a punto de lograr los dos diputados en juego, el de Chantada, finalmente el reparto quedó en 1-1 para socialistas y populares, el mismo resultado que en las circunscripciones de Monforte y Vilalba.
En A Montaña, los socialistas volvieron a fraguar su triunfo y adjudicarse el único diputado en liza con una holgada victoria en A Fonsagrada, Ribeira de Piquín y Negueira de Muñiz.
En la de Mondoñedo, que abarca a todos los concellos mariñanos, el resultado fue el mismo que hace cuatro años, con tres escaños para el PP, dos para el PSOE y uno para el BNG, que aguantó ese acta pese a perder la alcaldía de Ribadeo, donde los populares logran la mayoría absoluta.
De hecho, Ribadeo será el municipio lucense con más población en el que tienen el PP asegurada la alcaldía, donde le arrebata el gobierno al BNG, que cambió de candidato tras la renuncia a presentarse de Fernando Suárez Barcia.
Por lo demás, en Lugo se reeditará el bipartito liderado por Lara Méndez y Rubén Arroxo, y en Monforte volverá a gobernar con mayoría absoluta José Tomé, pese a que su partido perdió una concejalía. Otros socialistas también tendrán aseguradas las alcaldías gracias al apoyo de varias formaciones, como Fran Cajoto en Foz, Elba Veleiro en Vilalba y María Loureiro en Viveiro. Mientras, en Sarria, el independiente Claudio Garrido tiene seguro repetir como alcalde al ser el más votado.
El PP, sin embargo, mantiene la hegemonía en los municipios más pequeños o en cabeceras de comarca como Chantada, donde el popular Manuel Lorenzo aumenta su ventaja.
También continuarán con mayoría otros alcaldes populares que siguen tenido gran tirón entre su electorado, como el de Friol, José Ángel Santos, quien logra el mayor porcentaje de la provincia, con un 83,7% de los votos, seguido de cerca por el Baralla, Miguel González Piñeiro, quien en su debut como cabeza de lista, logró el 81,4% de los votos. Mientras, uno de los regidores veteranos del PP, el de Carballedo, Julio Yebra, conseguía caso el 78% del total de sufragios.
En el PSOE también hay regidores que mantienen el tirón entre su electorado, como los alcaldes de Pedrafita do Cebreiro, José Luis Raposo, y el de Ribeira de Piquín, Roberto Fernández, que conseguían llegar al 76,8 y al 77,08%, respectivamente. Mientras, el único regidor nacionalista con mayoría absoluta es el de A Pobra do Brollón, con el 51,4% de los sufragios.
Resultados
Con el 100% de los votos escrutados, los populares alcanzaron en la provincia el 44,71% de los sufragios y sumaban 351 concejales, 22 más que hace cuatro años. El PP logró una subida de 8.878 votos con respecto a las municipales de 2019 al lograr 85.640 sufragios. Los socialistas pasaron de 272 a 228 ediles con un 28,89% de los sufragios, frente al 32,4% de hace cuatro años. El PSOE perdió 8.635 votos con respecto a hace cuatro años, casi los mismos que subían los populares.
El BNG superaba ampliamente las cifras de votos logradas en 2019, con un total de 30.800 sufragios, frente a los 24.226 de hace cuatro años y 87 concejales, 13 más. El porcentaje también subía desde el 12,2% del total hasta el 16,08 de ahora. Mientras, Contamos, la coalición impulsada por los alcaldesa de Becerreá y Sarria, conseguía 4.589 votos y un 2,39% de los votos, pero no consumaba su objetivo de lograr un diputado provincial que podría condicionar el gobierno de la Diputación.
Cabe destacar el desplome de Ciudadanos, que lograba casi 1.700 votos y ningún concejal frente a los 4.331 sufragios de hace 4 años, donde también había obtenido cuatro actas, dos en Lugo y dos en O Corgo.
Otra coalición que tampoco funcionó fue la formada por Podemos y Esquerda Unida, que concurrían por primera vez en la capital y solo obtuvieron 710, frente a los 3.224 que por separado habían obtenido en 2019. Además, el partido morado, que iba en solitario en Viveiro, solo obtuvo 200 apoyos. Vox fracasó en su intento de irrumpir en los ocho concellos de Lugo donde presentaba listas. En el total de la provincia, consiguió 1.481 votos, pocos más de los 980 que había obtenido en Lugo en 2019.
Los pactos serán necesarios en 16 corporaciones
La falta de mayoría absoluta siempre ha sido un condicionante para el PP de cara a pactar gobiernos con otras formaciones y en estas elecciones volverá a tener difícil superar las 31 alcaldías que tiene seguras por tener más concejales que el resto de formaciones juntas.
Es el caso de Vilalba o Viveiro, donde a pesar de que las candidaturas populares fueron las más votadas, lo más probable es que las actuales alcaldesas reciban el apoyo de otros grupos. Sin embargo, en otros municipios con presencia de grupos independientes, el PP podría intentar un pacto para lograr la alcaldía o al menos estar en el gobierno, como pueden ser en O Valadouro o incluso en Alfoz, donde la lista más votada fue la del PSOE.
Más difícil lo tendrá en concellos donde también el PP fue la lista más votada por primera vez, como es el caso de Samos, cuyo actual alcalde decidió apostar por los populares tras encabezar su hijo la lista. Pese a conseguir la mayoría simple, la unión de BNG y PSOE seguramente dé la alcaldía a los nacionalistas.
Lo mismo puede ocurrir en Barreiros, donde el hecho de haber conseguido rebasar al BNG no va a impedir que la actual regidora nacionalista repita al frente de la alcaldía, mientras que en Taboada, donde el PP acaba de perder la mayoría absoluta, es casi seguro que la alcaldía acabe en manos de los socialistas.
Mientras, en el caso de Sarria y Becerreá, los pactos darán las alcaldías a los candidatos de Contamos.
Denuncias
La jornada electoral no estuvo exenta de polémicas en la provincia y, así, el PSOE de Lugo presentó una denuncia ante la Junta Electoral por un presunto ‘carretaxe’ de votos en el asilo de ancianos de la capital lucense. Su denuncia llega tras la difusión de unas fotografías a través de eldiario.es en las que supuestamente las monjas introducen las papeletas en los bolsillos de los ancianos.
El PSOE recuerda que un juzgado de Lugo ya dictaminó en 2017 que en ese centro se ejercía ‘carretaxe’, si bien el auto fue archivado al considerarse que los hechos "no encajaban con ningún ilícito delictivo".
Mientras, el Partido Popular denunció ante la Junta Electoral de zona de Monforte de Lemos la utilización de medios audiovisuales de la Diputación de Lugo por parte de su presidente y candidato del PSOE a la alcaldía de Monforte, José Tomé, para cubrir su votación en un colegio electoral de la localidad lucense.
Según la denuncia, el Servizo de Audivisuais de la Diputación de Lugo (TIC) "no solo acudió a cubrir" la votación del candidato socialista, algo que, destacan los populares, "sin duda hubo de motivar el oportuno desplazamiento de personal", sino que "además lo publicó en las distintas redes sociales", entre ellas en Twitter.
Recupera Pontevedra
El PPdeG ha logrado este domingo la mayoría absoluta en la Diputación de Pontevedra, que recupera ocho años después.
Al final del recuento, los populares tienen exactamente 14 diputados. El PPdeG gana 3, hasta los 14, el PSdeG pierde 4, hasta los 9, y el BNG gana 1, hasta los 4; por lo que cambia el color político del organismo.
Las fuerzas de izquierda mantienen la Diputación de A Coruña, que al final del recuento tiene a estos partidos con 17 representantes, sobre una mayoría absoluta de 16.
El PPdeG (14) sigue con su representación, igual que el PSdeG (11), mientras que el BNG (4) gana un diputado, Alternativa dos Veciños (1) se queda igual y desaparece Marea Atlántica.
En Ourense, también con el 100 % del escrutinio y la mayoría absoluta también en 13, los populares continúan con un diputado menos de los necesarios.
El PPdeG se queda igual (12), el PSdeG pierde 2 hasta los 7, Democracia Ourensana gana 2 hasta los 3 y el BNG también gana 2 para quedarse con 3, mientras que desaparece Ciudadanos.
Esta situación deja al partido de Manuel Baltar sin mayoría absoluta, una situación que en 2019 salvó con un pacto con Gonzalo Pérez Jácome (Democracia Ourensana), aunque ahora la correlación de fuerzas en el Ayuntamiento hace que el independiente pueda llegar a ser alcalde sin necesidad de los populares.
