La subida de precios se ceba con Galicia y la inflación se dispara más allá del 10%

Es la cuarta comunidad en la que más subió el coste de la vida en el último año. En el súper lideran las alzas el aceite, la leche y los huevos 
Un consumidor ante los lineales de la leche en el supermercado. EP
photo_camera Un consumidor ante los lineales de la leche en el supermercado. EP

La detonación de la guerra en Ucrania a finales de febrero fue la gasolina que alimentó el incendio de la inflación. La electricidad, el gas o los carburantes ya subían antes, pero su precio se disparó aún más por el impacto del conflicto bélico en los mercados, provocando que se encarecieran más otros capítulos de gasto indispensables como la alimentación e infinidad de bienes y servicios. Con ese telón de fondo, el índice de precios de consumo (IPC) en Galicia escaló al 10,5% en tasa interanual en marzo tras incrementarse 3,3 puntos de golpe en un solo mes, su nivel más alto desde octubre de 1984. Superó así la inflación media de España, que cerró el mes en el 9,8%. De hecho, fue la cuarta comunidad con la tasa más elevada, en un ranking que encabezó Castilla-La Mancha (11,7%).

Con las economías domésticas y el tejido empresarial preguntándose cuándo cesará la escalada de precios mientras aguantan el chaparrón, la Fundación de las antiguas cajas de ahorros Funcas pronostica que la inflación habría tocado techo en marzo para empezar a descender en abril. Eso sí, deja claro que seguirá "en niveles muy elevados" todo el año.

En cuanto a lo ocurrido el mes pasado, los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (Ine) confirman que los suministros de luz y gas y el repostaje fue lo que más se encareció. Los productos energéticos experimentaron un alza del 61,9% y los carburantes y combustibles repuntaron un 42,7%. Este fuerte avance repercutió en la factura eléctrica de hogares, negocios e industrias, a pesar de la bajada de impuestos impulsada por el Gobierno central en el recibo, y elevó el gasto en los surtidores de las estaciones de servicio. Esto último fue precisamente lo que desencadenó el paro del transporte y abocó al Ejecutivo a aprobar una bajada del diésel y la gasolina de 20 céntimos por litro. Aun con el descuento, el precio de los carburantes en Galicia es el más elevado al menos desde 2007, cuando arranca la serie de datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

HACER LA COMPRA. El otro golpe al bolsillo lo da la lista de la compra. El capítulo de alimentación era en marzo un 6,8% más caro que en el mismo mes de 2021, lo que supone un avance anual sin precedentes al menos en las dos últimas décadas. Eso es lo que subió de media llenar la despensa y la nevera, pero hay diversos productos básicos que registraron una escalada mayor. El aceite volvió a liderar las alzas (+32,4%), seguido de los huevos (+12,1%), la leche (+10,8), el pescado (+9,8) o el capítulo de cafés, infusiones y cacao (+9,6%). Los cereales, el pan o la carne de ovino y pollo también se anota ron subidas de entre el 7 y el 9%. Y la fruta y las legumbres subieron un 6%. Salvo las patatas y la carne de cerdo, todos los demás alimentos habituales en cualquier mesa costaban más que hace un año. 

Incluso descontando el impacto de la volatilidad de los alimentos no elaborados y los productos energéticos, la llamada inflación subyacente registró su valor más alto desde septiembre de 2008, al aumentar hasta el 3,4%.

ROPA Y OCIO. Con el efecto dominó de la inflación también se han encarecido los planes de ocio. Los precios en restaurantes y hoteles han subido un 5,5% en el último año en Galicia, justo cuando se ve ya la luz al final del túnel de la pandemia y la sociedad tiene ganas de recuperar el tiempo perdido. También exige un mayor esfuerzo económico comprar ropa y calzado (+1,5%). Muebles, electrodomésticos o seguros también han subido.

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