Standard and Poor's mejora la calificación de la deuda española ante la perspectiva de crecimiento

La agencia de medición de riesgos Standard and Poor's (S&P) ha elevado hoy la calificación de la deuda española un escalón ante la perspectiva de que mejore el crecimiento y la competitividad de la economía, como resultado de las reformas estructurales que se vienen aplicando desde 2010.

S&P ha subido la nota de BBB- a BBB, un aprobado medio que sitúa la deuda española dos peldaños por encima del bono basura, en tanto que le adjudica una perspectiva estable.

Asimismo, la agencia ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento de la economía española para el periodo 2014-2016, para el que pronostica un avance medio anual del 1,6 %, frente al 1,2 % inicialmente calculado.

La mejora es atribuida a las reformas, en especial a la del mercado de trabajo, que S&P considera que ayudará a recuperar el empleo, lo que cree que traerá consigo una mejora de los ingresos fiscales del país y ayudará a estabilizar la calidad de los activos del sistema financiero.

En su informe señala al turismo como motor de la creación de empleo, y apunta que la liberalización de horarios en el comercio minorista, el fomento del trabajo a tiempo parcial y las facilidades a la creación de empresas son otros factores que están impulsando la recuperación económica.

A ello suma las "considerables" ganancias en competitividad que han sido consecuencia del ajuste de los costes laborales unitarios, el aumento del peso de las exportaciones españolas en el comercio mundial y el bajo nivel de inflación.

Entre los elementos negativos, destaca el aumento de la deuda pública por encima del 90 % del producto interior bruto, lo que unido a la deuda de hogares y empresas, dice que suma un apalancamiento total de la economía superior al 300 % del PIB, sólo superado por Irlanda y Portugal en la zona del euro.

La agencia considera que la recuperación de la economía ayudará a seguir reduciendo gradualmente el déficit público y la deuda de las administraciones, aunque también cree que la deuda privada podría frenar la demanda interna durante un periodo prolongado, en especial si la inflación se mantiene baja durante mucho tiempo.

Por esta razón, augura que las exportaciones seguirán teniendo una importante contribución en el PIB, dado que el proceso de desapalancamiento del sector privado podría ralentizar la reactivación del consumo y las inversiones.

Respecto al objetivo de déficit para este año (5,5 % del PIB) cree que se podrá cumplir sin mayores esfuerzos, pero se muestra menos convencido respecto a las metas que España se ha marcado para 2015 y 2016 (4,2 % y 2,8 %), ya que no espera que se puedan lograr sin medidas adicionales.

En este sentido, avisa de que 2015 será año electoral, y del riesgo de que ello se traduzca en desviaciones de la política fiscal y estructural que podrían poner en peligro los objetivos de reducción del déficit y de crecimiento económico.

Según la agencia, el pago de intereses de la deuda pública probablemente representará alrededor del 9 % de los ingresos hasta 2017, aunque por otra parte no prevé que el Estado tenga que volver a incurrir en costes asociados a nuevas recapitalizaciones de la banca. Al mismo tiempo, espera que la persistencia de "tensiones" entre el Gobierno central y los autonómicos puedan mantenerse "contenidas".

Respecto a futuras revisiones de la calificación, S&P señala que podrían ser al alza si el déficit se reduce más de lo previsto y la deuda se estabiliza, y si la posición financiera respecto al exterior sigue mejorando y se produce una "marcada mejoría" de las condiciones de acceso a la financiación para el sector privado.

Por el contrario, la revisión sería a la baja si las perspectivas de crecimiento fallan, si la deuda pública sigue aumentando o si los intereses asociados a ella se elevan de forma insostenible y si la balanza por cuenta corriente se vuelve a deteriorar. 

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