Saab se declara insolvente y propone unirse a Opel

El fabricante sueco de automóviles Saab, filial del grupo estadounidense General Motors, ha presentado la declaración de insolvencia ante su práctica quiebra, aunque continuará por ahora con la producción de vehículos.
 
Fuentes del consejo de control de Saab, fabricante de automóviles de gama alta, explicaron que la supervivencia de la compañía podría estar en su unión al fabricante alemán Opel, filial igualmente de General Motors y también en situación crítica.

Por su parte, el Gobierno de Suecia ha rechazado la nacionalización de Saab para evitar su quiebra, pese al riesgo de desaparición de la marca, que busca comprador desde hace un año.

Eludir responsabilidades

La ministra sueca de Industria, Maud Olofsson, señaló que su Gobierno estaría dispuesto a avalar un eventual crédito del Banco Europeo de Inversiones para intentar salvar a la automovilística, pero descartó su compra u otro tipo de ayudas reclamadas también por General Motors, medidas que consideran ''poco realistas''.

Además, la titular sueca de Industria mostró su decepción con General Motors, que pretende deshacerse de Saab después de dos décadas como propietario mayoritario y eludir responsabilidades, ''trasladándolas a los contribuyentes suecos'', lamentó Olofsson.
 
Saab da empleo a unos 4.100 trabajadores en Suecia, la gran mayoría en la fábrica de Trollhättan, al suroeste del país. No en vano es el segundo fabricante sueco de automóviles, 94.000 en 2008, por detrás de Volvo.

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