Rosaura Leis: "Los productos del mar son básicos en nuestra dieta"

La presidenta del comité científico de la Fundación Dieta Atlántica de la USC asegura que la dieta gallega está "en peligro" y lamenta que los niños se estén acercando a un estilo más occidental
Rosaura Leis. CEDIDA
photo_camera Rosaura Leis. CEDIDA

Rosaura Leis es profesora titular de Pediatría y presidenta del comité científico de la Fundación Dieta Atlántica de la USC y recientemente participó en el I Foro de Fomento de Consumo de Peixe, Alimentación Saudable e Sostible na Dieta Atlántica, organizado por la Consellería do Mar de la Xunta. Allí analizó la evolución de la dieta gallega en los últimos años e incidió en la importancia de consumir productos del mar para tener "una dieta saludable".

La gastronomía gallega es el resultado de acontecimientos históricos que se inician con la cultura castrense y que duran dos milenios. En su opinión, ¿qué evolución ha tenido en los últimos años esta dieta de nuestra comunidad?
La dieta en Galicia evolucionó a un ritmo similar que en el resto de las comunidades autónomas y en el resto de países. Los cambios de vida homogeneizaron un poco la alimentación y la actividad física, adquiriendo una dieta más occidentalizada y que se va alejando de nuestras dietas tradicionales y saludables. Una dieta pobre en grasas omega 3 o en fibra. Es decir, vamos abandonando dietas saludables por otras que no son tan saludables.

La dieta tradicional gallega ha permitido situar a Galicia como una de las comunidades más longevas del mundo. ¿Cree que seguiremos en ese camino en el futuro?
Evidentemente en la longevidad ha tenido algo que ver la genética, pero un papel muy importante lo tienen los estilos de vida: la dieta y la forma de vivir. Nuestros niños hacen poca actividad física y dedican mucho tiempo a las pantallas, por lo tanto hay mucho sedentarismo. Además, están perdiendo la adherencia a nuestros estilos tradicionales, haciendo una dieta más occidental. Esto lo vemos en la alta prevalencia de obesidad que tenemos en niños y adolescentes. Por tanto, si no frenamos esto, nuestros niños van a vivir menos y, sobre todo, tendrán peor calidad de vida de la que tuvieron sus abuelos. Llegó el momento de actuar y de promocionar nuestro estilo de vida atlántico para mantener nuestra calidad de vida y nuestra longevidad.

Llegó el momento de promocionar nuestro estilo de vida atlántico para mantener nuestra calidad de vida y la longevidad

Para mantener o mejorar nuestra calidad de vida y nuestra longevidad es necesario tener una dieta saludable. Con ese objetivo en mente, ¿qué importancia tiene consumir productos del mar?
El objetivo es mantener la adherencia a la dieta atlántica y, para ello, el pescado o el resto de productos del mar, como los mariscos o las algas, juegan un papel fundamental. Aportan proteínas de alto valor biológico, omega 3, proteínas y minerales. Son básicos en nuestra dieta atlántica y tenemos que recuperar ese consumo por parte de nuestros niños y mantenerlo en el resto de la familia y en los ancianos.

¿Cómo contribuye el consumo de pescado y mariscos a la hora de tener una vida más saludable?
Por sus componentes de proteínas de alto valor biológico ayudan al crecimiento de nuestros niños y al desarrollo de la masa muscular. Además, como aportan ácidos grasos omega 3, estos son fundamentales para el desarrollo cerebral y de la retina intelectual de nuestros niños y previene de determinadas enfermedades neurológicas. Su consumo ayuda a la prevención cardiovascular e incluso podría evitar también el reinfarto.

Comer pescado y marisco ayuda a la prevención cardiovascular e incluso podría evitar el reinfarto

En el foro de Dietlántica presentó un estudio en el que se demostraba que ningún niño cumple actualmente con las recomendaciones de consumo. ¿Por qué cree que ocurre esto?
Es un estudio de nuestro grupo en el que hacemos un cuestionario sobre cuál es la dieta de nuestros niños y, según las recomendaciones de cuántos y qué alimentos hay que consumir, ninguno de los niños que encuestamos cumplían todas las recomendaciones. Los motivos son que se están separando de las dietas tradicionales, que consumen muchos alimentos que no son recomendables o que cuya recomendación es de manera esporádica. Además, muchas veces son alimentos fáciles de consumir y ligados a la publicidad.

Dentro de esos alimentos que se recomienda consumir a diario, ¿cuáles podríamos destacar?
A diario tenemos que consumir cereales, porque son la base de la pirámide y, fundamentalmente integrales. Además, hay que consumir tres raciones de fruta y dos de verdura y, al menos, tres lácteos. Semanalmente, hay que consumir entre tres y cuatro raciones de pescado, legumbres, nuestra carne gallega también es buena y, por último huevos. Por otro lado, aquellos alimentos que son ricos en azúcar deberíamos evitarlos o disminuir su consumo. Por ejemplo, la bollería.

Por otro lado, el comedor escolar es sin duda un lugar de educación nutricional. ¿Qué parámetros debería cumplir?
En los comedores deberíamos tener nuestra dieta atlántica. Los niños deberían consumir entre dos y tres veces a la semana pescado, además de verduras, frutas como postre y agua. Es una comida muy importante en la que el niño va a ir aprendiendo y es una garantía de que si ahí cumple con las recomendaciones tenemos más facilidad para cumplir con las recomendaciones diarias en el resto de comidas.

¿Cree que nuestra dieta atlántica está en peligro de extinción?
Yo espero que no. Está en peligro pero conseguiremos superarlo si entre todos mantemos nuestra dieta, si mantenemos el consumo de pescado y productos del mar como una base para una mejor salud nutricional.

La vitamina D se produce en la piel y en Galicia estamos en riesgo de tener un déficit

En el I Foro de Fomento de Consumo de Peixe, Alimentación Saudable e Sostible na Dieta Atlántica habló de una nueva pandemia, la conocida como Hipovitaminosis D. ¿En qué consiste?
La vitamina D es mucho más que una vitamina, es una hormona con efectos sobre la salud. La vitamina D se produce fundamentalmente en la piel, y en Galicia, por la poca incidencia de los rayos de sol, estamos en riesgo de tener un déficit. Pero además, la dieta que estamos haciendo tampoco ayuda a aportar la vitamina D que debería aportar.

Es verdad también que en lugares como puede ser el Caribe, donde hay sol, hay también déficit de vitamina D porque la grasa corporal se liga a niveles bajos de vitamina D, que es liposoluble, y la atrapa la grasa corporal. Esta es la nueva gran pandemia, que además se liga al aumento de la liposidad y de la obesidad. Los riesgos ante esta situación son importantes.

El déficit de vitamina D puede suponer más infecciones, sobre todo infecciones respiratorias, también a nivel óseo y de otras muchas enfermedades autoinmunes. Incluso ahora empezamos a ver artículos que la relacionan con un mayor riesgo de infección por covid y, sobre todo, con una mala evolución de esta infección.

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