En medio de una crisis energética agravada por la guerra en Ucrania que ha disparado los precios de la electricidad, el gas y el carburante, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Comisión Europea lanzan una guía con nueve acciones al alcance de cualquier ciudadano que permitirían a un hogar tipo ahorrar más de 450 euros al año en sus facturas.
La primera es una receta muy repetida y a veces controvertida: bajar la calefacción, si es que puedes encenderla con precios desbocados como los de este invierno. La AIE y Bruselas señalan que por cada grado que se baje el termostado de casa el gasto se reduce en más de 70 euros al año.
Otro pequeño gesto que llaman a contemplar es ajustar la configuración predeterminada de las calderas para ahorrar hasta un 8% de la energía utilizada para calentar las habitaciones.
Ahora que vamos hacia el verano, proponen mesura con el aire acondicionado. Subirlo solo un grado permitiría pagar hasta 20 euros menos al año. Tanto con este sistema de ventilación como con la calefacción, recomiendan bajar la temperatura en las estancias que no se usan y ajustarla según el tipo de habitación. "No necesitas tener la misma temperatura en tu dormitorio y baño", señalan como ejemplo.
En la lista de consejos también está teletrabajar. Aunque esta modalidad aumenta el consumo energético del hogar, sin ir a la oficina se ahorra en combustible y otros gastos. Si el puesto lo permite, la AIE destaca que trabajar desde casa tres días a la semana podría reducir el gasto en repostaje en 35 euros al mes de media.
Si hay que coger el coche, la opción que invita a contemplar son los viajes compartidos con familia, amigos o vecinos. También se recomienda prestar atención a la velocidad y evitar conducir demasiado rápido. Pisar ligeramente el freno cuando se circula por autopista o autovía, en 10 kilómetros por hora, ayudaría a ahorrar unos 60 euros al año en carburante.
Llamativa es la propuesta de declarar en las ciudades los domingos sin coches. Y hacerlo "con frecuencia". Es una práctica habitual ya en Bruselas, Edimburgo, Milán o París. Para quien viva en una gran urbe, dejar el automóvil en casa todos los domingos supondría un ahorro de 100 euros anuales.
Para viajes cortos, el consejo es usar la bicicleta, un scooter eléctrico o directamente moverse a pie. Como alternativa también se apunta al transporte público.
Menos avión y más tren es la última receta, siempre que sea práctico y asequible. La AIE y Bruselas creen que las empresas deberían fomentar los viajes en convoy en lugar de vuelos de corta distancia para los viajes de negocio.
Destacan que con estas medidas no solo se ahorra en las facturas, sino que también se reduce la dependencia energética de Rusia. Se necesitarían 220 millones de barriles de petróleo menos al año en la UE, suficientes para llenar 120 superpetroleros, y 17.000 metros cúbicos de gas menos, con los que calientan 20 millones de hogares.
