El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, exigirá mañana en la reunión del Consejo Europeo de Bruselas que la UE adopte todas las medidas que sean necesarias para hacer frente al fraude y la evasión fiscal y pedirá que se acelere la aplicación de las inversiones previstas en el denominado plan Juncker.
Los líderes comunitarios se darán cita mañana y el viernes en la capital belga para celebrar la que será su última reunión del año, y Rajoy, además de asistir a ella, acudirá a un acto con otros dirigentes europeos, entre ellos el primer ministro británico, David Cameron, sobre las negociaciones del tratado de libre comercio entre la UE y Estados Unidos.
Ante el debate que habrá en el Consejo Europeo, Rajoy ha enviado una carta a su presidente, el polaco Donald Tusk, en la que le pide que haya nuevas iniciativas en la UE para hacer frente al fraude y la evasión fiscales.
Fuentes del Gobierno han subrayado que las medidas que se están adoptando por España y otros socios de la UE deben complementarse con otras de ámbito europeo que garanticen la eficacia de todo el entramado normativo contra esas prácticas.
Hoy mismo, en la sesión de control al Gobierno celebrada en el pleno del Congreso, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha explicado que España instará al Consejo Europeo a que se intensifiquen los esfuerzos contra el fraude y la evasión fiscal y para combatir la planificación fiscal excesiva y el traslado de beneficios de las empresas a países con menor tributación.
Un debate que los lideres de la UE van a abordar después de que se desvelará el denominado caso de los LuxLeaks, que ha revelado acuerdos secretos sobre ventajas fiscales entre Luxemburgo y 340 multinacionales.
Otro de los principales asuntos de la cumbre europea será el plan Juncker de inversiones en la UE.
Rajoy pedirá acelerar su aplicación y lo hará junto al presidente francés, François Hollande, tal y como ambos pactaron en la cumbre bilateral celebrada en París el pasado 1 de diciembre. En esa cita, consideraron necesario el impulso y la ampliación de ese plan de inversiones para permitir un mayor crecimiento de la Unión Europea y acordaron pedir financiación a proyectos de interconexión energética entre España y Francia.
El Gobierno considera que el plan Juncker, que prevé movilizar 315.000 millones de euros en inversiones, puede ser muy útil para el crecimiento de la UE, pero apela la cautela y alerta de que no deben crearse expectativas que no se puedan cumplir y generen un sentimiento de frustración.
España ya ha enviado a Bruselas un listado de proyectos susceptibles de beneficiarse de este plan (por un importe de algo más de 50.000 millones de euros) pero no es un documento definitivo, ya que en función de lo que ocurra en los próximos meses (hasta junio) puede ir cambiando.
Por ejemplo, puede haber una variación si prosperara la posibilidad (que España defiende) de que la financiación de algunos proyectos pudieran descontarse de la cifra de déficit.
Horas antes de la cumbre se celebrará en Bruselas el acto sobre las negociaciones con Estados Unidos para lograr un tratado de libre comercio, y Rajoy defenderá en el mismo la trascendencia que un pacto de estas características tendría para ambas partes. También está previsto que el presidente del Gobierno participe en la reunión previa a la cumbre que mantendrán los líderes del Partido Popular Europeo.
Rajoy exigirá a la UE más medidas para hacer frente al fraude y la evasión fiscal
