Otros golpes al bolsillo

La tormenta perfecta dispara el coste de la vida con la subida de luz, gas, butano, alimentos, carburantes o ropa
El camión transportaba bombonas de butano. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El camión transportaba bombonas de butano. VICTORIA RODRÍGUEZ

A las economías domésticas le caen palos por todas partes. Ha subido la luz, el gas natural, el butano, los carburantes y la alimentación dentro de los principales capítulos de gasto en cualquier hogar, pero también otros como la ropa o la sanidad. Es la tormenta perfecta que hace que el coste de la vida se encarezca al mayor ritmo en 13 años justo cuando el bolsillo de muchos ciudadanos necesitaba viento a favor para recuperarse de la crisis del covid. Sin embargo, la coyuntura actual aboca a la mayoría de la población a perder poder adquisitivo en plena espiral inflacionista sin un fin a la vista.

1. El 'sablazo' al repostar

Habría que remontarse a 2012 para encontrar precios tan elevados en los surtidores. El litro de diésel se dispensa de media en Galicia a 1,408 euros, pero en algunas estaciones de servicio rebasa ya los 1,45. En la gasolina, el promedio está en 1,53 euros, si bien en los puntos de venta más caros roza los 1,6. Con este panorama, llenar el depósito cuesta 20 euros más que hace un año.

2. Electricidad en máximos

La escalada del precio de la electricidad es una de las cuestiones que más alarma social ha generado en los últimos meses. Con el coste del megavatio en niveles nunca vistos, los datos relativos al índice de precios de consumo (IPC) dicen que los hogares pagan de electricidad en torno a un 44% más que hace un año. Y todavía no se ve la luz al final del túnel. El precio del megavatio hora, que marca una parte considerable del recibo, cotiza hoy a una media de 157,43 euros —entre las 20.00 y las 21.00 horas llegará a rebasar los 190—, lo que supone multiplicar por más de cuatro el coste que tenía hace justo un año. Las previsiones apuntan a que seguirá en niveles fuera de lo normal al menos hasta la primavera, lo que indica que no habrá a corto plazo un alivio considerable en la factura. El Gobierno ha tratado de contener su escalada con medidas como la reducción de impuestos que gravan la luz, pero la evolución del mercado mayorista diluye el efecto.

3. El gas natural subirá más

Los hogares con gas natural también se ven afectados por este escenario de subidas. Si bien hay que tener en cuenta que para los usuarios acogidos a la tarifa regulada el Gobierno ha puesto un tope temporal al encarecimiento de este suministro para evitar que el recibo se desboque, lo que se deja de pagar ahora se tendrá que abonar después. Así, en la revisión trimestral de octubre subió un 4,6% en lugar del 29% que debería encarecerse de aplicarse la fórmula de revisión vigente.

4. La bombona, en 16 euros

Tampoco se libran del golpe quienes usen butano para la calefacción, el agua caliente o en la cocina. La tradicional bombona naranja de 12,5 kilos de carga cuesta ya 16,12 euros tras anotarse en septiembre una subida de 75 céntimos. Se trata del sexto repunte consecutivo desde noviembre de 2020 y situó el precio de este suministro en su nivel más alto desde inicios de 2015. Solo en el último año se ha encarecido casi cuatro euros. En Galicia, el 34,5% de los hogares utilizan butano para calentar el agua, siendo la fuente más extendida por delante del gas natural y la electricidad.

5. Alimentos por las nubes

Llenar el carro es cada vez más costoso. La alimentación va camino de sumar su sexto año consecutivo de encarecimiento en Galicia. Desde inicios de 2021, este capítulo acumula una subida general del 2,3% en la comunidad, pero hay productos cuyo precio se ha disparado. La palma se la lleva el aceite, con un repunte del 22,8%, pero también destaca el alza en los huevos, la fruta fresca, el pollo, el cordero, o el agua mineral y los refrescos.

6. Vestirse es más caro

Aunque no sea de forma desorbitada, la ropa y el calzado también han subido. Los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que este capítulo estaba en septiembre un 1,1% más caro que un año antes. El colapso en el transporte marítimo mundial por la escasez de contenedores contribuyen a que haya que pagar más por vestirse, pues gran parte del textil viene de Asia. El comercio minorista en general teme problemas de desabastecimiento en los próximos meses.

7. Mal momento para obras

El encarecimiento de materiales como la piedra, la madera, el cobre, la pizarra o el aluminio hace que construir o realizar reformas en casa sea ahora más caro, además de las demoras que conlleva la escasez de materiales por los problemas en las cadenas de suministro a nivel global.

8. Tecnología y juguetes

La escasez de microchips presiona al alza los precios de la tecnología, muy socorrida para regalar en Navidad. Y ojo a los juguetes, que también pueden estar más caros. Otros golpes al bolsillo 

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