"El norte de Portugal está rozando el pleno empleo y con empresas destinadas a instalarse en Galicia"

Víctor Nogueira García lleva las riendas de la patronal gallega de la empresa familiar desde 2017 y sus recetas para capear la crisis del covid son claras: hay que captar inversión, reducir la burocracia y frenar la debacle industrial
Victor Nogueira García. M. RIOPA-PUNTO GA
photo_camera Victor Nogueira García. M. RIOPA-PUNTO GA

Tras la embestida de la pandemia, España despliega una batería de reformas para tratar de restañar sus profundas heridas económicas. El presidente de la Agef y primer espada del Grupo Nogar, Víctor Nogueira (Santiago, 1957), llama a diseñar una política fiscal que permita "generar más riqueza y recursos públicos", convencido de que la "armonización" que Pedro Sánchez pretende imprimir a nivel autonómico no debe ser sinónimo de "una subida impositiva". También le preocupa el marco poco favorable para la industria gallega.

Parece que con las vacunas el grado de incertidumbre económica se ha rebajado. ¿Cuáles son las perspectivas en el medio plazo?
La vacunación es vital, hay que conseguir cuanto antes esa cifra mágica del 70% y, además, hay que inmunizar cuanto antes a los jóvenes, que son carne de cañón en los próximos dos meses. Si damos por hecho que el proceso va a ser así, las proyecciones en el medio plazo son de senda de recuperación, aunque hay que despejar incógnitas. Ha habido sectores como el tecnológico, la construcción y determinadas industrias con cifras espectaculares de crecimiento y desarrollo en la pandemia, y por contra, los hay que prácticamente se han visto reducidos a cero. Cuando la pandemia comience a ser historia, comenzaremos a ver cuántas empresas conseguirán sobrevivir con los mecanismos que se activaron, como los créditos Ico, y con su propia capacidad de resistencia. Ahí tendrá protagonismo el carácter o no de empresa familiar.

"De enero a mayo, las empresas familiares gallegas invirtieron 900 millones en ampliar capital, el triple que en 2020"

¿En qué sentido?
Es una tipología de empresa que, ya en crisis anteriores, demostró una enorme capacidad de resistencia y de asunción de riesgos, pérdidas y problemas. Tirando de ahorros, esfuerzo y de la voluntad de seguir con tu gente, los negocios familiares deberían tener una capacidad importante de supervivencia. Pero no hay que negar que en marzo llevábamos 2.600 empresas menos en Galicia. Hemos tenido una capacidad de tirar de recursos. En la comunidad, se invirtieron 900 millones de euros entre enero y mayo en ampliaciones de capital en las empresas familiares, tres veces más que en 2020. Pero, indudablemente, habrá empresas con problemas de solvencia. Acabará la moratoria en la presentación de concursos de acreedores y hay un problema importante, pues hay firmas que han caído mucho en valor patrimonial y es preciso ayudar a las que eran viables hasta marzo de 2020 para que sigan. El otro aspecto es el adecuado y rápido funcionamiento de los fondos europeos. Indudablemente, habrá negocios que van a caer, pero se tienen que crear otros y los recursos de la UE pueden ser tractores de esta recuperación. Si, además, no hay una terminación brusca de los Erte, podemos tener cierta dosis de optimismo. La verdadera recuperación no se verá en el 2021, sino más bien alrededor del segundo y tercer trimestre del 2022.

La Xunta acaba de iniciar la elaboración de los presupuestos para 2022. ¿Qué esperan desde la Agef?
Es más un tema de carácter global. Como empresarios, nos preocupan muchísimo las tendencias que se plantean desde el Gobierno central de financiar el enorme déficit público con nuevos impuestos. No se logrará por esta vía, sino generando más riqueza. Cuanta más riqueza haya, aunque tengas un tipo impositivo menor, generarás más recursos para el Estado. Hay que hacer una política de fomento del crecimiento, no expansiva en gasto. Para crecer, hay que atraer inversiones nacionales y extranjeras y para eso es muy importante la política fiscal. No se trata de activar una política liberalizadora de hundir los impuestos, sino que tengamos capacidad de ser competitivos y crecer. En España, se habla permanentemente de que tenemos una presión fiscal inferior a otros países y no es verdad. Hay un factor que siempre olvidamos al comparar tipos impositivos: la economía sumergida y, al hablar de tipos efectivos, al ver la cuenta de resultados de una compañía y lo que paga de impuestos, no debemos olvidar lo que ha desembolsado en el exterior por generar esos resultados. En Galicia, nuestra ubicación geográfica es, en algunos casos, una enorme desventaja por la lejanía con algunos mercados. La competitividad debe ser la prioridad de cualquier presupuesto público.

"La verdadera recuperación no se verá hasta el segundo o tercer trimestre de 2022"

¿Con qué instrumentos se puede incentivar?
Hay que tocar diferentes teclas. La de la fiscalidad es importantísima, sobre todo cuando hay diferencias que hacen que, además de no atraer inversiones, determinados patrimonios se vayan. Galicia invierte fuera cinco veces más de lo que recibe y tenemos ejemplos cercanos de fuga de inversiones. El norte de Portugal está prácticamente rozando el pleno empleo y, entre otras cosas, con muchísima empresa destinada a instalarse en Galicia, especialmente en el sur. Se fueron por razones no exclusivamente fiscales y de coste laboral, sino también por la velocidad en la tramitación de las licencias y por la disponibilidad de suelo. Por otra parte, y es un sentimiento compartido por la Xunta, ojalá desde Galicia se pudiera contar en el presupuesto de 2022 con una visión clara de lo que van a ser los fondos Next Generation. Venimos reclamando desde el principio la cogobernanza y nos tememos que no habrá una posibilidad clara por parte de las autonomías de participar en el reparto. Eso nos preocupa, pues sin cogobernanza se generarán situaciones de desigualdad.

Los expertos que fichó el Ministerio de Trabajo recomiendan subir el SMI entre 12 y 19 euros este año, ¿lo ve asumible?
Protegemos el empleo por encima de todo y nos hemos caracterizado por ser los principales creadores, incluso en época de crisis. Conocemos muchas empresas familiares gallegas que han mantenido el pleno empleo y no fueron a ningún tipo de regulación, aun en sectores complicados. Hay que implementar medidas para que consigamos generar más puestos de calidad. Es mucho más efectivo que entrar en estas discusiones. Además, lo mismo que escucho la opinión de los expertos que elaboraron este informe, escucho la que dio el Banco de España y me echo las manos a la cabeza. No atentemos contra industrias como Ence, que tiene empleo de primera calidad. ¿De verdad estamos discutiendo, desde el Gobierno central, empleo de esta calidad sin proponer ninguna alternativa? Y, además, diciendo: "Ay, no, que lo genere la empresa". ¿Estamos en serio?

"No es momento de una reforma laboral. Todo se puede revisar, pero nada que ponga en peligro la creación de empleo"

También se ha abierto el melón de la reforma laboral y está en el foco limitar la contratación temporal. ¿Cuál es la posición de la asociación?
Nuestra postura es clara. No es el momento de una reforma laboral. Las empresas necesitan ayudas. No se trata de que esto sea una selva, nadie está diciendo esto. Pero estamos saliendo de una crisis excepcional y toca hablar de medidas estratégicas a largo plazo y no de las que puedan tener caducidad electoral. Entrar en detalle de cada una de ellas es una labor de la Confederación de Empresarios más que de la Agef. En todo caso, como asociación lo digo con claridad: todo se puede revisar, pero nada que ponga en peligro el esfuerzo de recuperación y la creación de empleo, que deben ser la prioridad.

¿Cómo evalúa el impulso que Juan Vieites le está dando a la CEG tras asumir la presidencia en enero?
Nos preocupaba la situación casi desastrosa en la que había entrado en bucle la Confederación de Empresarios de Galicia. Juan Vieites es un excelente profesional, con una trayectoria intachable en el asociacionismo gallego y es un ejemplo de éxito de lo que es unir empresas. Ha sido un rayo de luz. En pocos meses ha demostrado cómo se pueden hacer las cosas y empujar a las empresas. Tiene nuestro total e incondicional respaldo.

Tejido productivo

"El riesgo de convertirnos en un páramo industrial es grande"

¿Hay interés de las empresas familiares por impulsar proyectos con fondos europeos?
Como no va a haberlo. Es una oportunidad única, pero nos preocupan tres cosas. De un lado, los plazos, porque parece que se está ralentizando demasiado el proceso. De otro, saber por dónde van los tiros aparte de la apuesta por la digitalización y el tema energético. Luego está el criterio de adjudicación. Habrá cientos de proyectos. Pero, ¿cuál va a ser el criterio? Se lo va a llevar el catalán porque sí, el andaluz o el asturiano.

Visto lo que sucede con Ence y con electrointensivas como Alcoa en San Cibrao o Alu Ibérica en A Coruña, ¿Galicia corre el riesgo de convertirse en un páramo industrial?
Sin duda. Nos estamos jugando mucho. En los últimos dos años han aparecido cantidad de frentes en el sector industrial, el motor que genera empleo de calidad y que, en casos como el de Ence, se alimenta de materias primas que solo hay en Galicia. En Cervo, Alcoa tiene una repercusión determinante sobre el PIB de la zona. Galicia no va a vivir del sol ni solo de las energías verdes. Galicia pierde población y no solo por causas demográficas. La gente se nos va porque necesita opciones. En As Pontes, las alternativas al cierre de Endesa debían haberse generado y estar claras antes. En cuanto a Ence, pretendemos que la empresa busque otro emplazamiento, pero puede hacerlo en Brasil o en otro sitio. No me vale que los señores del PSdeG y el BNG digan que no es su problema cuando son los que están provocando. Que den la alternativa. No es un traslado lo que plantean, es un cierre. Si a esto le sumamos los astilleros sin pedidos, tenemos un riesgo muy grande de páramo industrial. La industria se tiene que ver bien acogida. Siempre cuento una anécdota que a algunos gobernantes de Pontevedra les molesta. Hubo una multinacional, que al final se estableció en Galicia, que nos preguntó por ubicaciones. Le enseñamos una opción cerca del puerto de Marín, con ferrocarril y les pareció estupendo, pero al ver que era en Pontevedra dijeron que "no, porque ahí se quiere echar a las industrias". Esto es así. Es lo que se percibe y se lee fuera.

Empresario

"De viajar 200 días al año, pasé a solo cinco con la pandemia"

Licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto y graduado en Empresariales por el Icai, Víctor Nogueira desarrolló su carrera en la corporación que su padre, el difunto Ceferino Nogueira, fundó en el Puerto de Marín en 1957, y de la que hoy es presidente. Con presencia en España, Portugal, Brasil y Perú, Grupo Nogar es una multinacional referente en materia de servicios marítmo-portuarios y de logística, cuyos intereses se extienden al comercio agroalimentario, las renovables y el inmobiliario, entre otros campos.

Entre los planes de Grupo Nogar figura la expansión de las instalaciones de Galigrain en Punta Langosteira...
Estamos en ello. Estamos realizando esta inversión, que viene motivada por la expectativa de seguir creciendo y por el hecho de que, en el puerto interior de A Coruña, las capacidades estaban limitadas. En cuanto tengamos el tan añorado ferrocarril a Punta Langosteira, que parece que va cogiendo velocidad de crucero, las instalaciones actuales, donde se realizan los tráficos de graneles, se trasladarán al puerto exterior.

¿El grupo tiene entre manos algún otro proyecto relevante?
Proyectos concretos hay muchos en la cocina. Pero, por ahora, estamos visionando las recetas. Estamos viendo si lo hacemos cocido, asado o frito [Entre risas].

En el plano personal, ¿cómo ha cambiado su vida la pandemia?
Resumido en una frase: De viajar 200 días al año a no haberme movido más que cinco días en los últimos 12 meses. Independientemente de moverme por España, viajaba fundamentalmente a Suramérica, a países que lo están pasando muy mal y que siguen teniendo unas cifras espantosas de mortalidad, contagios y falta de recursos. Los nuevos medios tecnológicos permiten seguir manteniendo el pulso constante. Por otra parte, de trabajar ocho o diez horas he pasado a hacerlo el doble, porque hay que estar disponible para las cuestiones en las que no se puede estar presencialmente. Y luego, también hemos reconsiderado otros temas como cuidar mucho de los equipos, que son el gran activo de las empresas.

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