Nace Vientos de futuro para dar protagonismo al eólico en la transición renovable

La patronal eólica y otros colectivos crean una nueva plataforma de debate. La Ega defiende el desarrollo de 5.000 MW en Galicia hasta 2030
Francisco Cal, Manel Pazo, Carlos Martí y Elsa Arnáiz, en Santiago. PEPE FERRÍN (AGN)
photo_camera Francisco Cal, Manel Pazo, Carlos Martí y Elsa Arnáiz, en Santiago. PEPE FERRÍN (AGN)

Erigirse como "un espacio de debate, intercambio de ideas y generación de conocimiento" orientado a "reivindicar la importancia" de la eólica "como principal fuente de energía limpia, sostenible e ilimitable". Es el objetivo con el que nace la plataforma cívica Vientos de Futuro, que este martes eligió Santiago para su puesta de largo.

Este nuevo think tank es fruto de la Asociación Empresarial Eólica, la red de jóvenes Talento para la Sostenibilidad, la Fundación para la Investigación del Clima y por Nueva Economía e Innovación Social y aspira a sumar más organizaciones. Su razón de ser estriba en la "urgencia" de frenar el cambio climático y en que el Plan nacional integrado de energía fija el reto de que la eólica genere el 35% de la electricidad consumida en 2030, desde el 23% actual, lo que exige doblar la potencia operativa.

En un escenario de contestación social contra la profusión de proyectos en determinadas zonas, el portavoz de Vientos de Futuro, el periodista Carlos Martí, incidió que este "movimiento colaborativo" aspira a "escuchar a todo el mundo" y defender una "transición justa".

El presidente de la Asociación Eólica de Galicia (Ega), José Manuel Pazo, de su lado, reivindicó que la comunidad precisa incorporar 500 megavatios (MW) al año en esta década —al cierre de 2021 había 3.879 MW— lo que generaría 12.000 empleos. Defensor de un "desarrollo sostenible", reivindicó que "el 80% del territorio" está "protegido".

En lo económico, recalcó que la aportación del eólico al PIB gallego ascendió a 316 millones en 2020, la cifra más alta de España. Tras dos años de "parón" en Galicia, donde la Xunta ha decretado una moratoria hasta junio de 2023 para evaluar 275 expedientes que suman 7.200 MW, Pazo volvió a pedir "un pacto social" y defendió que, de los proyectos presentados, se ejecutará, a lo sumo, "el 20% de lo planteado".

Respecto a las críticas que apuntan a la fragmentación de grandes proyectos en parques inferiores a 50 MW para tramitarlos ante la Xunta en vez de acudir al ministerio, Pazo lo achacó a cuestiones técnicas y de financiación, aunque admitió que existe "un vacío legal" a solucionar por las administraciones.

En cuanto a las negociaciones con el Gobierno gallego para trazar un desarrollo ordenado, el líder de la Ega apuntó que el eólico "está en ello", aunque la relación "no es hiperfluida ". Eso sí, advirtió de que si no se levantan más parques o se repotencian los existentes peligrarán fondos Next Generation ligados a la generación de hidrógeno verde.

"Estamos viviendo una auténtica reconversión industrial basada en la descarbonización de la economía", reivindicó Francisco Cal, responsable de servicios técnicos eólicos de Enel Green Power —filial de Endesa—, que se recicló tras 30 años en la central de As Pontes. Partidario de aprovechar la energía verde para "ofrecer alternativas de futuro y empleo local", auguró que el proyecto renovable que activará Endesa tras cerrar la térmica pontesa "favorecerá a la economía" en un radio de "40 kilómetros".

De su lado, Elsa Arnáiz, de Talento para la Sostenibilidad, reivindicó que el eólico es "una oportunidad de oro para retener el empleo joven y verde".

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