- Periodo de cómputo: mantener 25 años o ampliar a 29 pudiendo quitar dos
- Cobertura de lagunas y mejora del complemento de brecha de género
- Subida de bases y pensiones máximas
- Cuota de solidaridad
- Mecanismo de equidad intergeneracional
- Mejora de las pensiones mínimas y no contributivas
- El acuerdo solivianta a la patronal, que ve "voracidad recaudatoria"
El Gobierno de coalición ha cerrado un acuerdo sobre el último bloque de la reforma de pensiones que incluye varias medidas para mejorar los ingresos, como una subida generalizada de las cotizaciones, con recargo para los sueldos más altos, a la vez que permite mantener el periodo de cómputo actual en 25 años.
La reforma, consensuada con la Comisión Europea, fue presentada este viernes a los agentes sociales que han reaccionado de forma opuesta: mientras los sindicatos UGT y CC.OO. la valoraron, la patronal CEOE la rechazó de plano.
Esta propuesta, que el Gobierno volverá a abordar con los agentes sociales el próximo lunes, se centra en un aumento de los ingresos para garantizar la sostenibilidad de unas pensiones vinculadas a la inflación. Se prevé una inyección al sistema 15.000 millones, entre el 1,2 y 1,3% del PIB.
Para lograrlo, la reforma incluye una cuota de solidaridad en las cotizaciones de los sueldos más altos, duplicar el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) y poder elegir entre el periodo de cómputo actual para calcular la pensión o ampliarlo.
La reforma, pactada con Bruselas y en el seno del Gobierno de coalición, forma parte de los hitos comprometidos para desbloquear un nuevo desembolso de los fondos europeos y pone el foco en asegurar la sostenibilidad del sistema con distintas medidas para fortalecer los ingresos.
Este último bloque se suma al paquete de medidas pactadas en julio de 2021 y que, entre otros cambios, volvió a vincular la revalorización de las pensiones con la inflación. Estas son los puntos claves de la reforma:
Periodo de cómputo: mantener 25 años o ampliar a 29 pudiendo quitar dos
Se establece un "régimen dual del periodo de cómputo" para los próximos 20 años que permitirá elegir entre mantener los 25 años cotizados que ahora se tienen en cuenta para calcular la pensión inicial o contar 29 años pudiendo descartar dos, lo que deja ese periodo en 27 años de facto.Según el Ministerio de Inclusión, la nueva opción de ampliar y descartar se desplegará progresivamente durante 12 años, a partir de 2026, "con el objetivo de beneficiar a los trabajadores con carreras irregulares". El periodo de cómputo fue uno de los principales escollos para el pacto, ya que los sindicatos y Podemos se oponían a ampliarlo.
Cobertura de lagunas y mejora del complemento de brecha de género
Para intentar avanzar en la reducción de la brecha de género en las pensiones, se introducen dos medidas. Con respecto a la cobertura de periodos sin cotizar, las llamadas lagunas, se mantiene que los vacíos de cotización se compensen con el 100% de la base mínima los primeros 4 años y con el 50%, a partir del mes 49.
A esto se añade, para las trabajadoras por cuenta ajena, el 100% de la base mínima hasta el quinto año y el 80% de la base mínima del quinto al séptimo año. También se recoge que el complemento de brecha de género de las pensiones –ahora 30,40 euros mensuales por cada hijo– tendrá en 2024 y 2025 una subida del 10% adicional a la revalorización anual que se fija conforme a la subida de pensiones.
Subida de bases y pensiones máximas
Del lado de los ingresos, la reforma contempla una subida de cotizaciones de las bases máximas, que se hará entre 2024 y 2050 sumándole a la cuantía anual del IPC una fija de 1,2 puntos.
Las pensiones máximas se revalorizarán año a año con el IPC más un incremento adicional de 0,0115 porcentuales acumulativos cada año hasta 2050. A partir de 2050 y hasta 2065 habrá incrementos adicionales.
Cuota de solidaridad
Junto al progresivo destope de las cotizaciones máximas, se impone una cuota de solidaridad para rentas altas, en la parte del salario que ahora no cotiza por superar el tope máximo de cotización. Esta cuota será del 1% en 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045. Se aplicará en 2023 a salarios superiores a 53.946 euros, la base máxima de cotización.
Mecanismo de equidad intergeneracional
También para mejorar los ingresos se incluye una subida progresiva en el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que entró en vigor este año como colchón para los más jóvenes frente a la jubilación del baby boom y que supone un alza de 0,6 puntos de las cotizaciones para todos, de los que 0,5 puntos los paga la empresa y 0,1 el trabajador.
Esos 0,6 puntos porcentuales actuales pasarán a 1,2 puntos en 2029, una décima por año, en aras de «reforzar el sistema durante los años en los que puede haber una mayor tensión por la jubilación de la generación del "baby boom".
Mejora de las pensiones mínimas y no contributivas
La reforma establece una senda de subida de las pensiones mínimas contributivas para asegurar que converjan con el 60% de la renta media. Para ello, se toma como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo, que alcanzaría entre 2024 y 2027 el 60% de la renta mediana de un hogar de dos adultos.
Se establece un proceso similar para la evolución de las pensiones no contributivas, que crecerían hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.
El acuerdo solivianta a la patronal, que ve "voracidad recaudatoria"
El acuerdo para la reforma de las pensiones fue bien recibido por los sindicatos CC.OO. y UGT, pero no así por la patronal, que ve «voracidad recaudatoria» del Gobierno. En un comunicado conjunto de CEOE, Cepyme y ATA, la patronal carga contra una reforma que, dice, mermará los salarios e incrementará los costes laborales, lo que afectará al empleo al tiempo que "pone en serio riesgo a las pequeñas empresas y autónomos".
La reforma, sostienen, hace recaer en los trabajadores y empresas "una subida generalizada de cotizaciones" que pondrá en riesgo la creación de empleo y en "serio peligro" a pymes y autónomos, que tienen menor "músculo financiero" para hacer frente a costes crecientes.
Además, considera "regresiva" la medida porque "implica más años de trabajo, más esfuerzo contributivo y menos pensión", lo que abunda en la "voracidad recaudatoria del Gobierno", que además "socavará el esfuerzo de las empresas en las negociaciones salariales, ya que los trabajadores, con mayor carga por el lado de sus cotizaciones, verán absorbidos parte de los incrementos en su retribución".
La patronal ha afeado además que el Gobierno haya presentado la reforma «sin el necesario debate y diálogo social» y sin pasar por el Pacto de Toledo, lo que a su juicio supone "una cesión de soberanía sin precedentes" a Europa.
En buena dirección para los sindicatos
Los sindicatos UGT y CC.OO. hacen una lectura positiva de la reforma, si bien advierten que aún tienen que leer la letra pequeña. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, considera que la propuesta del Gobierno para reformar las pensiones "va en la buena dirección" y ve "extraordinariamente positivo" que se pueda elegir entre el cómputo actual de 25 años para calcular la pensión o ampliarlo a 29 años. El objetivo, dijo, es no recortar el gasto en pensiones y tener más ingresos.
El secretario general de CC.OO., Unai Sordo, afirmó que ve "viable" y "posible" el acuerdo con el Gobierno para reformar el sistema de pensiones y celebra el cambio radical en la reforma con respecto a las políticas sobre pensiones seguidas hasta ahora.
El PP no ve acertada la propuesta y Vox desconfía
Desde el PP, el vicesecretario de Economía, Juan Bravo, criticó que la reforma introduce "un impuesto más" al trabajo cuando España "es poco" competitiva y tiene las cotizaciones "más altas" de la media de la OCDE. En su opinión, incrementar esas cotizaciones no parece la mejor fórmula.
Vox, por su parte, a falta de conocer en detalle la propuesta, mostró su desconfianza por "cualquier acuerdo que se haya podido llegar entre PSOE y Podemos", dijo Espinosa de los Monteros.
El Gobierno considera la reforma una mejora clara
PSOE y Podemos consiguieron cerrar de madrugada un acuerdo para esta segunda fase de la reforma, que fue comunicado por la vicepresidenta Yolanda Díaz a los miembros de Podemos y cuyos detalles se cerraron en una reunión entre el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.
"La propuesta sobre pensiones que hoy hace el Gobierno a los agentes sociales ha sido muy trabajada y demuestra que lo que siempre ha dicho Podemos es posible. Ampliamos derechos a los y las pensionistas garantizando la sostenibilidad del sistema gracias al aumento de ingresos", dijo la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en Twitter.
La vicepresidenta Díaz destacó también en sus redes sociales que el acuerdo alcanzado con el PSOE para la reforma de las pensiones "refuerza las pensiones más bajas", que afectan especialmente a las mujeres, así como el carácter "redistributivo del sistema".
Díaz subrayó que esta reforma elevará los ingresos que aportan las empresas por los salarios más altos; protegerá en mayor medida a las pensiones más bajas, y mejora la cobertura de las lagunas de cotización "que se derivan de inestabilidad laboral".
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, negó que la reforma vaya a suponer menos competitividad de las empresas. Aseguró que las cotizaciones supondrán menos de 40 céntimos por hora trabajada y seguirán "muy por debajo" de la media de la eurozona.
