"Me llaman alcaldes para abrir una oficina en su ayuntamiento"

Mientras otras entidades financieras siguen con los recortes en personal y oficinas, esta cooperativa de crédito lucense apuesta por una banca de proximidad y, con la prudencia como máxima, prevé abrir nuevas sucursales en Galicia, en donde tiene 47, más de 30 en la provincia
Manuel Varela, en su despacho. XESÚS PONTE
photo_camera Manuel Varela, en su despacho. XESÚS PONTE

profesor jubilado (Santiso, A Coruña, 1957), que ejerció la docencia durante 36 años, defiende una banca "cercana" y "a pie de calle" que combine el servicio telemático con el presencial en la atención a los clientes.

Caixa Rural Galega está pasando con nota la prueba de estrés que supone la pandemia. En 2020 batió su récord histórico, con 5,75 millones de euros en beneficios y 1.280 millones en depósitos, casi el doble que hace un lustro, cuando usted asumía la presidencia. ¿Cuál es el secreto?
La gente cree en nosotros. Ofrecemos los mismos servicios que cualquier entidad financiera, pero lo hacemos de forma diferente. Creemos en una banca que sea cercana a la gente, que tenga mostrador donde los clientes puedan explicarnos cuál es su problema y tratar de solucionarlo. Nos gusta la banca cercana, lo que no quiere decir que no procuremos estar a la vanguardia digitalmente. Creo que tiene que convivir lo digital y lo físico.

Manuel Varela, en la sede central de la entidad en Lugo. XESÚS PONTE¿Han recibido cantos de sirena de un sector que tiende a la concentración, con frecuentes fusiones?
Las cajas rurales vamos por otros derroteros. Estamos dentro de una asociación con 30 cajas rurales. Compartimos los servicios informáticos, somos propietarios exclusivos de una empresa, RSI, que tiene casi 1.000 empleados; de una empresa de seguros, RGA; tenemos un banco cooperativo... Pero aunque estamos juntos, tenemos la decisión muy clara de permanecer independientes.

¿Qué retos tienen?
El principal reto es seguir estando, dado lo que hemos visto en los últimos 12 años, en los que han quedado en el camino un montón de entidades financieras muy importantes y con muchos años de existencia. En segundo lugar, es ser importante en la provincia de Lugo y en Galicia, ir llegando físicamente cada vez a más sitios. Como nuestra máxima es la prudencia, queremos hacerlo sin poner en riesgo lo alcanzado. Ser prudentes en tiempos de crisis es fácil, ser prudentes en época de bonanza no. Queremos seguir abriendo oficinas en contra de lo que los demás hacen porque creemos en este modelo de entidad financiera y seguiremos así mientras los hechos no demuestren lo contrario.

¿Ya tienen programada alguna apertura?
Tenemos previsto llegar a aquellos lugares en los que no tenemos presencia que son importantes en Galicia. Por ejemplo, Viveiro, Ferrol, Arteixo, Carballo... Iremos cubriendo esas zonas cuando nos lo podamos permitir, sobre todo, porque estamos creciendo mucho donde estamos. El crecimiento es limitado porque, entre otras razones, las exigencias de capital del regulador son mayores. Nuestro volumen de negocio ronda los 1.500 millones de euros y nuestros beneficios solo suponen el 0,40%. El margen es muy pequeño. Cobramos las menores comisiones posibles. Queremos crecer, pero tenemos que hacerlo con prudencia, despacio y cuando la situación nos lo permita. Me llaman a veces alcaldes pidiéndome abrir una oficina en su ayuntamiento porque se marchó el operador que estaba. Veo algunos ayuntamientos de 3.000 o 4.000 habitantes que están sin oficina, que pienso que debería ser rentable. Pero le digo lo mismo a todos, nuestra vocación es llegar, pero tendremos que hacerlo cuando podamos.

Caixa Rural Galega no ha cerrado ninguna oficina en sus 55 años de historia frente a las demás entidades que siguen reduciendo su red. ¿Con esta política y con la digitalización no se está apartando del sistema a las personas mayores y del rural?
Las empresas tenemos una responsabilidad social que cumplir. A mí no me corresponde opinar sobre la estrategia de las demás entidades, pero la de Caixa Rural Galega siempre ha sido ser una entidad humana, que siga a pie de calle… A lo mejor podíamos crecer más rápido si cerrásemos alguna oficina que económicamente no resulta rentable, pero hay variables que son difícilmente medibles en economía. Por ejemplo, qué coste reputacional tiene cerrar una oficina. Allí donde se cierra una la gente se enfada, se disgusta, se pone en contra… de esa entidad. La valoración debe hacerse en conjunto, por eso nosotros nunca hemos cerrado una oficina. No es casual que crezcamos un 20% cada año. Entiendo que alguna razón habrá.

Acaban de constituir una fundación con el exalcalde de Lugo Tomás Notario Vacas. ¿Su papel recuerda a las antiguas obras sociales de las cajas?
Yo sí que las echo en falta. Esta fundación va un poco en esa línea. Nosotros tenemos algunos objetivos claros, como facilitar la formación de posgrado especializada a nuestros jóvenes con la intención de que nos devuelvan proyectos viables para Lugo y Galicia, para que nos lleven a estar a la vanguardia.

Las estafas telemáticas están al orden del día, ¿cómo las combaten?
Nosotros somos copropietarios de Rural Servicios Informáticos (RSI), que tiene cerca de mil empleados, una buena parte de los cuales están dedicados a la ciberseguridad. Están apareciendo algunos problemas de háckers que se meten en las cuentas de algunas personas y las vacían. Nosotros estamos a la vanguardia de la ciberseguridad. Tenemos poquitos casos, pero todos se han producido porque el cliente, sin quererlo, dio sus claves. Es importante que se sepa que la entidad nunca va a pedir esas claves, entre otras razones porque ya las tiene. Esas claves son personales e intransferibles y en ningún caso se deben facilitar por teléfono o por correo electrónico a nadie que no conozca ni sea de su confianza.

Futuro. "El rural ofrece un sinfín de oportunidades y Galica está a la vanguardia"

¿Es optimista o no sobre cómo saldremos de la crisis?
Se nota que empezamos una expansión muy esperada. Pero conviene seguir siendo prudentes porque hay aspectos de enorme relevancia que pueden condicionar el futuro si no son resueltos, como la crisis energética, el encarecimiento de las materias primas… Me preocupa, sobre todo, que Europa no haya resuelto temas como la producción de componentes o la falta de mano de obra en algunas profesiones. En una emisora de radio escuché a un periodista en una tertulia que decía que llama la atención que mientras medio planeta gasta ingentes cantidades de dinero en adelgazar, el otro medio pasa hambre. Seguramente ha llegado el momento de una solución global.

¿Y Galicia?
Galicia lógicamente no es inmune a todos los problemas que existen en la actualidad porque vivimos en un mundo globalizado, lo que pasa es que sí considero que estamos saliendo de esta crisis pandémica en mejores condiciones que otras comunidades. Creo que vamos a salir más rápido si esos peligros se disipan.

¿El punto de partida de Galicia es mejor porque desde la Unión Europea se recomienda que se apueste por el rural?
Con toda seguridad. La pandemia nos ha enseñado varias cosas. Primero, que somos vulnerables. Segundo, que nos necesitamos más de lo que en principio podíamos pensar, nos hemos dado cuenta de la importancia del contacto físico. Y de repente nos hemos dado cuenta de que el rural, que estaba despoblándose, tiene un sinfín de posibilidades. En ese sentido Galicia está a la vanguardia.

Se vincula la salida de la crisis a la llegada de los fondos Next Generation, ¿qué opina sobre esta lluvia de millones?
Son una oportunidad y son bienvenidos. Yo espero y confío en que el reparto de estos fondos sea equitativo y justo. De todas formas cualquier empresa ha de ser viable, independientemente de los fondos. Si los recibe, mucho mejor. Pero cuando se acaben los fondos, si no es viable de qué vale la empresa. La creación de tejido empresarial debe estar bien fundamentada, independientemente de que lleguen fondos o no.

Comentarios