El sector cárnico vive una tormenta perfecta. La huelga del transporte paralizó la actividad de los mataderos, mientras que las vacas, cerdos y aves esperan en las granjas para ser sacrificadas. La escasez de cereales, a raíz de a guerra de Ucrania, es otro motivo de preocupación, junto al desabastecimiento de los supermercados, donde se advierte una escalada de los precios.
La situación del matadero de Novafrigsa, donde se matan 400 vacas y terneras al día, es un reflejo de esta crítica situación. "Llevamos tres días sin que entre ninguna res porque los transportistas en huelga lo impiden. Tenemos a 450 trabajadores parados", indica el director general de Coren, Emilio Rial. "No podemos abastecer a las grandes superficies, no llegamos a los lineales, ni a las carnicerías. Después de tres días sin matar, están desabastecidos", agrega Rial.
Emilio Rial asegura que los efectos en la producción se notarán después de la huelga para la carne de vacuno, "que no se puede comercializar el día que se mata. Hay que esperar más de dos".
A los transportistas que rodean Novafrigsa se unieron ganaderos de ternera gallega suprema. Estos últimos contaron con el apoyo de algunos políticos, como el alcalde de A Fonsagrada, el socialista Carlos López. Los productores organizan turnos a las puertas de este matadero del grupo Coren, al igual que en los de Carnicosa, en A Coruña y de Baixo Miño, en Tomiño.
Los productores de pollos auguran "un problema de bienestar" al no vender los animales
Los pequeños carniceros mantienen su oferta al recoger carne en sus furgones o bien por el suministro de camiones "que veñen por estradas secundarias", indicó el dueño de una carnicería de Lugo.
Desde Coren entienden que el sector cárnico atraviesa por momentos críticos a causa de las subidas de las materias primas y de la energía. "Qué más quisiéramos que poder subir los precios en este momento", indica Rial, conocedor de que la tonelada de trigo que antes estaba a 170 euros ahora se paga a 420, y lo mismo pasa con el maíz. "La alimentación es el 70% del coste de producción de carne en una granja y hay que sumarle la subida de la luz y ahora la huelga", explica Rial.
La situación del matadero de pollos y pavos de Coren en Ourense es similar a la de Novafrigsa. "Allí tenemos a mil trabajadores parados", recalca el gerente de la firma ourensana, que mata 1,5 millones de pollos y pavos a la semana, unos 300.000 pollos al día. El matadero del Grupo Sada, en Castro de Ribeiras de Lea, vive una coyuntura similar y ralentizó su actividad desde el martes, al no poder enviar pedidos y la dificultad para recibir suministros.
Los pollos tienen unos periodos de producción muy medidos, que no pueden prolongarse. En los últimos días engordan mucho y existe el riesgo de que surjan problemas de mortandad. Además, los animales que se pueden aprovechar llegan con sobrepeso y esa grasa influye luego en el producto final. En algunos mataderos no quieren piezas que excedan los 3,5 kilos para evitar problemas en la cadena de producción.
BIENESTAR AVÍCULA . "Se os pitos quedan na granxa imos enfrontarnos a un problema de benestar animal", afirma Juan Serrano, propietario de Aviporto, en Portomarín. Serrano agrega que si la paralización de los pedidos provoca el desabastecimiento de los lineales "rómpese a cadea e xérase unha situación que non se arranxa nun día e teremos que sacrificar os animais nas granxas".
Juan Serrano aclara que los mataderos, al sacrificar un gran volumen de pollos, "non teñen capacidade para telos en cámara máis de dous días, como pensan algúns políticos. O que se necesita é unha acción rápida por parte do Goberno para ofrecer solucións inmediatas".
Tanto el gerente de Coren como el propietario de Aviporto comparten las razones de los huelguistas. "Os transportistas están nunha situación límite e non podemos ter tan pouca memoria como para esquecer o seu papel esencial na pandemia, nunhas circunstancias moi difíciles", manifiesta Serrano.
La situación también es complicada para el sector porcino, que ve paralizados los envíos de animales a los mataderos y comienza a notar "problemas de abastecemento", según indica Héctor Ledo Rodríguez, un chantadés que regenta una granja integrada de vacuno y porcino, con 2.400 cerdos. "Gasto 27 toneladas cada catro días para alimentar aos porcos están entregándome catro toneladas por día". Al escasear el alimento en las tolvas, "o cocho perde graxa pola falta de comida", manifiesta Ledo, quien aclara que la situación empeorará si no llega materia prima para las fábricas.
ENERGÍA. Serrano criticó con dureza la subida de la luz. "En xaneiro de 2020 paguei unha factura de 4.800 e no mesmo mes deste ano abonei 16.000 euros".
PERSPECTIVAS. Los empresarios del sector porcino también abogan por la necesidad de trasladar al consumidor el incremento de los costes de producción, derivados de la subida de las materias primas y de la energía. "Gran parte dos custos da explotación veñen dos cereais, as enerxías e o transporte, que están disparados, e por riba vemos paralizada a comercialización pola folga", lamenta Héctor Ledo.