Lagarde recuerda a España que las ''cicatrices'' de la crisis ''tardarán años'' en sanar

La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha advertido hoy de que las cicatrices de la crisis en España tardarán años en sanar, por lo que ha recomendado profundizar en la reforma laboral, ayudar a reestructurar la deuda empresarial y fomentar el tejido productivo.

En su participación en el Foro Global España 2014, Lagarde ha destacado que España está "girando la esquina" al volver a la recuperación, aunque la victoria sobre la crisis aún no es completa con un nivel de crecimiento demasiado bajo y, sobre todo, con unas tasas de desempleo demasiado altas.

Para Lagarde en este país hay "buenas noticias y otras que podrían ser mejores", por lo que "hay margen para mejorar", ha afirmado. Al respecto ha recordado al escritor español más universal al asegurar que "Cervantes dijo que la diligencia es la madre de la buena fortuna, y quien soy yo para discutir con Cervantes". Por este motivo, ha reclamado que no se pare la "inercia" de las reformas en tres grandes áreas: la laboral, la reducción de la deuda empresarial y la facilitación de nuevas empresas.

Ha destacado que el desempleo sigue siendo el principal reto, por lo que debe profundizarse en la reforma del mercado laboral "no para beneficiar a los que tienen empleo, sino a los que quieren tenerlo", a través de una reducción de costes fiscales, "no necesariamente salariales", ha destacado.

Así, para Lagarde, las empresas y trabajadores deben tener "garantías" de que pueden llegar a acuerdos sobre salarios y sobre su revisión, mientras que ha de haber un "apoyo directo" a los parados a través de formación y ayuda para encontrar empleo, sobre todo para los que llevan muchos años alejados del mercado laboral.

La segunda gran área en la que siguen haciendo falta reformas es en la deuda de las empresas, a las que se debe ayudar a rebajarla y a reestructurarla (algo que el Gobierno ya tiene entre sus proyectos, a través de la ley financiera).

En tercer lugar, debe "fortalecerse" el entorno empresarial, de manera que a las empresas les resulte "más fácil arrancar", así como seguir adelante con la liberalización de los servicios profesionales, algo que suscita una "enorme resistencia", ha reconocido en su condición de abogada.

Otra tarea pendiente, ha dicho Lagarde, es el fomento del libre comercio en las distintas regiones de España.

En todo caso, según la directora general del FMI, lo que hace falta es asegurar que el crecimiento positivo al que se está pasando -y que los inversores internacionales ya aprecian, según ha asegurado- se convierta en creación de puestos de trabajo.

A su juicio, en Europa y en España "han quedado muchos estigmas y cicatrices" por la crisis que tardarán "años" en mejorar, como lo es el problema del desempleo.

Ha recordado que en España cada día casi seis millones de personas buscan empleo sin conseguirlo, tres millones de ellos son parados de larga duración, y "cada día que pasa aumenta el riesgo" de que no puedan volver a integrarse en el mercado laboral.

También ha considerado "muy deprimente" que el desempleo entre jóvenes supere el 50 %. "No hay nada peor que el azote del desempleo, en especial el de larga duración", ha dicho Lagarde, que ha expresado su apoyo a la intención del Gobierno español de poner todo el énfasis en la creación de empleo. En este contexto, ha parafraseado a Rajoy cuando aseguró que España "ha salido de la recesión, no de la crisis, y ahora el reto es una recuperación vigorosa y la creación de empleo".

En todo caso, Lagarde ha alabado las "valientes" reformas implementadas hasta ahora, ha recordado que las condiciones de financiación están mejorando y que las exportaciones han crecido más rápidamente que las de Alemania durante la crisis.

La francesa también ha tenido palabras de elogio para el programa español de ayuda bancaria, ya que a su juicio ha sido "bien pensado e implementado".

Entre los riesgos para la economía europea y española, la directora general del FMI se ha referido a una baja inflación prolongada en el tiempo, aunque ha descartado el riesgo de deflación.

A su juicio, es necesario fortalecer la arquitectura de la unión monetaria, completar la unión bancaria y "si hace falta" reparar los balances de los bancos, a través de unas pruebas de estrés "adecuadas" y "rigurosas".

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