Continúan las tensiones en la fábrica de Caramelo en el polígono de A Grela, en una jornada en la que la empresa ha entregado una nueva carta de despido que eleva a 25 la cifra total de trabajadores a los que responsabiliza de los desperfectos y destrozos ocasionados el pasado jueves en el mobiliario de la factoría en A Coruña.
La polémica surgió este miércoles en torno al supuesto desmantelamiento de la sección de logística de la fábrica, que denuncian los sindicatos y niega la empresa. Según explicó Dores Martínez, portavoz de CIG Textil, parte de la producción terminada, "más de 18.000 prendas" fue retirada en camiones "sin ni siquiera recibir la orden de contarlas, lo que prueba que no era un pedido", para ser transportada a otras tres empresas textiles gallegas que colaboran con Caramelo.
Una llamada esperada
En este marco y tras presentar las alegaciones de los expedientados del comité de empresa, los representantes de los trabajadores recibieron la esperada llamada de la Consellería de Economía e Industria para convocarles a una reunión con responsables de la textil para el próximo viernes, día 19, en la que estará su titular, Javier Guerra, como mediador, junto a algún representante de la Consellería de Traballo.
El encuentro se celebrará a primera hora de la mañana en el Edificio Administrativo de la Xunta en Monelos, A Coruña, y significa la apertura de un nuevo proceso de negociación sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que presentó la compañía y que afectaría a 237 personas.
La portavoz sindical adelantó que en la reunión tratarán de "dejar claras las premisas para intentar calmar la tensión". Así, a fin de recuperar la normalidad en la fábrica, pedirán que se retire el personal extra de seguridad contratado por la empresa como refuerzo y que dejen de requerir a los trabajadores que se identifiquen al entrar a trabajar. También pedirán la rectificación de la empresa respecto a los trabajadores despedidos y advierte de que actuarán en términos legales "por todas las vías".
