La Xunta abre las puertas de la Costa da Morte a Pescanova

La multinacional gallega Pescanova inauguró este domingo en Mira (Portugal) la mayor planta mundial para la producción de rodaballo, con una capacidad anual de siete millones de toneladas, cuya ubicación inicial en Cabo Touriñán (Muxía) había sido rechazada por el anterior Gobierno gallego debido a su impacto ambiental.

La planta, que ha supuesto una inversión de 140 millones de euros, fue inaugurada por el Primer Ministro Portugués, José Socrates, quien destacó que la nueva unidad de Acuinova, filial de Pescanova, creará alrededor de 800 puestos de trabajo en la zona, de los que 200 serán directos, lo que contribuirá a dinamizar la economía del país.

Por su parte, el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, anunció que los plazos para la apertura de la segunda fase de esta planta se adelantarán al menos 6 meses, debido al ''crecimiento vertiginoso'' de la producción pesquera en acuicultura que, según las estimaciones, alcanzará en un plazo de dos años a las capturas de pesca salvaje.

Así, Pescanova tiene previsto ampliar la capacidad de las instalaciones hasta las 12.000 toneladas de rodaballo al año,el mayor criadero del mundo.

Quintana lamenta que no esté en Muxía
El presidente de Pescanova, destacó,  la ''receptividad y voluntad política'' del Gobierno portugués para realizar un proyecto ''de difícil ejecución'', puesto que se encuentra situado en un emplazamiento de la Red Natura.

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, presentes en el acto, lamentó que el bipartito ''cerrase las puertas'' a este proyecto que, en su opinión, era muy importante para la Costa da Morte, ''una zona fuertemente deprimida''.

Para Quintana, este proyecto es un ejemplo de cómo se pueden ''crear puestos de trabajo donde había paro'', respetando también los espacios de protección medio ambiental incluidos en la Red Natura.

No paralizar proyectos
Por ello, se comprometió a impulsar la acuicultura y a no paralizar ningún proyecto incluido en el Plan Sectorial e, incluso, a buscar soluciones para los proyectos que fueron rechazados.

Respondiendo a esta mano tendida, el presidente de Pescanova aseguró que la compañía ''está esperando a ver qué sucede con el Plan Sectorial'', pero agregó que no ''renuncia'' a retomar el proyecto de Touriñan, aunque la decisión no se adoptará hasta dentro de ''tres o cuatro años''.

Más fuerza para Portugal en la crisis
Menos apenado, y ya pensando en los beneficios, el ministro portugués de Pesca, Xaime Silva, consideró que se trata de un proyecto sostenible, en el que se ha tratado de minimizar el impacto ambiental y con el que esperan atraer más inversiones extranjeras a Portugal.

Por su parte, José Sócrates explicó que con estas instalaciones ''se va a duplicar la producción acuícola en Portugal'', lo que permitirá al país ser ''más fuerte y más capaz'' ante la crisis económica.

La planta, que fue construida en un plazo récord de poco más de un año, ocupa una superficie de 453.220 metros cuadrados y dispone de 1.800 tanques en los que se han introducido ya 1,5 millones de alevines de rodaballo que se convertirán en cerca de 2.000 toneladas de pescado, de las cuales un 99% irá destinado al mercado comunitario y a la exportación a otros países.

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