La plantilla de Caramelo pide a la Xunta que trate su ERE igual que el de Pascual

Alrededor de 300 trabajadores de la factoría textil de Caramelo se manifestaron en la calle compostelana del Hórreo, frente a la sede del Parlamento de Galicia. La movilización duró casi dos horas. La plantilla de la firma textil pretende mostrar su descuerdo con la ''actitud del Gobierno gallego'' a la hora de defender los intereses de la compañía. Y pidieron para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Caramelo el mismo trato que está teniendo el ERE que afecta a los 155 trabajadores de la factoría láctea de Pascual.

''Es una postura escandalosa'', aseguró Dolores Martínez, responsable del sector textil de la CIG, en referencia a la estrategia de la Xunta respecto a Caramelo. La dirigente anunció que los trabajadores seguirán movilizándose para conseguir una salida al futuro de la empresa, controlada por el inversor gallego Manuel Jove. La plantilla fijará un nuevo calendario de movilizaciones.

El Parlamento gallego tratará esta tarde del futuro del sector textil y de la deslocalización de la producción. También abordará la crisis de Caramelo y sus efectos laborales. Por eso los trabajadores de Caramelo se desplazaron hasta Santiago. Viajaron en seis autobuses, según destacó Dolores Martínez, quien recordó que la concentración se realizó con total normalidad y bajo la vigilancia de las fuerzas de seguridad.

Negociación a espaldas de los trabajadores
Martínez denunció que la Xunta negocia con Manuel Jove el futuro de la plantilla de Caramelo. Y pidió al Gobierno gallego que también cuente con los representantes de los trabajadores. ''Están negociando a nuestras espaldas'', añadió la dirigente sindical. ''La situación es poco alentadora'', dijo.

Según la responsable textil de CIG, ''existe una complicidad entre el accionista mayoritario y el accionista minoritario para ejecutar el ERE''. La Xunta controla una parte del capital de Caramelo a través del Igape. La mayoría de las acciones están en manos de Manuel Jove, que argumenta que la empresa no será viable si no se aplica el Expediente de Regulación de Empleo, que afectará a 237 trabajadores.

Reclamo del mismo trato
La plantilla de Caramelo descarta un trato diferenciado respecto a otras empresas. Y sí reclama la misma política que la Xunta aplica, por ejemplo, con otras compañías, como es el caso de Pascual. ''Queremos que nuestro ERE tenga el mismo trato que el de Pascual'', dijo Dolores Martínez. La Xunta elaboró un informe desfavorable sobre el ERE presentado por Pascual para los 155 trabajadores de su planta de Outeiro de Rei (Lugo). Cree que éste ''no se justifica ni por las causas económicas, ni organizativas ni tecnológicas''.

Los trabajadores de Caramelo quieren ''hacer valer la razón''. Y recuerdan que la Xunta debe ayudarles a evitar la deslocalización de la producción y, al mismo tiempo, ''evitar que Manuel Jove utilice el dinero público, que llegó a Caramelo a través de ayudas, para destruir empleo''. Dolores Martínez cree que la pelota está en el tejado del Gobierno gallego: ''Ellos deben decir sí o no al ERE'' de Caramelo. Los trabajadores seguirán luchando para defender sus puestos de trabajo.

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