La OCDE avisa del riesgo para España si el parón de reformas dura demasiado

Sugiere una "una mayor armonización" en los derechos y la protección de los diferentes tipos de contrato para "reducir la segmentación"

La OCDE considera que la ralentización de las reformas en España constatada en 2015 no es preocupante si no se prolonga demasiado, pero señala el riesgo de que se prolongue muchos meses más la incertidumbre sobre la voluntad del próximo Gobierno para continuar reformando.

El problema "a corto plazo" es "la incertidumbre sobre la voluntad del Gobierno de continuar o no con las reformas", señaló a Efe uno de los autores del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) Apuesta por el Crecimiento, presentado con ocasión de la reunión ministerial del G20 en Shangai.

El consejero del economista jefe Alain de Serres explicó que los inversores están atentos a los signos que puedan dar las autoridades al respecto, que la situación actual de suspenso para la formación de un nuevo Ejecutivo pasaría a ser preocupante si dura muchos meses, y estimó que hasta el verano no habría que temer incidencias.

"Si hay un periodo muy largo sin reformas o con reformas muy lentas, eso puede ser preocupante", comentó, antes de recordar que para los mercados "la incertidumbre política (...) puede tener un efecto".

Aseguró que las reformas que se llevaron a cabo en España —como en otros países del sur de Europa bajo la presión de la crisis— "han tenido efectos positivos, cuando menos por las ganancias de competitividad" que se ha traducido en las exportaciones.

Pero también que "se ha hecho mucho en el mercado de trabajo y poco en el mercado de productos", donde haría falta proceder a una mayor liberalización, "sobre todo en los servicios".

A ese respecto, repitió el consejo de suprimir barreras de entrada en profesiones reglamentadas, como las de abogado, arquitecto o contable.

También hizo notar que la OCDE apuesta por mayores avances en la unificación de las reglas en el interior del mercado español.

Por lo que se refiere a los cambios llevados a cabo en el mercado laboral en el momento álgido de la crisis, en plena caída de la demanda, reconoció que en un primer momento favorecieron los despidos.

Pero añadió que, después, "cuando la coyuntura fue más favorable", la recuperación del empleo "ha sido más vigorosa" que en otros países.

En todo caso, para el mercado laboral lo que la OCDE sugiere ahora a España es "una mayor armonización" en los derechos y la protección de los diferentes tipos de contrato (los temporales y los indefinidos) para "reducir la segmentación".

Se trataría, según De Serres, de ofrecer una protección "que no sea muy grande al principio", pero que "vaya aumentando progresivamente" conforme también crece la antigüedad del trabajador.

En el estudio Apuesta por el Crecimiento, España aparece en el grupo de países que han abordado reformas del mercado laboral que han mejorado su competitividad, en el que también están Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y Eslovaquia.

El conocido como el "Club de los países desarrollados" estima que esos Estados, que se vieron particularmente afectados por la crisis, hicieron más reformas que los del norte de Europa, que tenían menos presión para hacerlo.

Los autores del informe alertan de la ralentización general en el ritmo de las reformas, en particular en un contexto en que las perspectivas de crecimiento mundial "siguen siendo muy poco claras en el corto plazo".

Hacen notar que para aumentar la rentabilidad a corto plazo de las reformas estructurales hay que solucionar "las disfunciones pendientes del sector financiero" para mejorar el flujo de crédito a los hogares y empresas con acceso limitado a los mercados financieros.

En la zona euro, subrayan que "una mayor sincronización de las reformas también reduciría los costos de la transición al darle un mayor margen a la política monetaria".

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