SANTIAGO. La cuesta de enero se vislumbra muy empinada con el encarecimiento de electricidad, gas natural, alimentos básicos, peajes y de los carburantes, que continúan encadenando subidas. Los conductores gallegos, que cargan con la losa de pagar los combustibles más caros de la Península, encaran la operación retorno de las vacaciones de Navidad con el gasoil más caro desde 2014. Y es que el jueves este carburante, que copa el 82% del consumo en la comunidad, se pagaba a una media de 1,209 euros, un 5,1% más caro respecto al promedio español.
De la comparativa con las primeras semanas de enero de años anteriores se extrae que hay que remontarse a 2014 para encontrar una referencia más elevada (1,384 euros) en la comunidad. Así las cosas, pasar por la gasolinera para llenar un tanque con unos 55 litros de diésel salía este jueves por 66,5 euros, un 2,6% más caro que en la semana de Reyes de 2017.
En un contexto marcado por la subida del petróleo al calor de las tensiones políticas en Irán —el barril de Brent escaló este jueves hasta los 68 dólares, su marca más elevada desde la primavera de 2015—, la gasolina de 95 octanos se pagaba ayer en las estaciones gallegas a unos 1,268 euros. Aunque resulta ligeramente más barata (-1%) que en la misma semana de 2017 (1,281 euros), es un 1,9% más cara que la media estatal.
Con estas referencias, elegir dónde repostar puede ser clave para ahorrar unos euros. Según el Ministerio de Energía, el diésel más barato de Galicia lo dispensaba ayer el operador independiente Easygas, en A Coruña, con el litro a 1,067 euros. En el polo opuesto, Repsol lo vendía a 1,269 en Mondoñedo, de modo que llenar el tanque salía 11 euros más caro.
Para la gasolina, los surtidores de Easygas en A Coruña también resultaban los más económicos (1,157), en tanto que los más caros eran los de Cepsa en Padrón, con el litro a 1,349.
