La falta de cuotas pesqueras de especies pelágicas, como el jurel o la caballa, reduce y limita la actividad del cerco en A Mariña poniendo en peligro su futuro, dado que sus principales especies objetivo también lo son de otras flotas, pero además su situación se ve agravada por la escasez de sardina, casi inexistente en la última campaña.
Las embarcaciones de cerco carecen de una cantidad suficiente de cuotas para salir adelante y mantener la actividad durante todo el año, que es de lo que se trata. Solo un incremento importante de estas, que no parece que vaya a producirse, podría solventar una situación crítica y difícil de sobrellevar para el sector.
La gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Lugo (OPP-7), Mercedes Rodríguez, considera que el problema radica en la falta de cuotas, no en el reparto, que se efectúa primero por modalidades y después entre los barcos de cada una. «Hay poco y al repartir toca a poco a cada uno».
La distribución de las cuotas se hizo en función de la media de los últimos diez años, lo que provocó que incluso los que pescaron más sufrieron un recorte importante, de aproximadamente un 40%. A esa merma hay que sumar la delicada situación que atraviesa la sardina, la otra especie prioritaria a la que se dedicaban.
El reparto realizado por el Gobierno intenta evitar la pesca olímpica, que los tripulantes de los pesqueros se lancen a pescar hasta agotar las escasas cuotas existentes. Los cerqueros agrupados en la asociación Acerga juntaron sus cuotas en una bolsa común, de la que pescaron todos sin control hasta acabarla.
A Mariña tiene ocho cerqueros históricos, y recientemente se unió uno de Cariño. Los seis que forman parte de la OPP-7 optaron por autogestionar sus cuotas para que las capturas sean asumibles y les permitan trabajar durante el mayor tiempo posible.
MÍNIMOS. El portavoz de Mar del grupo Popular, José Manuel Balseiro, defendió ayer en Parlamento el diálogo abierto con el sector. El diputado se mostró satisfecho de que la propuesta de reparto diseñada por la Xunta agrade al cerco. Consiste en fijar una base mínima de posibilidades de pesca para los barcos sin cuota, lo que garantiza la actividad de los profesionales, que dispondrán de un mínimo de toneladas de jurel para cada barco en función de su tamaño, a partir de los 10.000 kilos para los de menor porte, de 5 GTs.
Balseiro rechazó de esa manera la iniciativa del PSOE, que en la Comisión de Pesca e Marisqueo solicitó de nuevo la retirada de la Orden Ministerial que fija el plan de gestión para el caladero Cantábrico Noroeste. «Mudar o criterio de reparto actual da flota do cerco, que combina as capturas históricas co reparto en función do número de tripulantes, para quedarse só con este último, prexudicaría á flota galega no seu conxunto», recalcó el popular.
Mientras tanto, Foz Plataforma de Futuro (FPF) invitó al alcalde, Javier Castiñeira, a unirse a los 35 regidores que reclaman una reunión con Feijóo para dar una solución a la pesquería con una cuota individual.
