La CNMV aconseja a inversores que tengan en cuenta el valor real de la vieja Pescanova

El supervisor bursátil recomienda "analizar con detenimiento" la información más reciente publicada por la compañía

El supervisor bursátil ha aconsejado a los inversores que tengan en cuenta el valor real de la vieja empresa Pescanova y sus perspectivas de futuro sobre sus acciones, que este martes se han revalorizado un 66% en una jornada de fuertes vaivenes y ya superan los dos euros.

Debido a "los volúmenes de negociación y a la evolución" de su cotización en los últimos días, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha recomendado "analizar con detenimiento" la información más reciente publicada por la compañía -del pasado 1 de junio-, para así "formarse juicio sobre la situación y perspectivas de la compañía y sobre el valor de sus acciones".

Concretamente, apunta a la "información financiera" facilitada en ese documento y a las "transacciones recientes" antes de que el regulador decidiera levantar la suspensión que pesaba sobre la llamada vieja Pescanova desde marzo de 2013.

En esta documentación, la firma precisa que su principal activo es una participación del 1,6 % en Nueva Pescanova después de la ampliación de capital aprobada por esta última en abril y que diluyó su porcentaje de títulos, que hasta entonces equivalía al 20 %.

Después de depreciarse más de un 96 % en sus dos primeros días en bolsa y pasar de cotizar a 5,91 euros a hacerlo a apenas 23 céntimos, las acciones de la compañía han recuperado terreno con una espectacular revalorización durante tres sesiones consecutivas hasta cerrar en 2,05 euros.

De hecho, hoy el valor llegó a dispararse e incluso superó los 3,3 euros, en una jornada marcada por la volatilidad y el elevado número de acciones intercambiadas (47,8 millones frente a los 28 millones de títulos que tiene Pescanova S.A. en el mercado).

Los analistas de Selfbank han atribuido en un comunicado lo ocurrido a "la especulación", que en su opinión "se ha apoderado de la cotización".

La llamada vieja Pescanova es una sociedad de cartera sin actividad productiva que surgió como resultado del proceso de reestructuración del Grupo Pescanova, que entró en concurso de acreedores en 2013 y cuyo proceso de reestructuración concluyó en 2015 con su división en dos partes.

Mientras que la parcela operativa quedó en manos de la banca acreedora a través de la conocida como Nueva Pescanova, la "vieja" es propiedad de los accionistas originales y su principal activo es una participación del 1,6 % en la nueva.

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