José Ramón Molinero: "Puy du Fou muestra la historia, no es un parque temático al uso"

Desde la que fuera capital de España en el reino Visigodo, Toledo, Puy du Fou brinda a sus visitantes un viaje en el tiempo en el que historia, cultura y literatura se funden. En el equipo que pilota el primer parque de espectáculos histórico de España está un lucense experto en finanzas. Se trata de José Ramón Molinero, el director general adjunto. 
José Ramón Molinero. EP
photo_camera José Ramón Molinero. EP

Replica la fórmula de éxito que ha llevado al parque que Puy du Fou creó en 1978 en Francia a ser reconocido hasta en dos ocasiones como el mejor del mundo es el objetivo que persigue, en Toledo, el equipo que encabeza José Ramón Molinero (Lugo, 1968). Casado y con cinco hijos, este consultor empresarial y analista de inversiones explica que el concepto de entretenimiento es diametralmente opuesto al de un parque de atracciones al uso. Sabe de lo que habla, pues fue subdirector general del Warner de Madrid.

¿Cómo deciden lanzarse a abrir un parque que rompe con el modelo implantado en España y, además, hacerlo con la pandemia coleando?

Detrás de Puy du Fou está un grupo francés. En Les Épesses, hay un parque que lleva más de 40 años funcionando con un éxito muy bueno. Visto esto, los dueños decidieron hacer una exploración para ver si este tipo de parque de espectáculos tendría cabida en otros países y se formaron tres equipos para buscar el lugar idóneo. Tenían claro que debía ser en Europa y había tres localizaciones: Austria, Italia y España. Se analizó cada emplazamiento con tres criterios fundamentales: que el lugar elegido fuese un país rico en cultura, y los tres lo son; que la Administración del Estado y la región estuviese interesada, pues se necesita mucha colaboración por todo lo que implican las licencias y la construcción y, por último, que hubiese apetito inversor.

¿Y cuál fue su papel?

Me puse a trabajar en la parte de España y, al final, la dirección coincidió en que debería ser el país elegido. Inicialmente, barajamos la proximidad a Madrid por ser el núcleo más potente de España, con más de 6 millones de habitantes, pero nos dimos cuenta de que alejarnos un poco nos beneficiaba porque precisábamos terrenos con una determinada orografía para nuestros espectáculos. Encontramos el mejor sitio en Toledo, la cuna de la historia en España.

Tras la inauguración el 27 de marzo, ¿cómo está respondiendo el público?

Realmente, tenemos dos parques. De un lado está el espectáculo nocturno, que se desarrolla los viernes y sábados y luego, en agosto, lo representamos más días, con unos 80 pases al año. Lo que hacemos es relatar los últimos 1.500 años de la historia, desde los reyes visigodos hasta pasada la Guerra Civil. La puesta en escena es enorme y la capacidad es de 5.000 personas. Este espectáculo, ‘Sueño de Toledo', lo inauguramos el 30 de agosto de 2019 con una respuesta estupenda. Tanto fue así que hasta esa fecha habíamos vendido ya la mitad de la temporada y fue abrir y, en ese fin de semana, la completamos. Con esta ilusión, a la vez emprendimos la construcción el parque de día con cuatro espectáculos y unos pueblos que albergan la restauración y las tiendas. En 2020, íbamos a abrir el parque nocturno con 80 pases y seguíamos con la obra del diurno para inaugurarlo el 27 de marzo de 2021.

Y llegó la pandemia...

Sí. Trastocó nuestros planes, pues tuvimos que cancelar muchas sesiones del espectáculo nocturno. Aun así, pudimos celebrar 24 pases con aforo limitado y siempre llegamos al tope, confirmando que tenía mucha atracción no solo en Castilla-La Mancha, sino también entre los madrileños. Este año, pudimos inaugurar el parque diurno el 27 de marzo y hemos recibido menos visitantes de los que esperábamos por las restricciones a nivel perimetral y de aforos. No obstante, nuestra evaluación es muy buena. Enviamos una encuesta a nuestros visitantes para saber cómo ven los espectáculos y la estancia y la valoración media está por encima del 9. Nuestras expectativas de que el 2022 sea muy bueno son grandes.

Demuestran que es posible entretener y aprender a la vez.

Efectivamente. Nuestra meta es mostrar la historia de nuestro país. No se trata de adoctrinar, sino de poner al visitante en un contexto histórico para despertar interés por la cultura y los personajes. Tratamos de hacer ver nuestras raíces, la cultura, la arquitectura, la literatura, la gastronomía. Tenemos a artesanos como el forjador de espadas que las produce en directo. Contamos la historia de una forma novelada, nos basamos también en la leyenda y nos tomamos pequeñas licencias para atraer la atención del visitante.

Puy du Fou ofrece un entretenimiento cultural y para toda la familia. Además, buscamos la emoción. En un parque de atracciones, tienes la adrenalina de bajar al vacío en una montaña rusa

¿Cuántos empleos sostienen?

En torno a 500. Sin las restricciones de aforos del covid, a día de hoy habríamos creado cerca de 700 empleos, que es el objetivo que nos marcamos para 2022.

¿Este modelo de negocio se parece en algo al del parque Warner?

No. Se parecen bien poco. No nos gusta calificar Puy du Fou como parque temático, porque se sale del estándar de los que conocemos al uso. Es un entretenimiento con carácter cultural y pensado para toda la familia. También buscamos la emoción. De hecho, nuestras valoraciones son muy altas porque los visitantes se quedan sorprendidos. La vivencia es muy diferente. En un parque de atracciones tienes la adrenalina de bajar al vacío en una montaña rusa.

También ha trabajado como consultor y analista de inversiones...

Mi perfil ha sido siempre financiero. Contacté con Puy du Fou y tengo que confesar que tuve dudas cuando me presentaron la idea de un parque temático de historia. Pero, hice un viaje a Francia y desde el minuto uno tuve claro que era algo distinto y, me dije, «tengo que formar parte de este proyecto en España». Mi experiencia me sirvió de mucho, pues al principio había que levantar fondos, hablando con bancos e inversores. Luego, tocó construir y dirigir el parque, una tarea para la que cuento con experiencia del parque Warner y de otras empresas pequeñas, en las que dirigí equipos. Con nuestro consejero delegado llevamos la dirección del parque y estamos contentos y con muchas ganas de seguir aportando valor y crecer con el proyecto.

Lugo lo es todo para mí. Cuando puedo me escapo para estar con mis amigos y mis padres y desconecto del estrés

¿Qué vínculo mantiene con Lugo?

Lo es todo para mí. Nací dentro de murallas, en el Hospital Virgen de los Ojos Grandes y estudié en el colegio Fingoi. Mis mejores amigos los sigo teniendo allí y, cuando tengo un fin de semana, me escapo para estar con ellos y con mis padres. Mis hermanas no están allí pero nos juntamos en Navidades y otras fechas. Me da la vida estar en Lugo, pues desconecto del estrés que puedo tener aquí y luego vuelvo con fuerzas. Eso sí, el viaje de vuelta lo paso cabreado porque la morriña es enorme. [entre risas]

Y es usted un devoto de San Andrés de Teixido...

Todos los años voy con mis padres para dar las gracias por como nos van las cosas y para que nos siga dando fuerzas. Estoy muy agradecido al Santo, porque a los Molinero nos trata muy bien.

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