El ingreso mínimo vital: entre 461 y 1.100 euros que llegarán a 850.000 familias

José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social.EFE

La renta con la que el Estado pretende combatir la pobreza se podrá solicitar a partir de junio

El ingreso mínimo vital (IMV), renta con la que el Estado pretende combatir la pobreza y que será aprobada en el próximo Consejo de Ministros, oscilará entre los 461 y los 1.100 euros, según adelantó este domingo el titular de Inclusión, Seguridad Social e Inmigraciones, José Luis Escrivá

En una entrevista publicada por El Periódico, el ministro explica que el ingreso vital llegará a 850.000 familias, que agrupan a unos 2,3 millones de personas. 

El Gobierno se plantea que, en primera instancia, la ayuda llegue a los hogares con un ingreso por unidad de consumo inferior a unos 230 euros al mes. Esa cifra, dijo el ministro, "se corresponde con el 20% más pobre de la sociedad española". "Ahí hay unos 600.000 hogares, según nuestras estimaciones. Pensamos que con el IMV sacamos fuera de la pobreza extrema al 75% de esos hogares y los llevamos a niveles que, en algunos casos, seguirán siendo de pobreza, pero ya no tan aguda". 

Según las previsiones del Ejecutivo, "en junio podrían cobrar quienes se beneficien del pago de oficio". El acceso a esta prestación lo tendrán aquellos hogares que tengan unos ingresos y un patrimonio "por debajo de un umbral" que el Gobierno va a fijar para cada una de las catorce tipologías que definirá, "sin tener en cuenta la vivienda habitual", puntualizó. "Complementaremos la renta de esos hogares hasta el umbral de renta mínima que resulte en cada caso", indicó Escrivá. 

En primera instancia, se beneficiarán los hogares que ingresen menos de 230 euros al mes

El ministro adelantó que se fijará un tope de patrimonio a partir del cual no se puede pedir acceder al ingreso. Ese límite está tasado en el caso del País Vasco en 35.800 euros. "Será menor", apostilló el ministro, quien sin embargo no quiso avanzar la cuantía. 

Respecto a la renta que no se podrá superar para tener acceso a la prestación, explicó que, inicialmente, "para un solo adulto será la equivalente a la prestación no contributiva de la Seguridad Social, que en la actualidad es de 395,60 euros por 14 pagas". 

"Hay que entender que la prestación no es una cantidad fija. Es un complemento hasta llegar al mínimo que corresponda. Este es el cambio fundamental", remarcó. "A partir de los 461 euros para un hogar formado por un adulto", dijo, se aplicará una serie de coeficientes, en función del tipo de familia y del número de menores, "con un añadido para los hogares monoparentales, que en un 80% son mujeres". 

La implantación de esta prestación obligará a su vez a las autonomías "a redefinir sus prestaciones, teniendo en cuenta que a partir de ahora habrá un mínimo estatal garantizado". 

El Gobierno, en la búsqueda de la implicación del sector privado, creará también el llamado 'sello social', dirigido a empresas que ayuden a encontrar empleo a los perceptores del IMV, cuya implantación supondrá un coste para el estado de unos 3.000 millones. Escrivá apostilló además que nunca entendió que existieran diferencias con el vicepresidente Pablo Iglesias para el diseño del IMV.