General Motors cancela la venta de Opel a Magna

El Consejo de Administración del fabricante estadounidense de automóviles General Motors decidió este martes cancelar la venta de su filial europea Opel a la empresa austriocanadiense Magna International, tras una reunión en Detroit. Así, el consejero delegado de la empresa, Fritz Henderson, explicó que el grupo decidió estudiar la posible reestructuración de Opel y anunció que en breve presentará un plan concreto al Gobierno alemán.

La empresa apunta que tomó la decisión de dar marcha atrás a la operación debido a ''la mejora de las condiciones de negocio'' que registró en las últimas semanas, así como la importancia de las dos marcas, Opel y Vauxhall, que estaban en venta. ''La salud financiera y la estabilidad de General Motors ha mejorado significativamente en los últimos meses, lo que nos ha dado la confianza de que nuestro negocio europeo puede ser reestructurado'', añade Henderson.

''Somos conscientes de la complejidad y alcance de este asunto, y del agotamiento que ha provocado a todos los afectados'', dice el directivo, consciente de que la operación ha provocado intensas negociaciones políticas en Alemania y en el seno de la Unión Europea, y también laborales en los países donde Opel tiene plantas, como la de Figueruelas, en Zaragoza.

Además, mantienen que su objetivo fue alcanzar ''la mejor solución a largo plazo para los clientes, empleados, proveedores y concesionarios''. Es por eso que defenden que la ''decisión es la más estable y la de menor coste para asegurar el futuro de Opel y de Vauxhall (la otra marca que iba a ser vendida) a largo plazo'', indican en un comunicado.

En bancarrota
General Motors se vio obligada a declararse en bancarrota a principios del verano pasado tras perder decenas de miles de millones de dólares en los últimos años. Pocas semanas después salió de la quiebra con la ayuda del Gobierno estadounidense, que inyectó cerca de 50.000 millones de dólares.

Aunque GM aprobó la operación de venta el pasado mes de septiembre, altos funcionarios de la Unión Europea pusieron de manifiesto sus preocupaciones por el papel que iba a jugar el Gobierno alemán en la operación. La venta de Opel a Magna incluía un acuerdo según el cual el Gobierno alemán ofrecería financiación a la empresa por 4.500 millones de euros para acometer la reestructuración, en tanto que Magna se comprometía a invertir 500 millones de euros.

Magna, que presentó su oferta en cooperación con el fabricante ruso Gaz y el banco Sberbank, fue además el único ofertante por el que el Gobierno y los Länder alemanes estaban dispuestos a apoyar con ayudas públicas.

Reestructuración
Según el acuerdo, Magna y sus socios se harían con el 55 por ciento de Opel, en tanto que GM mantendría un 35 por ciento y el restante 10 por ciento se repartiría entre la plantilla. Ahora, GM ha decidido quedarse con la filial alemana y acometer su propia reestructuración ante la posibilidad de que el Gobierno alemán pueda contribuir a su financiación.

Opel posee una importante factoría en Figueruelas, donde Magna se había comprometido a mantener una capacidad de ensamblaje de 478.000 vehículos, las dos líneas de producción y la sección de prensas, y la fabricación de nuevos modelos, el Meriva a partir de 2010 y desde 2013 la plataforma del nuevo Corsa.

La decisión de GM afecta a la planta española de Figueruelas en que se invalidan los acuerdos firmados por los trabajadores del fabricante Opel. Así, el representante de los trabajadores de Zaragoza en el comité europeo de GM, Pedro Bona, ha declarado que ''lamenta'' que se produzca esta situación después de ''pasarlo tan mal'' y de las ''negociaciones tan duras'' mantenidas con Magna, para llegar a un acuerdo sobre el futuro industrial de Figueruelas, donde trabajan más de 7.000 personas, en el que se contemplaba un ajuste laboral de 900 empleos y una reducción de costes millonaria.

El representante de los trabajadores ha señalado que ahora sólo les queda esperar a que General Motors presente su plan a los trabajadores y a los gobiernos europeos que se han visto implicados en las negociaciones con Magna, a la que prometieron millonarias ayudas económicas. Bona ha añadido que ''estamos agotados'' y ''agobiados'' de ''tanta incertidumbre'' sobre el futuro de la multinacional automovilística.

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