Gamesa aspira a acaparar la mitad de la potencia del concurso eólico

Se aproxima la resolución del ansiado concurso eólico gallego y las empresas afilan sus garras. Una de las grandes apostadoras, la vasca Gamesa, que aspira a acaparar más de la mitad de los 2.325 megavatios (MW) en juego, advirtió de que el reparto tendrá una repercusión clara en el empleo de la comunidad, como un arma de doble filo: impulsora de nuevos centros de trabajo y, a su vez, posible destructora de otros en aquellas empresas que no consigan un trozo del pastel.

En su caso, la compañía -que tiene una plantilla fija en Galicia de 550 personas- compite en una doble vertiente. Por un lado, como promotor eólico solicitó la asignación de 460,5 MW en doce proyectos y, por otro, como fabricante e instalador de aerogeneradores, presentó un plan industrial vinculado a la obtención de 1.200 MW que incluye inversiones superiores a 51 millones de euros y la creación de al menos 226 nuevos empleos directos en la comunidad.

A estos habría que sumar, además, los cerca de 50 trabajadores de la planta coruñesa de Sigüeiro -actualmente paralizada por falta de carga de trabajo-, afectados por la prórroga de un Expediente de Regulación de Empleo (Ere) temporal, que se fusionarían con la instalación de Bergondo para crear un centro de reparación europeo de grandes componentes. Con esta reestructuración, incluida en el plan industrial, la compañía garantizaría la empleabilidad del personal de ambas plantas.

Sin embargo, ésta y las otras actuaciones previstas por Gamesa en Galicia podrían quedarse en agua de borrajas si, contra sus pronósticos, la empresa no consigue adjudicarse el suministro. "Si las comunidades autónomas nos dan la espalda peligrará también lo que ya existe y tendremos un problema de mantenimiento del empleo actual", advirtió el director general de operaciones de la compañía, Ricardo Chocarro, que hizo hincapié en que todos los planes de futuro de la firma en la comunidad "están condicionados a tener un mayor volumen, son a cambio de los 1.200 megavatios".

Repercusión para empresas de Galicia

Chocarro avanzó que, si el reparto de la Xunta es "generoso" con la eólica, la fábrica coruñesa de palas de aerogeneradores de As Somozas será "pionera en el mundo" en producir su nuevo prototipo de máquina G10X, el aerogenerador más potente en el mercado eólico terrestre con 4,5 MW de potencia unitaria. Se trata de una macropala única, tanto por su gran tamaño -más de 60 metros, con un rotor de 128 metros de diámetro y una torre fabricada en hormigón y acero de 120 metros de altura—- como por ser la primera que se fabricará en dos partes que se ensamblarán in situ para facilitar su transporte. Para permitir su producción, Gamesa invertiría 20 millones de euros en ampliar las dimensiones de las instalaciones y otros tantos en constituir un nuevo centro productivo, lo que generaría 62 nuevos puestos de trabajo directos.

Asimismo, el plan industrial prevé también actuaciones en otras localidades de A Coruña: en Oroso, establecer un nuevo núcleo de servicios de mantenimiento, con un presupuesto de 6,8 millones, para dar servicio a más de 2.500 MW en la comunidad. En As Pontes, consolidar su nueva plataforma logística de producto terminado, por lo que dedicaría 3,2 millones a adaptarla al transporte de las nuevas palas, lo que contribuiría de forma sustancial al incremento de la actividad del puerto de Ferrol. Por último, en Coirós implantaría cuatro moldes para la fabricación de dovelas de las G10X, que requeriría 1,5 millones de euros y generaría 44 empleos directos.

Regulación
Confiado en la solidez de su propuesta y en la credibilidad que tiene la compañía, que inició su actividad en Galicia hace 15 años y representa el 45% de la potencia eólica instalada en la comunidad, el delegado de Gamesa Eólica, Juan Barreiro, se mostró optimista de cara al concurso que se resolverá, como muy tarde, el mes que viene. Sin embargo, alertó de que existe una "incertidumbre" regulatoria que podría dejar sin sentido la subasta, ya que el Ejecutivo no ha aclarado todavía que pasará con las renovables a partir del año 2013 ni si se mantendrán las primas a las energías limpias.

Sobre ellas, Barreiro denuncia la "perversión" del sistema: "nos están inyectando primas desde el Gobierno central que luego se llevan las autonomías vía impuestos", dijo en alusión al canon eólico, que según sus cálculos permitió a la Xunta recaudar este año unos 24 millones de euros.

Comentarios