Fruto de la todavía escasa corresponsabilidad en el cuidado de hijos y dependientes, de la menor presencia femenina en puestos de responsabilidad y, en consecuencia, de su mayor exposición a empleos más precarios, las gallegas siguen cobrando un 18,6% menos, de media, que los varones.
Según la estadística sobre el mercado de trabajo publicada por la Agencia Tributaria (Aeat) y elaborada con datos extraídos de la declaración anual de retenciones e ingresos a cuenta practicados por las empresas o la administración a asalariados, desempleados y pensionistas, las trabajadoras gallegas cobraron en 2021 una media de 18.580 euros brutos, un 4,9% más que en 2020. En el caso de los varones, la nómina media anual fue de 22.818 euros, un 4,2% más.
Afortunadamente, la diferencia ha ido recortándose, pues mientras en el primer año de pandemia ellas cobraron un 19% menos, en 2010 la brecha rozaba el 30%. Esta mejoría se explica por varios factores. Entre ellos están la progresiva incorporación de las féminas al mercado laboral y avances legislativos como el decreto de igualdad retributiva entre hombres y mujeres que desde abril de 2021 obliga a las compañías a tener un registro salarial de todo el plantel.
Las diferencias a nivel territorial son acusadas. Así, de media, las gallegas percibieron el año pasado un 21,5% más que las andaluzas, las peor paradas, con un promedio de 15.292 euros. En cambio, su retribución fue un 13% inferior a la nómina de las catalanas, las únicas del Estado que superan los 21.000 euros (21.356 euros).
Dejando a un lado las diferencias por sexos, la estadística de la Aeat refleja que el sueldo medio de los gallegos marcó un récord al despuntar un 4,45% y alcanzar los 20.786 euros, impulsado por la mejora del salario mínimo interprofesional (SMI), que el año pasado se situó en 965 euros al mes, y por la reactivación del mercado laboral tras la pandemia, que se reflejó en una reducción del número de asalariados en los estratos retributivos más bajos, en favor de los más elevados. Con todo, la referencia gallega fue un 3,4% inferior a la media estatal y tampoco cubrió la inflación, de 3,5 puntos de media en 2021.
Así las cosas, según Hacienda, el año pasado el 35,4% de los trabajadores –contando tanto los que estuvieron en Erte como los que no– ingresó el SMI o menos. En cambio, la nómina del 4% multiplicó por cuatro o más la retribución mínima, esto es, rebasó los 53.200 euros brutos anuales. Mientras este colectivo aumentó un 6,8%, el primero adelgazó un 8%. En el grupo más privilegiado, 1.993 gallegos –148 más que en 2020– manejaron más de 133.000 euros (más de diez veces el SMI).
16.331 €
Es el salario medio más reducido y corresponde a los servicios a empresas. A escasa distancia, agro y pesca, con 16.507 euros (+5,7%). La estadística tiene un sesgo a la baja al medir el sueldo medio como el cociente de los rendimientos cobrados divididos por el número de perceptores sin tener en cuenta el número de días trabajados en el año.
