El campo gallego ve los próximos meses muy negros por los daños colaterales de la invasión rusa sobre Ucrania. A la imparable subida de precios de la alimentación de los animales, la electricidad o el gasóleo agrícola, previa ya al conflicto bélico, se puede sumar en poco tiempo un grave problema: el desabastecimiento de cereales como el maíz y, en consecuencia, de piensos. Es un riesgo del que ya advierten organizaciones agrarias y la Xunta.
El consellerio de Medio Rural, José González, alertó este martes de que "en dous ou tres meses" pueden empezar a faltar granos, mientras que Unións Agrarias estima que ya en el plazo de un mes podría haber serios problemas para disponer de maíz, una de las materias primas con las que se elabora el concentrado para los animales. El secretario general del sindicato, Roberto García, explica que hay "almacenamento para catro ou oito semanas", pero a partir de ahí se generaría una situación de desabastecimiento si no se buscan alternativas para proveerse.
Y es que Ucrania, considerado el granero de Europa y de España, ocupa los primeros puestos en producción y exportación de trigo, cebada, maíz o girasol, entro otros. Solo España compra a este país el 42% de los cereales que importa, sobre todo maíz, y en menor medida trigo, cebada o centeno. También Rusia es un importante proveedor de grano al mundo, aunque la dependencia de ese país en el caso de España es menor. En ambos casos las exportaciones prácticamente se han detenido.
Un dato relevador del impacto en Galicia es que la comunidad importa de Ucrania el 40% del maíz, un cereal que supone una tercera parte de los granos con los que se fabrican los piensos. Así lo explica en un análisis el ingeniero agrónomo Alberto de la Riva, director comercial y de marketing de Limagrain Ibérica, una multinacional especializada en semillas. En el actual escenario, la preocupación no reside solo en el encarecimiento de las materias primas y, en consecuencia, de la alimentación animal —que representa cerca del 60% de los costes de producción de las granjas gallegas—, sino también en las repercusiones de un corte del suministro.
Unións Agrarias llama a buscar mercados alternativos. La Xunta ya solicitó al Ministerio de Agricultura la convocatoria de una conferencia sectorial extraordinaria para abordar la situación. El conselleiro pide acciones urgentes para que el sector agroganadero no se vea abocado a la desaparición.
PRECIOS. Desde el Gobierno, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, aseguró este martes que "no hay ningún riesgo" de desabastecimiento de cereales, aunque sí reconoció el impacto por la escalada de precios. Desde el inicio del conflicto, la tonelada de maíz se ha encarecido ya en 100 euros y se paga a 350 euros, un récord.
El trigo se aproxima a los 400 euros la tonelada y también se augura una escasez. Eso afectará no solo al consumidor, sino también por ejemplo a los productores de pan, a los que no le quedará otra que seguir subiendo precios.
