Los elevados precios de la energía lastran desde hace meses la actividad industrial y muchas empresas se encuentran ya al límite. Tanto que más de 50 firmas del sector del metal en Galicia se plantean en estos momentos parar fábricas o eliminar turnos de trabajo ante la imposibilidad de hacer frente a unas facturas desbocadas. Esa es, al menos, la cifra de firmas que la patronal Asime tiene constancia de que sopesan limitar o parar la producción por el coste de la luz, pero "seguramente sean más" y todavía no lo hayan comunicado.
Es una realidad que este miércoles puso sobre la mesa el secretario general de la asociación, Enrique Mallón, quien advirtió de que esas interrupciones o reducciones de la actividad pondrían en jaque unos 1.200 empleos de forma directa. Señaló que los trabajadores del metal ya se ven afectados por el impacto del coste energético sobre las empresas, pues puede conllevar parálisis en la contratación, reducción de plantillas o congelación de sueldos pese a la inflación. Precisamente compañías como Ferroglobe y Celsa Atlantic preparan expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) en Galicia. La primera lo aplicará a toda la plantilla de su factoría de Sabón, en Arteixo, hasta finales de 2024. La segunda lo extenderá entre el 1 de noviembre y el 30 de abril en la planta de A Laracha.
La pérdida de competitividad es otro de los peajes para la industria. Mallón puso de relieve que el coste energético se ha incrementado hasta un 300% para algunas empresas. Y puso ejemplos de pymes que tuvieron que pagar entre 50.000 y 60.000 euros en el recibo por la excepción ibérica.
El secretario general de Asime reivindicó ayudas a la industria y cambios en el funcionamiento del mercado energético.
Stellantis suspende la producción en Vigo seis días
La falta de componentes para ensamblar vehículos no deja de pasar factura a la factoría de Stellantis en Vigo. La planta volverá a detener la producción por los problemas de suministro seis días, entre este jueves a las 14.00 horas y el martes, según trasladó la dirección al comité de empresa.
Este parón afectará a las dos líneas de fabricación de Balaídos, en las que se montan coches y furgonetas. La firma espera reanudar la actividad el miércoles.
Además de las dificultades para disponer de componentes como los chips, Stellantis Vigo afronta problemas para enviar vehículos a mercados internacionales
