La cumbre en la que cada mes de diciembre se deciden las posibilidades de pesca que manejará la flota de la Unión Europea al año siguiente arrancó este lunes en Bruselas con dos grandes retos para la delegación española: conseguir que se suavicen los tijeretazos planteados por el Ejecutivo comunitario sobre la merluza tanto en aguas ibéricas como en el Gran Sol y para el jurel que se captura desde Fisterra hasta el golfo de Cádiz. Este es solo parte del trabajo que tiene por delante en una negociación que tiene en vilo al sector en Galicia y que, como es habitual, se prevé maratoniana. De hecho, el acuerdo podría demorarse hasta la madrugada de este martes.
En la jornada de este lunes, los responsables de Pesca de los Veintiocho mantuvieron un primer intercambio de opiniones sobre la propuesta lanzada por la Comisión Europea en noviembre, con más luces que sombras para los intereses de la flota de la comunidad.
Uno de los focos de preocupación está en el hachazo del 30% que planea sobre la merluza en aguas ibéricas, para la cual la patronal Cepesca pide mantener las mismas posibilidades de extracción que se asignaron para este año, alegando que la cantidad de este pescado en el mar está en un buen nivel.
El jurel también centrará las presiones de España, en concreto el que se pesca desde Fisterra hacia Cádiz, ya que si se materializa el propósito de Bruselas la flota perderá un 24% de la cuota.
►Más información en la edición impresa de El Progreso de este martes◄
