"Esgotei as listas do paro dous anos e non atopei persoal", dice un hostelero

El año pasado Javi Ares contactó con unos 120 desempleados, como en 2017, y ninguno trabajó en su local
Javier Ares, en la terraza de su establecimiento, al lado de la iglesia de San Xoán de Portomarín. XESÚS PONTE
photo_camera Javier Ares, en la terraza de su establecimiento, al lado de la iglesia de San Xoán de Portomarín. XESÚS PONTE

El de Javier Ares, propietario de la Posada del Camino en Portomarín, es un ejemplo del problema que es común a hosteleros que tienen establecimientos en el Camino de Santiago, A Mariña, la Ribeira Sacra o la capital lucense, la falta de personal. En 2017 y 2018, según asegura, «esgotou as listas do paro» con los aspirantes que le facilitaron en la Axencia de Colocación, unos 120 desempleados por ejercicio.

Y no pudo cubrir con esas listas ninguna de las cinco plazas de camareros y cocineros que precisaba desde Semana Santa hasta el mes de octubre, cuando tiene lugar la mayor avalancha de peregrinos en la populosa ruta jacobea. Así que tuvo que recurrir a plataformas digitales, como infojobs o milanuncios.com. 

EXCUSAS. Una de las disculpas que le pusieron alguno de los que rechazó su oferta, según cuenta, es que percibían una prestación de 420 euros y que a mayores cobraban cada sábado o domingo unos 100 o 150 euros en negro por hacer extras en banquetes o en menús a la carta, por lo que cobraban más de lo que les pagaría él. "Prefiren facer iso, aínda que non coticen á Seguridade Social, porque así teñen libre de luns a venres", afirma este hostelero de la Villa Jardín, que lleva 20 años en el negocio familiar, los últimos tres ya al frente, que añade que dicen que es "mellor iso que estar aquí oito horas diarias máis desprazamento".

Otro de los pretextos con el que se encontró fue la de un aspirante que le dijo que estaba cuidando de sus padres, ya mayores, por lo que le ayudaban con 450 o 500 euros mensuales, más lo que iba cobrando por hacer extras.

A golpe de inspecciones
Javier Ares considera que si se intensificasen las inspecciones para desenmascarar el trabajo que se realiza cobrando en dinero B se contribuiría a que se regulase la situación en la hostelería.

Tiene esas dificultades para contratar a personal, pese a que, según asegura, ofrece a los aspirantes a camareros y cocineros "máis diñeiro do que lles corresponde por convenio, máis comidas e cenas".

TIPO DE TRABAJO. Este hostelero de Portomarín advierte de que "o propio sistema de traballo" contribuye a que los desempleados opten por las extras en banquetes, en vez de un contrato en un establecimiento, porque "así saben que teñen que facer e do outro xeiro están correndo da terraza para dentro".

SERVICIOS DIARIOS. En su restaurante sirven los días fuertes "unhas 80 ou 90 comidas e entre 40 e 50 ceas", cuando antaño, sin tanta competencia en las villas del Camino, superaba los 200 servicios diarios en las jornadas con más actividad.