Entra en vigor la Ley de Segunda Oportunidad que exonera deudas

Entre los objetivos de esta legislación se encuentra permitir que una persona física pueda arriesgarse a nuevas iniciativas sin arrastrar indefinidamente una deuda

La ley de Segunda Oportunidad, que incluye la exoneración de deudas a particulares y pymes, retira las cláusulas suelo a colectivos vulnerables y apoya las bonificaciones a familias y autónomos, entra en vigor mañana tras publicarse este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El BOE publica la autorización del Rey Felipe VI a las disposiciones de la Ley de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social aprobadas en las Cortes Generales.

El texto del preámbulo de la Ley recuerda que, aunque la economía lleva ya algunos meses dando signos esperanzadores de recuperación, "todavía existen muchos españoles que siguen padeciendo los efectos de la recesión".

En este sentido, afirma que en este marco nace la llamada nueva legislación sobre segunda oportunidad, cuyo objetivo no es otro que permitir que una persona física, a pesar de un fracaso económico empresarial o personal, tenga la posibilidad de encarrilar nuevamente su vida e incluso de arriesgarse a nuevas iniciativas, sin tener que arrastrar indefinidamente una losa de deuda que nunca podrá satisfacer.

El pasado 14 de abril el Senado aprobó de manera definitiva y sin modificaciones esta ley que entre otras medidas incluye disposiciones para exonerar deudas a particulares y pymes o la extensión de la deducción de 1.200 euros anuales, el llamado "cheque familiar".

La Comisión de Economía del Senado, con competencia legislativa plena, rechazó tres vetos y 218 enmiendas de la oposición y la ley fue aprobada con los votos del PP.

Según consta en la nueva Ley los particulares que han sido exonerados sólo tendrán que devolver sus deudas tras cinco años en casos excepcionales y fortuitos, como puede ser por una herencia no prevista o un premio de lotería o de juegos del azar.

Además, se limita el acceso al Registro Público Concursal con el fin de no estigmatizar socialmente al exonerado.

La ley de Segunda Oportunidad no incluye la exoneración de los créditos públicos de los particulares o pymes ni tampoco los relativos a los alimentos.

La ley establece que no deberán declararse en el IRPF las rentas que pudieran ponerse de manifiesto como consecuencia de quitas o daciones en pago de deudas y que así se hayan establecido en un acuerdo extrajudicial de pagos o como consecuencia de la exoneración.

Además, incluye reglas de procedimiento especiales y simplificadas para particulares en cuestiones relativas a plazos de designación y convocatoria de acreedores y reduce significativamente los aranceles notariales y registrales.

Asimismo, las cláusulas suelo que impiden que miles de hipotecados en España se beneficien de determinadas bajadas del euríbor desaparecerán temporalmente para todos los que se acojan a la segunda oportunidad y definitivamente para aquellos potenciales beneficiarios del código de buenas prácticas.

El texto de la Ley argumenta que la experiencia ha demostrado que cuando no existen mecanismos de segunda oportunidad se producen desincentivos claros a acometer nuevas actividades e incluso a permanecer en el circuito regular de la economía.

"Ello no favorece obviamente al propio deudor, pero tampoco a los acreedores ya sean públicos o privados", añade la Ley, que asegura que los mecanismos de segunda oportunidad son desincentivadores de la economía sumergida.

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