El Rey ha certificado hoy ante el Foro Económico Global de Bilbao el crecimiento de la economía española, aunque ha subrayado que "queda todavía mucho por hacer" para lograr la plena recuperación y luchar contra lo que considera "el principal desafío": el desempleo.
Don Juan Carlos ha inaugurado este encuentro económico de Bilbao, que cuenta con la presencia, entre otros, de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde; el lehendakari, Ïñigo Urkullu; varios comisarios europeos y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y que será clausurado por el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy.
El Rey, quien ayer ya se reunió con Lagarde, ha saludado a los participantes en castellano y en euskera (egun on-buenos días-) y ha subrayado que 2014 será un año muy importante para Europa y su economía ya que la recuperación "está ganando fuerza".
En esa línea, ha subrayado que tras la crisis de 2008, las economías mundial y europea están experimentando un proceso de transformación significativo en el que los gobiernos de los socios comunitarios están adoptando medidas y reformas dirigidas a estabilizar financieramente sus economías y a fortalecer sus bases de crecimiento. "Es cierto que las dificultades no han desaparecido, pero el escenario actual es mejor que el de hace sólo dos años", ha enfatizado el Rey.
A su juicio la globalización plantea retos a las economías y las empresas al tiempo que ofrece nuevas oportunidades, y ha señalado que para sentar las bases de la recuperación económica y reforzar la competitividad de las empresas europeas, es fundamental favorecer su proyección internacional. En ese contexto, ha explicado que España está acometiendo reformas con el objetivo de crear empleo e impulsar un crecimiento sostenido.
Un crecimiento que cree constatado con el gran impulso de las exportaciones y la confianza de los inversores internacionales en la economía. Pero, pese a ello, ha expuesto que el paro sigue siendo el principal desafío y se trata de "un problema que afecta dolorosamente a millones de españoles y que preocupa profundamente a todos".
Para el Rey, el objetivo es lograr la plena recuperación económica y la creación de empleo, y para esa meta ha reconocido que "queda todavía mucho por hacer". Por ello, ha considerado necesario debatir y analizar nuevas propuestas que permitan abordar los retos pendientes y ha opinado que el foro que hoy se celebra en el Museo Guggenheim de Bilbao puede aportar mucho en esa dirección. "Confío -ha precisado- que las ideas que aquí se van a debatir contribuirán a consolidar e impulsar el crecimiento económico y el bienestar de nuestros ciudadanos".
Más allá de la coyuntura actual, don Juan Carlos ha invitado a tener presentes las fortalezas de la economía española y, a renglón seguido, ha recordado que es la decimotercera economía mundial en términos de producto interior bruto. Ha destacado igualmente que se trata de uno de los mercados más atractivos de Europa, con 47 millones de consumidores y más de 60 millones de turistas al año. Asimismo, ha explicado que cuenta con una indudable posición estratégica como plataforma de negocios global y, desde Europa, es puente hacia Latinoamérica, el norte de África y los países del Consejo de Cooperación del Golfo.
El Monarca ha expresado su satisfacción por estar una vez más en Bilbao, una ciudad que ha dicho que es "de las más dinámicas de España y de Europa", y que "tanto debe -ha recalcado- a la intensa labor de su alcalde", Iñaki Azcuna.
Azcuna, al que el Rey visitó ayer en su domicilio, no ha podido estar presente en el acto debido a que se encuentra enfermo, y don Juan Carlos ha sentido "enormemente" esa ausencia y le ha enviado "un saludo afectuoso".
En la inauguración del foro han estado presentes también, entre otros, el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el titular de Industria, José Manuel Soria.
Don Juan Carlos ya ha protagonizado diversos actos en Madrid y ha realizado un viaje a Portugal desde que fue operado de la cadera el pasado mes de noviembre, pero el de hoy ha sido el primero que ha presidido en territorio nacional y fuera de la capital.
A su llegada al Museo Guggenheim, ha sido recibido por Urkullu y, ayudado de un bastón, se ha dirigido al lugar en el que le esperaban el resto de autoridades y ha accedido al interior del edificio.
