¿Un cúmulo de despropósitos?

El desliz preelectoral de Rajoy sobre la bajada fiscal resucita la batalla por el Iva

Los colectivos más perjudicados por la subida de 2012, como peluqueros o funerarios, exigen volver al tipo reducido

«Basta ya de un Iva asesino». Es el grito de guerra con el que de los peluqueros gallegos han vuelto a salir a la calle esta semana para reclamar al Gobierno que acabe con el ‘castigo’ fiscal que en septiembre de 2012 les obligó a pasar de tributar a un tipo reducido del 8% a hacerlo al general del 21%. Trece puntos de una tacada. Los mismos que tuvieron que soportar, a la fuerza, el cine y los espectáculos culturales, las funerarias o los gimnasios y que han causado verdaderos estragos en la facturación de las empresas, el cierre de miles de negocios, incontables despidos y, sobre todo, mucha indignación, reavivada ahora en pleno año electoral por el presunto desliz con el que Mariano Rajoy dejaba caer hace unas semanas —a modo de descuido durante un mitin en Vigo— que el PP bajará el Iva el año que viene. Si sale, claro, vencedor de las generales.

«Es mera propaganda electoral; tras varios años y después de que prometiese que cuando la economía repuntase lo iba a revisar, no sé por qué hay que esperar a que vuelva a ser reelegido: si su intención es bajarlo que se haga ya», replica Jose Suárez, de la Asociación Motivadora de Peluqueros de A Coruña, que muy a su pesar tiene constancia de que no son esos los planes del Gobierno. «Se estaba rumoreando que iba a haber una rebaja en cultura, parafarmacia, peluquerías y demás, pero se tuvo una reunión con miembros de Hacienda que desmintieron por completo que se fuera a modificar ningún tipo de Iva: ni se estaba estudiando ni había ningún movimiento en ese sentido», explicó al respecto, decidido aún así a seguir presionando en la calle por lo menos hasta que se celebren las elecciones generales.

"Se estaba rumoreando que iba a haber una rebaja en cultura, parafarmacia, peluquerías y demás, pero se tuvo una reunión con miembros de Hacienda que lo desmintieron por completo"

Porque en los dos años y medio que lleva en vigor la subida del impuesto el sector ha perdido en Galicia 1.400 centros de peluquería, cada uno con una media de dos o tres empleados además del propietario, lo que arroja un total de 4.200 empleos destruidos. Y los que han sobrevivido han visto drásticamente reducidos sus ingresos, no solo porque la mayoría de los empresarios no han repercutido el alza del 13% en los precios para no espantar a los clientes y han tenido que asumirlo a costa de sus márgenes de beneficio, sino también porque la crisis ha hecho que pasasen de una media de dos visitas al mes por usuario a una cada dos meses. «Han subido la luz, nuestros proveedores, las cuotas de autónomos... crecen los gastos, bajan los ingresos y al final la horquilla se vuelve una soga», resume Suárez.

Como los peluqueros, otros colectivos están dispuestos a aprovechar el año electoral para presionar al Ejecutivo en favor de una rebaja fiscal. Las asociaciones de familias numerosas —incluida la gallega, Agafan—, han puesto en marcha, por ejemplo, una campaña a nivel comunitario para conseguir que se modifique la directiva europea que grava los pañales y el resto de productos infantiles «como artículos de lujo», con el tipo máximo que en España desde 2012 es del 21%. El mismo que se aplica a bebidas alcohólicas, tabaco, cosmética, discotecas o salas de fiesta. Una carga impositiva que sitúa el gasto medio de una familia en pañales en unos 50 euros al mes por niño durante una media de dos años «obligatoriamente».

Este producto se quedó al margen de la última reforma fiscal con la que el Gobierno enmendó el año pasado, muy parcialmente, la subida del impuesto de 2012, pero solo para algunos sectores privilegiados. Es el caso de floristas e importadores de obras de arte, que hace tres años se situaron entre los colectivos más perjudicados al pasar de soportar un Iva del 8% al 21% y desde el 1 de enero tributan de nuevo al tipo reducido, actualmente del 10%. No se beneficiaron de esta rectificación, sin embargo, ninguno de los otros grandes damnificados, como los gimnasios o los tanatorios.

"Han subido la luz, nuestros proveedores, las cuotas de autónomos... crecen los gastos, bajan los ingresos y al final la horquilla se vuelve una soga"

El presidente de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), Juan Vicente Sánchez-Araña, considera que ahora que se ha emprendido la recuperación económica es el momento para que también su sector vuelva a gravarse con el tipo reducido en lugar del máximo del 21%, «el más alto de toda Europa». En su caso, al tratarse de un servicio indispensable, el número de clientes no cayó durante la crisis a pesar del alza fiscal, pero el incremento de precios abocó a los usuarios a contratar paquetes básicos y más económicos. Como consecuencia, la facturación del sector se redujo en torno al 15% en los dos últimos años, aunque no se destruyeron puestos de trabajo.

Teniendo en cuenta que la muerte cotiza como un vicio, no parece muy claro cómo decide el Gobierno qué servicios deben considerarse esenciales a la hora de aplicar el Iva lo que, en un escenario de extrema vulnerabilidad del Gobierno tras los malos resultados del 24-M y la proximidad de las generales, podría ser utilizado por los distintos sectores para arrimar el ascua a su sardina. La batalla está garantizada.

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