Rechazo sorpresa al plan de rescate de Bush

La Cámara de Representantes de EE.UU. rechazó este lunes en una primera votación y contra todo pronóstico el controvertido proyecto de ley de 700.000 millones de dólares para paliar la crisis financiera en el país. Tras este resultado, George Bush convocó de urgencia a sus asesores.

Pese al acuerdo alcanzado el domingo entre legisladores demócratas y republicanos para refrendar el texto del plan de rescate, la Cámara estadounidense rechazó el proyecto de ley por sólo 23 votos (228 en contra y 205 a favor). Más de dos tercios de los republicanos votaron en contral.

El resultado de la votación provocó una fortísima corriente vendedora en Wall Street, que hizo al índice Dow Jones perder cerca de 700 puntos descendiento más de un 6%.

El rechazo al plan, que se produjo tanto entre las filas demócratas como en las republicanas, podría obligar a los representantes de los dos partidos a regresar a la mesa de negociaciones hasta lograr un nuevo plan que les permita eliminar todas sus reticencias.

De hecho, el presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara Baja, Barney Frank, dijo tras la votación que evaluarán la "reacción económica" antes de decidir sobre el siguiente paso legislativo.

Por su parte, el presidente de EE.UU., George W. Bush, dijo sentirse "muy decepcionado" por el rechazo y se reunirá inmediatamente con sus asesores para determinar los próximos pasos a dar, dijo la Casa Blanca.

Ganaron los escépticos
La votación se produjo tras un largo e intenso debate entre los legisladores, muchos de los cuales pusieron en duda la eficacia del plan, y criticaron la falta de ayudas para las familias aquejadas por las ejecuciones hipotecarias.

Este rechazo supone un duro golpe para el Gobierno de George W. Bush, quien había advertido que si no se aprobaba el paquete de rescate, ello tendría nefastas consecuencias para el resto de la economía estadounidense y para la economía global.

Durante el debate, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, indicó que aunque los 700.000 millones de dólares constituyen "una cifra pasmosa", es "tan sólo una parte del costo de las fallidas políticas económicas" del Gobierno de Bush.

Negociación de besugos
Todo parecía cerrado este domingo, cuando con varios días de retraso -y un primer acuerdo fallido el jueves- demócratas y republicanos cerraban un texto para evitar el derrumbe de la banca.

La llamada Ley de Estabilización Económica de Emergencia de 2008 mantenía el objetivo central del programa del Gobierno: el uso de un máximo de 700.000 millones de dólares para comprar deuda de mala calidad de los bancos que mantiene bloqueados los flujos de liquidez en el mercado.

Sin embargo, el texto ahora rechazado incluye nuevas cláusulas negociadas por los legisladores de ambos partidos. En lugar de poner a disposición del departamento del Tesoro los 700.000 millones de dólares de una vez, los fraccionaría y el Congreso podría retener 350.000 millones si no está satisfecho con el desempeño del programa.

Sin embargo, esta no pareció una garantía suficiente para un grupo mayoritario de congresistas republicanos, que en un principio parecían favorables al texto.

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