Los bricks de leche de marcas como Larsa, President, Puleva o Ram desaparecerán desde este viernes y hasta el lunes de los lineales de las principales cadenas de distribución que operan en Galicia. Es el "xesto" que diferentes compañías alimentarias comprometieron ante Unión Agrarias (UU AA) para apoyar a los ganaderos en su reivindicación de mejores precios para afrontar la escalada de los costes de producción que oprime a las explotaciones.
La leche líquida que retirarán de sus supermercados este viernes y durante el fin de semana pertenece a enseñas de Lactalis —caso de Puleva y Président— y a Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), principal filial de Central Lechera Asturiana y fabricante de la marca Larsa. Estos grupos son los que más materia prima recogen en Galicia y contra ellos enfocó la organización agraria las protestas que en días pasados se realizaron a las puertas de sus factorías en Vilalba y Outeiro de Rei. El sindicato ya había amenazado con boicotear los productos de ambas compañías si no aplicaban subidas en las cotizaciones que pagan a las granjas y ha logrado el apoyo de la distribución para ejercer presión y "que se senten a negociar".
Desde Unións consideran que Lactalis y Capsa, por el peso que tienen en la recogida del oro blanco del campo y por el hecho de ocupar la presidencia de la Inteprofesional Láctea y la patronal española de la industria láctea — la Fenil—, respectivamente, son "as principais culpables da nula rendibilidade das granxas lácteas a pesar das grandes ganancias que están a obter pola comercialización de produtos industriais". Señalan, además, que con las decisiones que toman en materia de precios al ganadero "marcan pautas de comportamiento" en el sector.
Los consumidores sí encontrarán en las superficies de venta el resto de derivados lácteos de sus marcas, como yogures o queso.
"CULPABLE". Pese a que en otras ocasiones la distribución era el objetivo contra el que disparaban las organizaciones agrarias por usar la leche como producto reclamo y forzar la venta a pérdidas, ahora UU.AA. afirma que "o problema está na industria". Destaca que las cadenas alimentarias subieron la leche en torno a 5 céntimos en los últimos meses en un escenario de fuerte encarecimiento de los costes en el campo, "colaborando para dar solución á crise que vive o sector produtor", pero denuncia que la industria se ha quedado con ese margen y no lo ha trasladado al ganadero. Apuntan, además, a que la subida de precios de productos industriales como la mantequilla en los últimos meses da a la industria más margen para pagar más a las granjas.
La ley de la cadena alimentaria ya dicta que los precios deben cubrir los costes de cada eslabón de la cadena, pero no ocurre.
