Garamendi: "Si la contrarreforma laboral sale adelante, será un error y España no crecerá"

El presidente de la patronal española ve en el ‘Plan Marshall’ europeo una gran oportunidad para modernizar la economía
photo_camera Entrevista con Antonio Garamendi, este lunes a las 18.00 horas. EP

"Moderación y estabilidad" en el escenario político estatal y "más acuerdos, objetivos comunes y unidad" con los agentes sociales. Son los ingredientes de la receta que este lunes puso sobre la mesa el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, en el foro E-ncontros organizado por el Grupo El Progreso con el fin de arrojar luz sobre la senda de la recuperación.

En una charla telemática dirigida por el director del Diario de Pontevedra, Miguel Ángel Rodríguez, el líder de la patronal incidió en que, para conquerir una recuperación inclusiva, en la que nadie quede atrás, será clave "tener sentido de país y de Estado". "Con moderación, rigor presupuestario y ortodoxia económica, ahí nos van a encontrar", apuntó.

Tras enviar este recado a la coalición que sustenta el Gobierno central, Garamendi remarcó que España tiene ante sí la posibilidad de convertir "en una oportunidad la desgracia" que ha supuesto la pandemia. La clave será ser capaces de aprovechar la llegada de los 140.000 millones que el país aspira a recibir de los fondos europeos, de los cuales más de 70.000 millones se concederán en forma de ayudas a fondo perdido. Para no dejar pasar de largo este tren, la CEOE tiene claro que el dinero debe servir para modernizar el tejido productivo impulsando la digitalización, la sostenibilidad, la inclusión y la igualdad, los cuatro ejes en torno a los que la UE ha construido el nuevo Plan Marshall comunitario.

Convencido de que los macroproyectos que obtengan financiación deben regirse por un planteamiento "nacional y europeo", en lugar de tener carácter "territorial", el patrón de los patronos españoles recalcó que se abre "un momento crucial de cambio profundo". Como ejemplo, citó el impacto en la industria de la automoción que tendrá la alianza entre Iberdrola, Seat y el Gobierno central para impulsar una fábrica de baterías en Martorell mediante un consorcio público-privado.

"Esta desgracia puede ser una oportunidad con la apuesta tan potente de la UE. Seremos uno de los países más beneficiados"

LA CONTRAPARTIDA. No obstante, Garamendi llamó a que nadie caiga en la tentación de ignorar que los recursos van ligados a que España materialice las reformas que reclama Bruselas. En el listado de tareas figura cubrir "el agujero muy profundo" que lastra la sostenibilidad del sistema público de pensiones y uno de los grandes ‘huesos’ que prometen ser más difíciles de digerir: la "contrarreforma laboral" que el Ejecutivo pretende acometer, con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como punta de lanza.

Mientras Moncloa y sindicatos aspiran a poner limites a las subcontrataciones, restaurar la ultraactividad de los convenios vencidos y suprimir la prioridad de los convenios de empresa sobre los sectoriales, Garamendi mandó un aviso. "Si se implementa una mayor rigidez, en lugar de la modernidad y adaptabilidad necesarias y se rompe con el efecto de la subcontratación y la externalización —cuidado, con trabajo digno y decente—, tendremos que decir, muy a nuestro pesar, que tiren para adelante si así lo consideran. Pero será un error y España no crecerá", zanjó.

La patronal, que pone en valor que tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Central Europeo han reconocido que la reforma laboral de 2012 ha sido un caso de éxito —una circunstancia que va a ser objeto de estudio por parte de la Universidad de Harvard—, incide en que la Comisión Europea "exige de todo menos" cambiar el marco heredado de la Administración de Rajoy. "Como lancemos mensajes sobre esa con trarreforma que se pretende, tendremos un problema", augura el empresario vasco.

MÁS EMPLEO FIJO. A su juicio, las tareas pendientes son implementar políticas activas de empleo orientadas a atajar un problema como el paro juvenil, un capítulo que España encabeza en la UE con una tasa de desempleo próxima al 40% entre los menores de 25 años. La recolocación de los mayores de 50 años es otro reto, al que se suma atajar la excesiva dualidad en el mercado de trabajo. Pese a recordar que "tres de cada cuatro asalariados son indefinidos", el primer espada de la CEOE admitió que hay margen para "mejorar" y constató que incrementar la contratación fija "sería bueno para el país, que funcionaría mejor".

"El quid está en el 24% de gente que no paga impuestos, en la economía sumergida. Con menores tipos se recaudaría más"

A instancias del decano del Colegio de Economistas de Lugo, Salustiano Velo, Garamendi también abordó el futuro del salario mínimo interprofesional (SMI), que Moncloa decidió mantener congelado en los 950 euros de 2020 ante la imposibilidad de lograr un acuerdo en el seno del diálogo social en un escenario marcado por la pandemia. "No voy a decir que es una irresponsabilidad, pero no lo entendemos", afirmó Garamendi en relación a la propuesta que defendieron los sindicatos, que pidieron llegar a 1.000 euros.

SALARIO MÍNIMO. Pese a reconocer que Bruselas defiende que el SMI debe alcanzar el 50% del sueldo medio —lo que en España podría significar subir a 1.200 euros brutos al mes—, Garamendi apuntó al impacto que tendría elevar este indicador en los distintos en convenios de diferentes provincias, dada la brecha en el coste de la vida que separa, por ejemplo, a Madrid de otros territorios. En esta línea, apuntó a que se agudizaría la pérdida de competitividad en relación a Portugal, donde el SMI "son 600 euros". "En las provincias limítrofes sería un problema grave", vaticinó.

Las vacunas acelerarán la recuperación

Al frente de la confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) desde noviembre de 2018, Antonio Garamendi (Getxo, Vizcaya, 1958) es consciente del peso que entraña su papel de defensor de los intereses del tejido productivo. "Cuando toca estar en puestos de responsabilidad, te hace ser más moderado, pedir más estabilidad e intentar ser más responsable", constató. Tras expresar su apoyo y recuerdo para los más de 75.000 fallecidos en España y sus familias y su reconocimiento para los servicios esenciales "públicos y privados", el patrón de los patronos destacó el papel "clave" de las empresas en la crisis sanitaria, al ayudar a hacer acopio de mascarillas y batas y brindar a la Administración incluso su logística. "El mundo de la empresa puso al servicio de la sociedad española su capacidad de influencia en los mercados", remarcó para poner en valor los frutos de "la colaboración público-privada".

Procedente de una familia vizcaína de larga tradición empresarial e impulsor de proyectos propios en el metal, la construcción, la hostelería o los seguros, Garamendi constató que España se halla "en un momento muy delicado" ante una recesión que en 2020 se tragó el 10,8% del PIB. Más pesimistas que el Gobierno, los empresarios estiman que la economía experimentará este año un rebote del 5,5%, muy por debajo del 9,8% en base al que fueron elaborados los PGE.

En un foro en el que intervino el presidente de la patronal de Pontevedra, Jorge Cebreiros, Garamendi también defendió la necesidad de impulsar la reindustrialización

Ante un país que, entre afectados por el desempleo y los expedientes de regulación temporal de empleo (Erte), carga con 5 millones de parados, lo que supone "un drama", Garamendi confirma que todas las esperanzas están puestas en el avance de la campaña de inmunización. Defensor de la relevancia de "la industria turística", que representa el 15% del PIB español, auguró que este sector y la hostelería, que suma más de 300.000 locales en España, "tendrán una recuperación rápida en cuanto tengamos las vacunas".

Además, después de que Hacienda informase de que el déficit de las cuentas públicas se disparó por encima del 10% del PIB en 2020, el líder de la patronal instó a las administraciones a no desperdiciar la ‘respiración asistida’ que brinda el BCE con sus compras masivas de deuda, que ayudan a contener los intereses del ingente pasivo. "Lo importante es que el Estado no gaste en temas estructurales, sino que aplique el dinero a solucionar el problema coyuntural que tenemos", recetó, para luego recordar que cuando la crisis amaine tocará volver a la disciplina fiscal con una economía que, ahora mismo, "está dopada". Frente a los anuncios de medidas "muy populistas", Garamendi advirtió de que España se juega la confianza de los fondos internacionales, que ahora siguen avalando al país gracias a la intervención del BCE. No obstante, aseguró que algunas grandes empresas están sufriendo ya en carne propia los efectos de la pérdida de confianza en la capacidad del país para restañar unas heridas que solo se curarán "con ortodoxia económica y rigor presupuestario".

En un foro en el que intervino el presidente de la patronal de Pontevedra, Jorge Cebreiros, Garamendi también defendió la necesidad de impulsar la reindustrialización, dado que el sector ha proporcionado un plus de resistencia a las comunidades con un peso elevado de la actividad fabril.

NOROESTE. Además de constatar que muchos negocios comienzan a tener "un problema de solvencia" y de poner en valor los planes de rescate de la Xunta y los 11.000 millones que el Gobierno central prevé habilitar —aunque lamentó que se limiten los sectores que podrán acogerse a las ayudas—, el primer espada de la CEOE refrendó su aval al Corredor Atlántico de mercancías para vertebrar el noroeste. "Hay un déficit de infraestructuras en la zona que se tiene que solucionar", concluyó.

"Me gusta la armonización fiscal, pero si se hace a la madrileña"

Con el melón de la reforma de la financiación autonómica y del sistema fiscal por abordar, el presidente de la CEOE aportó argumentos para desacreditar "el mantra" por el cual "se dice que en España pagamos menos impuestos que en el resto de Europa". "Esto es verdad si dividimos lo que abonamos entre el número de ciudadanos; pero si lo evaluamos en base al número de los que realmente pagamos, la presión fiscal es mayor", expuso Antonio Garamendi. Además, llamó a no perder de vista que también deben computarse los costes laborales que entraña el pago de las cotizaciones, un capítulo que, según el líder de la patronal, lleva a que la carga sea "un 30% más alta que en el resto de Europa".

Apoyándose en un informe elaborado por la Tax Foundation de Estados Unidos, señaló que el problema es la economía sumergida. "El quid está en el 24% de gente que no paga impuestos. Hay que sacarlos adelante y que empiecen a tributar", insistió, al tiempo que señaló que en Europa la ratio de actividades económicas que se desarrollan sin rendir cuentas al fisco es sensiblemente inferior, del 13%.

A su juicio, combatir esta lacra sería suficiente para elevar los ingresos tributarios sin tener que tocar los tipos. Al contrario, argumentó que una bajada incluso permitiría "recaudar más".

Ante el debate abierto en torno a la pertinencia de caminar hacia una mayor homogeneización de la jungla de tributos cedidos a las autonomías, el representante de los empresarios fue tajante. "Me gusta la armonización, pero a la madrileña". Aludió así a la bonificación del 100% que la capital del Estado aplica en el impuesto de Patrimonio. La comunidad es también una de las que menor presión ejercen en el IRPF.

PORTUGAL. Además de defender que el tributo de Patrimonio, que grava a las fortunas, "es confiscatorio", Garamendi cargó contra el tributo de sucesiones. "Si un primo te deja una herencia, puedo entender el impuesto; pero de padres a hijos es una barbaridad", resumió para lanzar una advertencia al Ejecutivo de PSOE y Podemos. "Esto hace que muchas empresas se vayan al país vecino, que tiene un gobierno de izquierdas. Esto no es un planteamiento de derechas o izquierdas, es un planteamiento de gestión", espetó.

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