Las cotizaciones y retenciones del IRPF se llevan cada mes el 20% del sueldo de los gallegos

Ambos conceptos descuentan 337 euros del salario bruto, con lo que llegan al bolsillo del trabajador una media de 1.344,6 euros
Un camarero en su trabajo. EFE
photo_camera Un camarero en su trabajo. EFE

Del salario bruto que el trabajador pacta con la empresa al que llega cada mes a su bolsillo hay un trecho. Cerca de 337 euros, que son los que se comen de media en Galicia las cotizaciones a la Seguridad Social que corren a cargo del empleado y las retenciones en concepto de pago adelantado del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Así lo reflejan los datos de la encuesta de estructura salarial difundidos ayer por Instituto Galego de Estatística (Ige) y relativos a 2018, según el cual las cuotas sociales y las retenciones se llevan el 20% de la nómina, 1,3 puntos más que en 2006. Dicho en dinero, de un sueldo bruto que de media se sitúa en 1.681,2 euros al mes, el trabajador recibe en su cuenta 1.344,6.

De lo que se abona en cotizaciones —107 euros de media a cargo del trabajador a mayores de las cuotas que asume la empresa— dependen las pensiones y otras prestaciones, de modo que cuanto más altas seas (y más tiempo se paguen), más elevada podrá ser la paga de jubilación y la prestación por desempleo en caso de quedar en paro. En cuanto al IRPF, si en la nómina se aplican unas retenciones insuficientes después saldrá a pagar en la declaración de la renta y al contrario, si han sido más elevadas de lo que correspondía, el fisco devuelve dinero al contribuyente. De media cada mes se aportan por este concepto 230 euros.

A la espera de ver reflejado en las estadísticas el impacto de la pandemia en los sueldos, la retribución neta en Galicia era en 2018 un 21,6% inferior a la de 2006 al pasar de 1.105,8 a 1.344,6 euros. Seguía así a algo más de 86 euros de distancia de la remuneración promedio de España, aunque la brecha ha tendido a reducirse.

Otro informe sobre salarios publicado también ayer por el Ige arroja un dato revelador sobre las diferencias por género: el 19% de las mujeres tenía retribuciones bajas frente al 7,4% de hombres. Entran en esta categoría los trabajadores que ganan las tres cuartas partes o menos de la mediana del sueldo bruto por hora en la comunidad. En general, la ratio de personas en esa coyuntura se ha incrementado al menos en la última década en un mercado laboral con elevado peso de la temporalidad y los contratos a tiempo parcial.

DISPARIDAD. Con ese telón de fondo, la mitad de los trabajadores tienen en la comunidad un salario bruto que no supera los 18.600 euros anuales, mientras que apenas el 10% supera los 37.900 euros. En este punto también queda patente la brecha por sexo, pues mientras la mitad de las mujeres no sobrepasa los 16.146 euros anuales, la proporción de hombres que no llegan a esa cuantía es del 25%. Ellas sufren más la precariedad laboral.

Otra realidad que constata este estudio es la gran dispersión salarial en función del sector en el que se trabaje. Si en las actividades financieras y de seguros la remuneración bruta roza los 42.000 euros de media al año, en la hostelería apenas alcanza los 14.730 euros. La siguiente rama con la cuantía más baja es el comercio. 

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