Cerdido, tierra de arándanos

La mayor plantación de este fruto silvestre en el norte de España está a punto de dar su primera cosecha en una superficie equivalente a 72 campos de fútbol en la provincia de A Coruña. Un noiés y un suizo son los impulsores de un proyecto que nació de una catástrofe
Plantación de arándanos de la empresa Horticina en una superficie de 72 hectáreas en el concello coruñés de Cerdido
photo_camera Plantación de arándanos de la empresa Horticina en una superficie de 72 hectáreas en el concello coruñés de Cerdido

Una extensísima e inusual plantación de arándanos atrae la atención de todo aquel que visita la parroquia de A Barqueira en el concello coruñés de Cerdido. Imagínese divisar 72 campos de fútbol grandes repletos de arbustos de este fruto silvestre uno tras otro o, lo que es lo mismo, otras tantas hectáreas de este cultivo juntas. Son las que conforman la primera producción a gran escala de este alimento puesta en marcha en Galicia y la más importante en el norte de España. Casi tres años después de empezar a trabajar sobre ese terreno, los dos fundadores de la empresa Horticina aguardan impacientes a que llegue la primera cosecha a partir de julio. En apenas dos meses comenzarán a recoger los resultados de una iniciativa emprendedora llamada a animar la economía local y el empleo.

Sus artífices son un noiés, Miguel Ángel Mato, y un suizo, Alberto Amstutz. Dadas las evidentes diferencias geográficas, ¿en qué momento sus vidas se cruzaron y decidieron hacerse socios? Todo comenzó cuando un joven emigrante gallego en Suiza y su jefe descubrieron que compartían la pasión por las camelias. Y es que el primer proyecto que impulsaron no fue el cultivo de arándanos, sino un vivero de planta ornamental y plantación de camelia para flor cortada, pero una catástrofe natural truncó sus planes en 2009 y los obligó a reconducir su rumbo. El temporal Klaus barrió la finca y "en só unha noite" pasaron de tener "360.000 plantas listas para o mercado" a quedarse con 50.000. Eso significa que de 80 hectáreas tan solo podían utilizar 24.


"O maior consumo dase no norte de Europa, aínda que cremos que haberá mercado en España nun futuro", explica el gerente y socio de Horticina.

Fue un "duro golpe" en el primer año de comercialización de la empresa que les llevó a replantearse la viabilidad del proyecto. Tras analizar todas las posibilidades para una finca de tales dimensiones, se decantaron por la producción de arándanos "como a máis óptima", explica Mato. El terreno reunía las condiciones adecuadas para producir un alimento cada vez más demandado en el mercado. Tuvieron que empezar de cero, pero hoy cuentan miles de arbustos que muy pronto se traducirán en miles de kilos de arándanos —entre 45.000 y 50.000 en esta primera cosecha—. Todavía tienen otras 20 hectáreas pendientes de sembrar y, cuando las cerca de 300.000 plantas den fruto "ao cen por cen", una meta que prevén alcanzar antes de 2019, obtendrán "máis dun millón e medio de quilos anuais". Otro de los objetivos para ese periodo es la construcción de un centro logístico que les permita cerrar "todo o ciclo de produción" en Cerdido.

INVERSIÓN Y VENTA. Ambos empresarios escogieron Galicia porque necesitaban un terreno de una dimensión que en Suiza "era difícil de encontrar" y, tras mucho buscar, dieron con una finca adaptada a sus necesidades en ese municipio coruñés. Por delante quedaba mucho trabajo y una fuerte inversión que superó los 2 millones de euros y que esperan amortizar "antes de dez anos".

Para hacer realidad sus planes contaron con una pequeña ayuda de la Xunta, una subvención de 250.000 euros del Agader. Los primeros ingresos llegarán con la primera recolección. La venta del arándano está asegurada porque Horticina firmó un acuerdo por diez años con una multinacional chilena del sector, Hortifruit, que adquirirá toda la producción para colocarla en el mercado europeo, fundamentalmente en Inglaterra, Alemania y Suiza. Un factor que juega a favor de la empresa es que en la cornisa cantábrica se produce esta fruta en una época en la que no hay arándano en el resto de Europa.

Aún así, encontrar compradores para una cosecha tan abundante entre julio y octubre sin recurrir a un intermediario podría generar problemas a la empresa aunque obtuviese mejores precios. En el caso de España, la demanda es todavía muy débil, pero Mato confía en que en un futuro sea "un potencial mercado", porque va a más el consumo de un alimento con importantes propiedades contra las infecciones o el cáncer.

FOCO DE EMPLEO. Además de surgir como una fuente de futuros ingresos para sus socios, Horticina supone también un nicho de empleo. En la actualidad da trabajo a 18 personas, que ascenderán a 22 a lo largo del año para mantener la plantación. A ellas se sumarán otras 50 para la recogida del fruto, un número que "irá aumentando proporcionalmente" hasta rondar los 750 en el quinto año, cuando la producción sea del 100%.

Al margen de las oportunidades laborales, Mato destaca que "un proxecto como este axuda á actividade do comercio e os servizos locais". Comenta además que el Concello sopesa rehabilitar viviendas en Cerdido que la empresa usaría para alojamiento del personal. Una fuerte apuesta por el medio rural de la cual Mato y su socio esperan obtener "importantes logros" y alcanzar el éxito empresarial. Fruto de su experiencia, el gerente de Horticina anima a emprender en el campo y a probar con producciones diferentes.

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